Tras recuperarse de los embates económicos que causó la pandemia en sus inicios, hoy la mayoría de los taxistas enfrentam nuevas dificultades, sobre todo por la caída de la rentabilidad en el sector, producto de la inflación y una marcada merma en la demanda, que se acentúa con la pérdida del poder adquisitivo de los usuarios y de la competencia desleal, principalmente de los UBER, que pese a estar prohibidos en Paraná siguen operando.
La flota de taxis envejece en Paraná por la crisis económica
Juan Ignacio Pereira/ UNO
De este modo, con elevados gastos fijos mensuales y menos ingresos, renovar el vehículo se torna cada vez más complejo, y hay varias unidades cuya antigüedad está casi al límite de los 15 años que establece la ordenanza municipal N° 7384, que regula en la capital provincial las disposiciones para el funcionamiento del servicio de transporte de pasajeros en automóviles de alquiler. Así lo confirmó a UNO Walter Cerrudo, secretario de Cámara de Taximetristas de Paraná, quien señaló: “Según la ordenanza 7.384, son 10 años los que debe tener el vehículo y nos dan cinco años más de gracia, según lo establecido por esta normativa. Eso en este momento esto nos está favoreciendo, debido a que por la situación económica en la que está el país es muy difícil cambiar el modelo, y mucho más adquirir un 0 Kilómetro para el taxi”.
Si bien no hay estadísticas sobre la antigüedad del parque automotor dispuesto para el trasporte de pasajeros, en la calle se puede apreciar, en base a las patentes, que son numerosos los autos cuyo modelo rondan al menos la década de uso, y a partir de datos empíricos, Cerrudo comentó: “Hay unos 20 autos que ya excedieron los plazos y tendrían que estar cambiando las unidades, pero gracias a Dios esta gestión municipal nos está dando un respiro y les ha dado seis meses más de prórroga. Agradecemos la buena predisposición que encontramos en el área de Movilidad Urbana, porque si bien saben que ya tendrían que estar actualizando el modelo de las unidades, entienden la situación por la que estamos pasando”.
En este contexto, explicó: “Comprar un auto 0 km en este momento es complicado, porque los precios de un auto que se puede utilizar para taxi arranca en los 5 millones o 5,5 millones de pesos algo base nomás. Además hay problemas de entrega con algunos modelos. Para comprar un usado también los precios están altos, y aunque se pueda hacer una entrega y cuotas, las tasas de financiación son hoy muy elevadas”.
En cuanto a la posibilidad de adquirir un automóvil a través de planes de ahorro, refirió que las subas de las cuotas a raíz de los aumentos de las unidades hacen que sea poco viable esta opción.
Eduardo Vázquez, presidente de la Cooperativa Radio Taxi, coincidió en que es muy complejo en la actualidad cambiar el auto, si bien se trata de actualizar los modelos periódicamente ante el deterioro que sufren los rodados al usarlos para transportar pasajeros. Sobre este punto, precisó: “Los valores de los vehículos se han ido muy altos y hablar de un 0Km hoy no está en carpeta, sino que se busca ir renovando los modelos con algo usado”.
Acto seguido, manifestó: “Lamentablemente nosotros, para estar en regla un 100% y tener un vehículo acorde a las leyes, tenemos que contar con una tarifa acorde”.
Caída de la rentabilidad
Si bien los taxis actualizaron sus valores hace un mes, Vázquez advirtió un gran desfasaje con respecto a la inflación. “Se revisan las tarifas cada seis meses pero esto nos fue quedando muy lejos frente a la inflación, que todos los meses ronda entro el 6% y el 8%. A la par que vamos perdiendo rentabilidad porque todo sube más que nuestra tarifa, se nota la caída de los ingresos de la gente, que los destina a otros gastos que tiene”.
En este marco, advirtió que la aparición de UBER, cuyo servicio no está autorizado, agrava la situación, ya que es una competencia desleal para los 570 taxis habilitados a nivel local: “UBER es una competencia desleal más, que se sumó a la que ya teníamos con otros vehículos no autorizados. Eso hizo que cayera la cantidad de usuarios de taxi, porque la gente elige lo barato. Juegan con el tema del precio y se manejan con una tarifa a muy bajo costo que le sirve al pasajero, pero cuando pase el tiempo habrá que ver si le sirve a quien se sumó a este sistema y está trabajando en forma ilegal. Porque un taxi es un auto habilitado por el servicio de transporte municipal, pero estos autos particulares son ilegales, y ni el titular tiene el carné habilitante para llevar pasajeros ni el vehículo se adecua a las leyes”, aclaró.
“Esta es una problemática en varios lugares del país, y en los municipios han establecido multas muy agresivas para los que no cumplen las leyes de transporte, pero lo ilegal siempre está”, añadió, reclamando más controles.
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También mencionó que cuesta conseguir choferes a raíz de este servicio ilegal y lamentó: “Los choferes escasean porque obviamente muchos han optado por agarrar un autito y ser del sistema UBER”.
En tanto, Walter Cerrudo acotó: “El tema de los UBER nos está afectando a todos, al taxi y al remís, porque ellos cobran entre un 40% y un 50% de lo que vale un viaje. Lo hacen porque no tienen los mismos costos que nosotros y son autos totalmente ilegales. No pagan seguro, por ejemplo, y si llega a haber un accidente no le cubre nada al pasajero, porque son autos particulares”.
“La Municipalidad está realizando controles y si bien es muy complicado ubicar una unidad en el momento en que lleva a un pasajero, se puede hacer. Lo que pedimos es que se aplique, una multa que sea muy elevada, como ocurre en Santa Fe y en otras ciudades”, dijo a modo de conclusión, bregando por la protección de la fuente de trabajo de la que dependen muchas familias.