La crisis económica se agudiza en la Argentina. Según los datos que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en el primer trimestre de este año la pobreza saltó al 54,8%, y afecta a 25 millones de personas. Un año atrás era del 38,7% y se profundizó por el ajuste y la caída del salario real. En tanto, la indigencia trepó del 13,8% registrado en el cuarto trimestre de 2023 al 20,3%, alcanzando a 9 millones de habitantes, quienes carecen de ingresos o no les alcanzan para comprar los alimentos básicos. Las cifras sobre la pobreza del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) que elabora periódicamente la Universidad Católica Argentina (UCA) son similares: el 54,6% de los argentinos vive en la pobreza según esta medición.
La crisis económica puede tener un impacto negativo en el deseo sexual
La crisis económica impacta en las ganas de conectarse con el placer. Revertirlo es un desafío que puede contribuir al bienestar de las personas
Por Vanesa Erbes
En este contexto en el que la crisis económica se expande, los efectos en la subjetividad se presentan de diversas formas, incluso en las menos pensadas, impactando en su cotidianeidad de las personas. Una de ellas es la falta del deseo sexual.
Si bien no hay demasiadas estadísticas al respecto, una encuesta realizada por la aplicación Gleeden en septiembre del año pasado a 5.100 usuarios argentinos para saber cómo afecta la crisis económica a su vida sexual, dio cuenta de que “el 78% de los participantes señaló que la crisis económica tiene un impacto negativo en su vida amorosa, principalmente a la hora de conocer gente nueva”. Además, “el 45% mencionó una disminución en su deseo sexual en medio de la crisis económica”. Asimismo, el 52% de los encuestados aseguró haber reducido la frecuencia con la que visitan albergues transitorios y hoteles debido a las dificultades económicas.
También se redujeron las salidas recreativas en general, que se espaciaron o directamente quedaron postergados para cubrir gastos primarios en muchos casos.
Consultada por esta situación, la doctora Verónica Martínez, médica tocoginecóloga, sexóloga clínica especializada en menopausia y andropausia, quien atiende en Paraná, señaló a UNO: “Si la falta o la escasez del dinero está influyendo en la vida en las personas y no pueden cumplir sus propios deseos, todo esto les va a traer amargura, impotencia, odio, rabia, depresión, angustia, desesperación. Cuando las personas o las familias entran de verdad en una crisis, es poco probable que en ese estado en el cual se encuentran puedan conectar con el placer. Y el placer, que en este caso se lo puede dar la sexualidad –que al igual que el dinero también es energía, según la física cuántica–, es una energía creadora que puede inclusive balancear todos los efectos negativos que puede implicar la baja en la economía”.
“Entonces, la sexualidad puede acompañar amorosamente este proceso. Lo que pasa es que no se enseña, no lo sabemos. Y a la sexualidad, obviamente, la terminamos bloqueando, en vez considerarla para establecer un equilibrio en situaciones de crisis en la economía; la terminamos dejando de lado”, añadió, y aclaró: “Cuando pensamos en sexualidad, no tenemos que pensar solamente en dos cuerpos que se están tocando, sino en una sexualidad mucho más amplia, a través de la cual podemos estar compartiendo, conectándonos”.
Priorizar la sexualidad
Sobre este punto, la especialista reflexionó: “De ese modo la sexualidad nos va a ayudar a aumentar las emociones y las energías positivas, porque obviamente libera endorfinas, serotoninas, hormonas. Y esto puede compensar la otra energía que está en baja y reforzar la autoestima, la creatividad. O sea, nos ayuda a poder ver con mayor aceptación y amor las situaciones, y a aumentar la inmunidad, a darnos un poco más de alegría”.
No obstante, observó: “El sexo y la sexualidad habitualmente no están dentro de nuestras prioridades y tampoco la utilizamos a la energía sexual para crear”. Sobre este punto, subrayó: “Si podemos repensar mejor la situación difícil en la que estamos cuando atravesamos una crisis económica, podemos tomar la energía sexual para activar nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestras emociones. Porque a veces las situaciones de crisis son oportunidades para crear, para emprender”.
Por otra parte, la sexóloga aclaró que muchas veces la dificultad en la economía afecta a una pareja que ya está en crisis, y en ese tipo de casos es muy difícil revertirla y lograr que puedan activar amorosamente la energía sexual para estar mejor.
Generar encuentros
Si bien se piensa en una salida para conocer gente nueva con la que se pueda compartir un vínculo en caso de no tener pareja en la actualidad, y se advierte que la falta de recursos económicos complica invitar a alguien a un bar, al cine o a un lugar similar para conocerse, la sexóloga analizó: “En ese caso habría que replantearnos por qué pensamos en ir a un bar a tomar una cerveza, en vez de considerar salir a caminar, en encontrarnos en un lugar en contacto con la naturaleza, en llevar el mate. Hay un montón de cosas que las podemos hacer de forma gratuita y que pueden generar un encuentro que no necesariamente tiene que ser a través del dinero. Pero muchas veces con la excusa de que no tenemos dinero nos autoboicoteamos”.
“Son cuestiones que a menudo nos interpelan a todos, ya que preguntarnos sobre estas cosas y trabajar en lo profundo de nosotros mismos a veces abre viejas heridas, sobre las que no queremos volver. Pero para que haya un cambio en los resultados, necesitamos cambiar las acciones y eso es teniendo coherencia con nuestro pensamiento, con nuestro sentir y obviamente con nuestro comportamiento o conducta”, dijo a modo de conclusión.
Por último, Martínez invitó a seguir sus redes sociales para reflexionar sobre estos temas: en Instagram: @ginecosex_; en Facebook: Ginecosex.; y en Tiktok: gineco_sex.