Desde hace 10 años el vino fue declarado como la “bebida nacional” en la Argentina y además del mercado interno se exporta hacia varios países del mundo. Si bien Mendoza, San Juan y Salta son las provincias que más se destacan en su elaboración, la producción de las diferentes variedades se fue expandiendo hacia otras provincias. No obstante, pese a este gran desarrollo, las estadísticas del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) indican que el año pasado el consumo per cápita de vinos se redujo a 18 litros al año, cuando en 2021 había alcanzado 18,2 litros.
Cayó el consumo de vino: fue por subas de precios y el calor
Por Vanesa Erbes
Mateo Oviedo/ UNO
Cayó el consumo de vino a nivel mundial
Mateo Oviedo/ UNO
La caída en la demanda es muy marcada si se la compara con los volúmenes de ventas de décadas atrás: de acuerdo a los datos del INV, a nivel país el consumo de vinos en el año 1970 era de 91,8 litros por persona; en 1980, era de 76,3 litros; en 1990 alcanzó 54,2 litros. En el 2000 el consumo fue de 37,8 litros; en 2010, se registró un consumo de 24,9 litros; y en 2020 alcanzó 20,8 litros.
En lo que va de este año la tendencia a la baja se acentúa y en el mercado local lo advirtieron en estos primeros seis meses del 2023. Lo atribuyen a diferentes variables y una de ellas es que las preferencias apuntan hacia la cerveza, con un consumo promedio de 41 litros por persona al año; y también crece la adhesión hacia otras bebidas, como el gin, que se puso de moda en los últimos años; o el fernet, que es un clásico que se sostiene en el tiempo.
Gonzalo, quien está al frente de una vinoteca de calle Alsina, en Paraná, señaló a UNO que si bien el invierno es la temporada fuerte en la venta de vino, la extensión del calor influyó este año en la caída en la demanda. “Se nota que viene siendo mucho más baja la venta de vino y creo que la temperatura incide: hasta ahora son muy cortitos los fríos, y cuando empieza a repuntar un poco la demanda, vuelve el calor y baja otra vez”.
Los precios también impactan, y según observó, los vinos aumentan a razón del 10% o el 15% mensual: “Todos los meses van subiendo y tenemos que estar controlando las listas. Por mes van teniendo mínimo una suba de entre un 10% y un 15%. Son incrementos que no van de acuerdo a la inflación, sino que son mucho más altos”.
Acerca de la respuesta de los clientes cuando se registran movimientos de precios, indicó: “Hay gente que consume un poquito menos, otra que cambia de marca a una más económica, aunque la gran mayoría ya se acostumbró y no se asusta por las subas”.
Viviana, quien atiende al público en una vinoteca que funciona hace dos años en calle Enrique Carbó, coincidió en que las subas son constantes: “Esta es habitualmente la temporada de más ventas de vino, pero cayó la demanda por los aumentos de precios, que son muy marcados. Desde el año pasado vienen subiendo muchísimo y se notó bastante en la previa al Día del Padre; esto hizo que para esa fecha se vendiera mucho menos que el año pasado”.
Según contó, quienes más compran vino son personas que superan los 20 años: “De ahí para arriba. Hay gente que compra para tomar entre semana, pero la mayoría se lleva alguna botella para el fin de semana”, sostuvo, y precisó: “El que más buscan es el malbec, no se la juegan por otro, a pesar de que el mercado hoy tiene una oferta bastante amplia de vino”.
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Sobre esta preferencia coinciden en la mayoría de las vinotecas, e incluso hay quienes se animan a calcular que ocho de cada 10 clientes buscan este varietal” al momento de elegir un vino, ya que “se lleva muy bien con carnes, pastas y otros platos”.
“Hay gente que conoce de bebidas y viene a buscar algo puntual directamente; y otra que pide recomendación porque no sabe mucho de vinos. Una gran parte pregunta qué llevar para un asado, y en ese caso le aconsejo que sea un tino carbernet franc, o un malbec, o un cabernet sauvignon, que es más power. Los vinos blancos, en cambio, van más para quesos o pescados”, sostuvo la vendedora, quien a la vez aclaró que no siempre hay que guiarse por el precio para escoger un vino: “A veces se puede conseguir un buen vino a bajo costo, y eso no depende de la marca”, remarcó.
Ante la proximidad de jornadas con temperaturas más frías, Esteban, propietario hace siete años de una vinoteca de calle Gualeguaychú se mostró optimista, esperando un repunte de ventas: “Ahora empieza la temporada alta del vino y se está vendiendo un poco más. En verano suelen salir más la cerveza, el gin y otras bebidas. El fernet en cambio se toma todo el año”.
“Si bien el malbec se sigue imponiendo, la gente está empezando a probar otras cepas distintas, como cabernet franc, cabernet sauvignon, pinot noir, entre otras. Los precios son variados y en mi local un malbec arranca en 800 pesos, hasta los 8.000 pesos. Se notan las subas periódicamente pero los clientes siguen consumiendo, aunque por ahí cuando recién se remarca algún producto van cambiando a marcas que cuestan lo que están acostumbrados a gastar”, añadió.
Asimismo, mencionó, el público se va expandiendo: “En general la gente grande es la que más consume vino, aunque ahora se está notando que hay cada vez más jóvenes que están empezando a consumir vino”.
Tendencia mundial
La caída en el consumo de vino no es exclusivo de Argentina, sino que es una tendencia que se viene registrando a nivel mundial. Así lo advirtió la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). “El consumo mundial en 2022 fue de unos 232 millones de hectolitros, un 1% menos que el año anterior”, indicó el organismo, explicando que “tras la recuperación del año 2021, debido al levantamiento progresivo de las restricciones anticovid, la guerra en Ucrania y la crisis energética asociada, junto con las disrupciones en la cadena de suministro mundial, provocaron un aumento de los costos de producción y distribución”.
Esta situación influye sin dudas en la exportación de vinos nacionales: en los cinco primeros meses del año, la Argentina exportó 81,8 millones de litros de vino, lo que se traduce en una caída del 29% –es decir, 33,4 millones de litros menos– comparado al mismo período del año pasado.