Más de la mitad de la capital provincial sufrió ayer la falta de agua potable como consecuencia de la rotura de una cañería distribuidora ubicada en calle Rondeau, próxima a avenida Circunvalación. Se trata de un caño de 750 milímetros que traslada el agua ya tratada desde la planta potabilizadora Echeverría hacia la cisterna del Cristo Redentor, ubicada en avenida Francisco Ramírez. Desde allí, y con el centro de distribución Ejército ubicado en San Agustín, se abastece del suministro al centro de la ciudad, a la zona oeste y sur.
Faltó agua en Paraná por otra rotura del caño de calle Rondeau
Personal de la Subsecretaría de Saneamiento de la Municipalidad de Paraná inició los trabajos de arreglos de la cañería en horas de la mañana, que se extendieron hasta la noche. Cerca de las 20 se informó que concluyó la reparación, por lo que se estimaba –al cierre de esta edición– que el suministro se restablecería paulatinamente. Desde ese momento, en cuatro horas debería llegar con normalidad el agua en zonas bajas y aproximadamente ocho horas en las zonas más altas de la ciudad.
La avería se produjo en el mismo caño que en poco más de un año se rompió hasta cuatro veces. Se trata de un conducto que en 30 años ya se rompió una decena de oportunidades.
Uno de los argumentos de las permanentes dificultades en ese sector y en otros cercanos se atribuye al movimiento de suelo que ocasiona el tránsito sobre la avenida Circunvalación, afectando la estabilidad del conducto subterráneo.
Fue allí donde en diciembre cayó una camioneta, que no advirtió el pozo tapado por el agua que había inundado la zona; al día siguiente, se cayó una retroexcavadora, mientras se realizaban los trabajos.
Ayer estuvo interrumpido el tránsito vehicular por calle Rondeau –al costado de la Escuela de Escuela Superior de Oficiales Doctor Salvador Maciá–, aunque por las constantes reparaciones en los últimos meses, parte de la calle donde pasa el caño permanentemente afectado por las roturas, se mantenía cercada y vallada.