Como un ejercicio de repensar las prácticas de la danza folclórica desde una perspectiva de género y en clave feminista, la propuesta de Hijas del agua, danza hecha mujeres nuevamente se presentará en Paraná con 55 bailarinas en escena. En este sentido, el jueves 30 de junio y viernes 1 de julio el espectáculo tendrá lugar en Centro Cultural Provincial La Vieja Usina a las 20.30 (puntual).
Regresa "Hijas del agua, danza hecha mujeres", una propuesta folclórica
Se trata de una puesta de danzas folclóricas argentinas hecha, pensada, bailada y dirigida por mujeres, cuyo estreno fue en 2021, y en 2022 volverá al escenario.
Hijas del Agua es gestionado y organizado por Panambí, Folklore de Raíz, Las Comadres y Folklore disidente. En esta oportunidad, habrá artistas invitadas: bailarinas del Ballet folklórico El Remanso (Aldea María Luisa), Presagios de mi tierra (San Benito), Leonela Ferreyra (Crespo ), Alma de Río y Las Guapas (Paraná).
La idea y dirección de la obra es de Verónica de Mondesert.
Las entradas del espectáculo tienen un valor de 500 pesos y se pueden adquirir comunicándose con las bailarinas o bien, en puerta los días de las funciones hasta completar la capacidad de la sala.
“El lenguaje que nos nuclea son las danzas folclóricas argentinas (todas sus variantes e hibridaciones) más allá de contar historias de diferentes mujeres. Es un espectáculo de aproximadamente 65 minutos de duración y el motivo central tiene que ver con acercarnos un poco más a la danza, como una forma de convivir con les otres”, afirmó la directora de la puesta Verónica de Mondesert a Escenario.
De esta manera, la apuesta invita a transitar diferentes poéticas de la expresión danzada, abrazando al folclore como lengua madre que posibilitará vehiculizar las historias de mujeres por mujeres.
Los ensayos para esta gran producción que involucra a las distintas grupalidades se desarrollan en el espacio de arte La Taller de Paraná, el cual ofrece las instalaciones de forma gratuita.
Tras ser consultada sobre cómo es la organización y coordinación de más de 50 mujeres, la directora de la puesta sostuvo: “Estoy trabajando con mujeres que conozco hace mucho tiempo y de las cuales, con algunas tengo vínculos de afecto. Ello hace que no sea costoso trabajar en este espectáculo pero sí requiere organización y de construir un lenguaje que sea claro y transparente”.
Repensar las danzas
Tradicionalmente una forma instalada de apreciar y bailar el folclore ha sido a partir de parejas conformadas por un varón y una mujer. Sobre ello, la creadora de la propuesta referenció: “¿Quién dijo que las mujeres no hayan bailado juntas en 1810? Mostrar una pareja de varón y mujer obedece a un sistema patriarcal y heteronormativo, y cuando empecé a dar taller en distintos espacios siempre participaban más mujeres lo cual lo que un principio fue una limitante, luego fue un desafío”. Y agregó: “ El mundo ha cambiado y hay disputas políticas. Repensar, releer y reinterpretar cómo se han establecido algunas cuestiones de la danza”.
Por último, destacó que pensar y reflexionar sobre la danza para luego generar propuestas como Hijas del agua también está vinculado a generar accesibilidad.