En su presentación como local en la Copa de la Liga Profesional Patronato exhibió una leve mejoría en relación su anterior presentación. Sin embargo las falencias fueron mayores que las virtudes. Por eso el Rojinegro tropezó otra vez y sufrió su segunda caída en idéntica cantidad de presentaciones. Huracán sacó provecho de los desacoples entrerriano al imponerse por 2 a 1.
En Patronato hay optimismo, más allá de una nueva derrota
Por Matías Larraule
El marcador golpeó el ánimo del Pueblo Rojinegro, pero no modificó la postura del entrenador Gustavo Álvarez, quien realizó una lectura optimista después del encuentro disputado el viernes en el estadio Grella.
“En el fútbol profesional es muy difícil separar rendimientos de resultados porque las primeras sensaciones están teñidas emocionalmente por el resultado. Me parece que el hecho de que Patronato haya asumido el protagonismo ante Huracán es muy valioso. Separo la idea futbolística de cada club porque soy respetuoso de lo que hace el rival, pero es muy valioso imponer el juego como lo hizo Patronato”, valoró Álvarez, en rueda de prensa.
El resultado final le permitió al Globo cosechar tres puntos en su estadía en la capital entrerriana. Álvarez interpretó que el resultado fue un castigo para el Rojinegro.“Es difícil establecer parámetros de justicia en el fútbol y sobre todo tan encima de la finalización del partido, pero como en La Plata dije que Gimnasia fue un justo ganador, ahora digo que si había un ganador justo, era Patronato. No tengo ninguna duda de eso”, sorprendió.
Álvarez resaltó la postura protagonista que asumió el Santo en barrio Villa Sarmiento. “Patronato quiso jugar al fútbol todo el partido y eso lo valoro. Ganando, empatando y perdiendo siempre fue así conmigo, jamás especulamos. Y con aciertos y desaciertos Patronato se hizo cargo de la pelota y la manejo”, puntualizó.
El DT mencionó que Huracán no golpeó en el arco como consecuencia del desequilibrio Santo. “Huracán tuvo un solo mano a mano producto de una mala salida en la que nos agarran abiertos. Para mí, desequilibrio es otra cosa. Después poner gente en ataque y exponerse a que el rival te contraataque es exposición”, diferenció.
Luego el entrenador recordó que brindaron espacios en busca de la paridad. “Huracán no tuvo un mano a mano producto de un contraataque porque finalizamos jugando con cinco delanteros. Patronato buscó siempre el arco de enfrente, quizás con cierta merma en el rendimiento después del 1 a 0, pero nadie puede decir que Huracán haya sido superior. Huracán necesitó una mala salida nuestra para rematar al arco”, argumentó.
El DT del Rojinegro subrayó un progreso en el funcionamiento del equipo, pero remarcó que el rendimiento deberá ser acompañado por números positivos. “Futbolísticamente dimos un paso adelante en relación a lo que veníamos mostrando, pero una vez más no alcanzó porque el fútbol profesional es rendimiento más resultado”, relató.
“Si es resultado sin rendimiento el éxito es corto. Si es rendimiento sin resultado, hay que perseverar, corregir lo que no estamos alcanzando y a partir de ahí seguir creciendo”, agregó el entrenador.
No obstante, Álvarez observa una luz que ilumina el camino del conjunto de barrio Villa Sarmiento. Por eso confía en salir a flote y encauzar el camino. “Es un proceso muy largo y juzgar a un equipo por dos partidos y en el contexto que estamos viviendo es muy apresurado”, calificó.
“Un proyecto es un segmento del tiempo muy amplio donde siempre digo que evaluamos el segmento actual, que puede ser de un entrenamiento o un partido, y después el segmento global que es donde empezamos y adonde queremos llegar en diciembre de 2021”, explicó.
Luego amplió el concepto: “Para el entrenador es un mensaje alentador ver que el equipo dé muestras de crecimiento. La derrota golpea emocionalmente y el resultado tiñe el análisis del partido, pero lo mismo que estoy diciendo ahora estaría diciendo si el cabezazo de (Gabriel) Compagnucci era gol y no la sacaba el arquero”, aseveró.
“Si el partido finalizaba en empate nos hubiera llevado a todos a un análisis mucho más optimista y eufórico que, como entrenador me tengo que reservar, aislar de eso y tomar nota de lo que se hizo bien y se hizo mal. Siempre cuando se trabaja en forma coherente, independientemente de las victorias y las derrotas, soy optimista. No me cambia ganar o perder”, concluyó.