El Centro de ExCombatientes de las Islas Malvinas (Cecim) de La Plata criticó el "tratamiento edulcorado" de la figura de la reina Isabel II del Reino Unido de Gran Bretaña, fallecida este jueves. Dijeron que ese tratamiento "contrasta con los rostros de las madres de los soldados muertos" en la guerra de Malvinas, y recordaron la "ocupación neocolonial militar" que rige sobre las islas.
Veteranos de Malvinas critican "tratamiento edulcorado" de la figura de Isabel II
"Ante la muerte de Isabel Alejandra María Windsor, Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la cara de la monarquía a nivel mundial, que detentó el trono durante 70 años, anteponemos que encarnó el sufrimiento de los pueblos sojuzgados bajo el dominio colonial y económico durante todo su reinado, un sistema arcaico como lo es la monarquía británica", expresó el Cecim La Plata a través de un comunicado.
La reina Isabel II de Reino Unido falleció este jueves a los 96 años tras siete décadas de reinado.
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Los excombatientes señalaron: "El tratamiento edulcorado de la figura de la Reina Isabel II de los sistemas dominantes de la cultura estratégica contrasta con los rostros de las Madres de los Soldados muertos bajo el fuego enemigo durante la Guerra de Malvinas en 1982".
"El imperialismo británico con su monarquía continúa con la ocupación neocolonial militar en nuestras Islas Malvinas, Georgias, Sándwich del Sur y sus mares circundantes en contra de los intereses de los argentinos, amenazando la paz de Argentina y de la región con una fortaleza militar en la Base de Monte Agradable", afirmaron acerca de la base militar de la Real Fuerza Aérea que se encuentra actualmente en las Malvinas.
El comunicado concluye con una proclama por la "Memoria, Verdad, Justicia, Soberanía y Paz".
El rol de la reina
La reina Isabel II tuvo un rol fundamental en conflictos bélicos como el de las Islas Malvinas. Se manifestó sobre la guerra en público en algunas ocasiones. Por ejemplo, el 8 de mayo de 2013 prometió proteger el derecho de autodeterminación de los habitantes de las Malvinas y Gibraltar, cuya soberanía es reclamada por España.
"Mi gobierno garantizará la seguridad, buena gobernanza y desarrollo de los territorios de ultramar, incluida la protección del derecho de los habitantes de las Falklands (según la nomenclatura británica) y de los gibraltareños a determinar sus futuros políticos", señaló Isabel II en un discurso ante el Parlamento.
Dos meses antes del anuncio, los isleños habían votado en un referéndum a favor de seguir siendo un territorio controlado por la administración británica.
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En 1982, la reina Isabel II mantuvo varias audiencias públicas con la entonces primera ministra, Margaret Thatcher. Si bien la victoria en la guerra fue de suma utilidad para reforzar la estabilidad política inglesa, el interés de la monarca en el conflicto no se limitaba a su rol como mandataria, sino que tenía detrás un trasfondo personal.
El príncipe Andrés, su tercer hijo, había viajado a combatir en la Guerra de Malvinas. Prestó servicio en el portaaviones HMS Invincible y como piloto de helicópteros. Fue la cara de la victoria, y regresó a casa como "héroe de las Falklands".
Por otro lado, según relata el historiador Dominic Sandbrook, hay registro de un aval explícito a la agresión imperialista de parte de la monarca. Fue durante una visita del presidente norteamericano Ronald Reagan a Gran Bretaña.
La información, consignada en el sitio History Extra, indica que “cuando, al final de la campaña militar, el presidente estadounidense Ronald Reagan visitó el Castillo de Windsor, sus comentarios en el banquete estatal fueron muy reveladores. Gran Bretaña, dijo la Reina, estaba de pie ’por la causa de la libertad. El conflicto en las Islas Malvinas nos fue impuesto por una agresión abierta y, naturalmente, estamos orgullosos de la forma en que nuestros combatientes están sirviendo a su país'".