Carlos Walter Barbarich/especial para UNO
Denunció que fue abusado hace 38 años en un seminario de Venado Tuerto
El último día hábil de 2019, previo a la feria judicial vigente, el exseminarista que estudiaba en el Colegio Sagrado Corazón, Darío Vallejo, recorrió los 460 kilómetros que separa a su ciudad de residencia, San Luis, de Venado Tuerto en Santa Fe a fin de radicar una denuncia contra el ex director del Seminario San José de esta localidad santafesina, José R., por delitos de abusos sexuales, físicos y psíquicos. Los hechos denunciados habrían sucedido entre 1982 y 1984 y si bien por el tiempo transcurrido, podrían estar prescriptos de la acción penal, algo que deberá determinar la Justicia, la presunta víctima fue a la carga no solo contra el titular del establecimiento educativo sino que también apuntó, en menor medida, hacia el padre Santos O., un histórico referente educativo del Sagrado Corazón venadense.
El seminario San José, que funcionaba en el colegio Sagrado Corazón, cerró sus puertas décadas atrás y los episodios invocados por Vallejo datan de hace cuatro décadas. José R., dejó de ser sacerdote a mediados de los años 80 y se casó. “Era un cura duro, con la rigidez educativa de esa época y que hoy no podría ser director de ninguna escuela. Pero nunca escuchamos nada referido a que haya cometidos abusos sexuales”, dijo un ex alumno del colegio religioso venadense, que no estaba en condición de internado, como sí Vallejo y el resto de los seminaristas.
La presentación recayó en manos del fiscal de Venado Tuerto, Ivan Raposo, quien se encuentra de vacaciones hasta febrero cuando se reactive el normal funcionamiento de la actividad judicial, por lo que hasta ese mes no se podrá avanzar para evaluar los términos de la denuncia y determinar si amerita ser investigada.
Al ser consultado al respecto su par, también de la Tercera Circunscripción Judicial, Eduardo Lago, dijo que “técnicamente los acontecimientos denunciados son de vieja data ya que ocurrieron hace 38 años, por lo que hay chances de que estén prescriptos de la acción penal, aunque hay que ver qué determinación judicial se tomará en febrero, ya que no es un tema que se aborde durante la feria judicial”.
En la denuncia, que por motivos emocionales de la presunta víctima, fue realizada muchos años después de que sucedieran los actos achacados, Vallejo también cita al sacerdote Santos O., ex director del Colegio Sagrado Corazón y ciudadano ilustre de la ciudad, por incumplimiento de sus funciones, contra quien visibilizó su malestar al asegurar que no lo contuvo cuando era maltratado por el ex cura R.
“Hoy es mi momento de hablar, siento que ahora puedo hacerlo”, dijo Vallejo a diario Uno Santa Fe y agregó que “me despertó una situación cuando lo vi a Santos O. recibiendo el reconocimiento de ciudadano ilustre de parte del gobernador de Santa Fe y de las autoridades de Venado Tuerto. Y me pregunté por qué, si a mí no me protegió cuando le pedí ayuda. No me separó de mi abusador, siendo él responsable de mí. Era como un padre espiritual para mí y no me ayudó. No evitó situaciones aún más feas que me tocó vivir después de habérselas contado”.
El denunciante describió su traumática experiencia en el seminario venadense tras resaltar que “sólo tenía 12 años. Estaba ahí, con mis dificultades de aprendizaje, pues mis padres no hacía mucho que se habían divorciado. Al poco tiempo llegaron los golpes, el maltrato psicológico y físico, por cualquier motivo me pegaba, me ponía en penitencia de pie por más de cinco horas al sol y después de eso me golpeaba”.
Para el abogado defensor de R., Alejandro Ricart, “el sacerdote era un cura estricto como lo eran la mayoría de los que impartían educación en esa época. Estamos hablando de los años 80 y previo al retorno de la democracia en 1983. Era muy rígido pero la denuncia de abuso sexual no tiene asidero porque yo también lo tuve como cura y se bien cómo fue, más allá de ser su abogado defensor”, dijo el letrado en diálogo con La Capital.
Sufrimiento
La denuncia que Vallejo formuló el 29 de diciembre del año pasado en la sede de la unidad fiscal venadense, consta de dos carillas en la que relata lo padecido en el seminario San José desde 1982 a 1984 por parte de su director.
“Le llegué a tener miedo, terror. Y como mis padres no podían viajar, cada tanto me hablaban por teléfono. El se ponía al lado mío y me advertía que no dijera nada. Hasta en las cartas me obligaba que pusiera que estaba bien”, indicó al diario santafesino.
Ricart resaltó que en la denuncia se hace hincapié en supuestas penitencias a las que eran sometidos muchos seminaristas o estudiantes del colegio Sagrado Corazón y “sólo al final se habla de un presunto abuso sexual que él describió indicando que le apoyó el miembro viril en la cara cuando Vallejo estaba durmiendo”.
El ex seminarista manifestó su angustia al sostener que “en esa época no se hablaba de estas cosas con los padres, eran un tema tabú. Eramos una generación más callada. A esa culpa, por decirlo de alguna manera, la llevé todo este tiempo. Pensé en olvidarlo y seguir adelante con mi vida. Vendí mi casa para irme a vivir a Estados Unidos, país en el que estuve ocho años pero las pesadillas, los ataques de pánico y la depresión seguían. Traté con psicólogos pero no encontré una solución. Hoy simplemente los quiero llevar a la Justicia porque el daño que le hicieron a mi persona es grandísimo”.
Al margen de que el paso del tiempo tal vez pueda hacer que el caso pierda validez jurídica, no es menos cierto que a nadie en su sano juicio se le ocurriría reflotar un tema de hace décadas si no sucedió. De no ser así, se estaría en presencia de un fabulador, aunque la veracidad de lo expuesto lo deberá determinar la Justicia.