La tasa de aumento de casos de coronavirus en China dio un salto en las últimas jornadas, después de una breve tregua, provocando que los muertos en el territorio continental asciendan a 813 y los afectados trepen a 37.252 personas.
Son 813 los muertos por coronavirus y el gobierno chino sufre las protestas
En concreto, el viernes se registraron un total de 86 muertes, 81 de ellas en la provincia de Hubei, donde se encuentra su ciudad capital, Wuhan (de 40 millones de habitantes), epicentro del brote desde fines de diciembre.
Las muertes causadas por el coronavirus superan ya las que provocó el Sars en 2003, cuando fallecieron 765 personas en todo el mundo, 348 en China continental y 297 en Hong Kong.
También el viernes se contabilizaron 1.280 pacientes “gravemente enfermos”, mientras que 510 personas han sido dadas de alta tras su recuperación.
Un ciudadano estadounidense murió en Wuhan, aparentemente la primera víctima fatal del mal de esa nacionalidad. También murió un ciudadano japonés en la ciudad que estaba bajo tratamiento.
Fuera de China continental se han confirmado más de 320 casos, de los cuales dos fueron fatales: uno en Hong Kong y otro en Filipinas.
El Partido Comunista gobernante enfrentaba ayer la ira y recriminaciones del público debido a la muerte de un médico que trató de sonar la alarma sobre la enfermedad hace más de un mes y recibió amenazas de la Policía, siendo además encarcelado por hacer público el problema. Li, un oftalmólogo de 34 años, contrajo el virus mientras atendía a enfermos y su muerte fue confirmada el viernes. Es uno de ocho profesionales médicos de Wuhan que trataron de advertir a sus colegas y a otras personas cuando el gobierno no lo hizo. Li había dicho que la Policía le obligó a firmar una declaración en la que admitía estar propagando mentiras.
Incluso el periódico progubernamental Global Times dijo que el trato dispensado a Li y a otros informantes era “evidencia de la incompetencia de las autoridades locales para enfrentar un virus contagioso y letal”.
Desabastecimiento
Los líderes comunistas están intentando mantener el flujo de alimentos hacia las superpobladas ciudades chinas a pesar de los controles por el brote. Buscan frenar el temor a una posible escasez y el aumento de los precios tras las compras de pánico registradas en numerosas ciudades.
Las existencias en los supermercados se agotaron después de que Beijing impuso prohibiciones para viajar y amplió el feriado del Año Nuevo Lunar para mantener las fábricas, oficinas y negocios cerrados y a la población en sus casas, en un intento por frenar la propagación de la enfermedad.
Esto también hizo que los camiones dejaran de circular, interrumpiendo la llegada de productos a los mercados, así como de alimentos y carne desde las granjas y los mataderos.
“Estos problemas están siendo coordinados y resueltos”, dijo Lian Weiliang, vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, en una conferencia de prensa el 3 de febrero en Beijing. Para tranquilizar a la población, los medios estatales están llenos de fotografías de cajas de berenjenas, coliflor y otras verduras que se cargan en camiones para su traslado a los mercados.
Algunas empresas de transporte tienen escasez de personal porque los conductores que habían regresado a sus pueblos por el año nuevo siguen varados allí ante la suspensión de los viajes en bus y tren en algunas zonas.
Hasta salir a la calle para comprar es todo un reto en algunas ciudades que están bajo una estricta cuarentena.
Solo una persona por familia puede salir a comprar en Hangzhou, una metrópolis industrial de 10 millones de habitantes al suroeste de Shanghai, y en Huanggang, una población con 1 millón de residentes próxima a Wuhan.
Millones de familias dependen ahora de las compras por Internet, que ya era una tendencia al alza en el mercado chino.
JD.com, Alibaba Group y rivales más pequeños dijeron que están repartiendo carne, verduras y otros productos en las ciudades aisladas. Los empleados recibieron máscaras, gafas y trajes protectores, y desinfectante, entre otros medios.
JD.com, el minorista on line más importante de China, reportó que sus ventas de comida fresca en Wuhan en la semana hasta el 2 de febrero crecieron un 280% con respecto al año anterior. En el conjunto del país, sus pedidos de carne de vaca, cerdo y huevos se incrementaron en un 400%. Además, vendió 1,8 millones de envases de desinfectante, agregó.
En Nanjing, una tienda de la cadena de supermercados Huarun tenía más producto del habitual en sus góndolas “para asegurar que la gente tiene suficiente para comer”, dijo un empleado que respondió al teléfono y rechazó dar su nombre.
“Hubo algunas personas que trataron de comprar mucho, pero ya no lo hacen luego de ver el suministro abundante”, agregó el trabajador.
Otros tres casos en el crucero en que se infectó un argentino
El ministro de Salud japonés, Katsunobu Kato, confirmó que se produjeron tres casos más de coronavirus en el crucero Diamond Princess varado en el puerto de Yokohama, por lo que son ya 64 los afectados. Entre ellos hay un turista argentino, que vive en Buenos Aires, al que se le detectó la enfermedad el viernes y que se trasladó a un hospital donde está en tratamiento. En el Diamond Princess viajan 3.711 personas de hasta 56 nacionalidades distintas.
Los tres pasajeros, dos norteamericanos y un chino, abandonaron el crucero y fueron hospitalizados. Con estos tres casos, el número de afectados en Japón ha alcanzado los 89, según la agencia de noticias nipona Kyodo News.
El origen de la propagación de la infección a bordo proviene de un hombre de 80 años que desembarcó en Hong Kong, el 25 de enero. El gobierno de Japón pidió a los pasajeros del crucero y a la tripulación que permanecieran en el barco dos semanas más a partir del miércoles.
Dos de las más importantes empresas de cruceros, Royal Caribbean y Norwegian Cruise Line, bloquearon el ingreso a sus embarcaciones de cualquier ciudadano con pasaporte chino de Hong Kong o Macao, según la agencia ANSA.
El presidente de China, Xi Jinping, habló con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la víspera y le pidió que el país “responda razonablemente” al brote, haciéndose eco de las quejas de que algunas naciones reaccionan de forma exagerada al restringir la entrada de viajeros chinos.