El jueves se conmemora el Día Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad, una fecha instaurada por la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el fin de promover sus derechos y su bienestar en todos los ámbitos de la sociedad, así como también “concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural”.
Discapacidad: instituciones aseguran que es "apremiante" la situación por la que atraviesan
En esta fecha tan particular, desde la Asociación de Institutos Educativos Privados Especiales Argentinos (Aiepesa) convocaron a que en los referentes de las instituciones que brindan servicios a personas con discapacidad se expresen en las plazas de cada ciudad, a partir de las 9.30, para visibilizar la difícil situación que los afecta.
La crisis por la que atraviesan desde hace más de un año es producto principalmente de la deuda que mantiene la Nación con las mismas, a través del programa federal Incluir Salud, y que este año se agravó debido a las constantes demoras en los pagos de otras obras sociales, y de la desactualización de los aranceles, lo que las ha llevado en muchos casos a una profunda crisis, que se vuelve interminable cuando priman las urgencias que trajo la pandemia de Covid-19.
En Paraná también se sumarán a esta iniciativa, con alguna actividad a definir. Cristina Ripari, titular de la Asociación de Padres y Amigos de Niños y Adolescentes Aminorados (Apana), señaló a UNO: “Hay más de 100 instituciones en todo el país y todas estamos pasando por lo mismo, pendientes de que se aumenten los aranceles, que nosotros le llamamos ‘adecuación’. Necesitamos que ese incremento se adecue a la realidad y sea del 40%, tal como se viene pidiendo. Pero nos enteramos de que nos van a dar el 10% a partir de diciembre, y esto se va a cobrar recién dentro de tres meses, es decir, en marzo de 2021”.
“Se dice que el director de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) Fernando Galarraga, recién en febrero va a retomar el diálogo con las instituciones para tratar el tema del aumento”, lamentó Ripari.
A su vez, remarcó: “Creo que la discapacidad no estuvo en la agenda política este año, no le dieron el encuadre en la parte económica, y financiera del país. A nosotros todo nos afecta, pero debemos garantizar la atención de la persona con discapacidad, que tiene un derecho con carácter constitucional, adherido a la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Hay todo un encuadre legal con acuerdos internacionales que no podemos obviar, pero se necesitan pagar las atenciones”
“Sé que tomaron todas las precauciones respecto del aislamiento, con los decretos y todo lo demás, pero había que seguir sosteniendo todo lo que es la atención virtual, y para eso precisamos pagarle a los profesionales. Desde el gobierno nacional nos tienen que garantizar a las instituciones que vamos a ver los aumentos correspondientes para sostenernos al costo de vida actual, y eso no se está dando”, manifestó.
En cuanto al atraso en los pagos, sostuvo: “Se están realizando, pero tan desactualizados a lo que es la realidad que lo que cobramos solo alcanza para cubrir una parte de los gastos. A las instituciones no nos está alcanzando la plata, no les alcanza a los centros de rehabilitación ni a los profesionales para trabajar y hacer los planes con los tratamientos que se llevan adelante con las personas con discapacidad. Por eso estamos pidiendo un reconocimiento y es lo que se está postergando. Por eso subrayamos que en la agenda política el gobierno nacional no trata la discapacidad como una prioridad”.
Impacto
Desde que a mediados de marzo se decretó el aislamiento social preventivo obligatorio en el país para frenar la propagación del coronavirus, las instituciones que brindan servicios a las personas con discapacidad adaptaron las actividades para que sus usuarios sigan trabajando de manera virtual desde sus hogares, con el acompañamiento y el compromiso de los profesionales.
Junto a sus familias y en sus domicilios, los alumnos suelen recibir actividades enviadas en forma de videos, fotos, imágenes, audios, para que ellos puedan desarrollarlas y darle continuidad a los tratamientos y las acciones que venían realizando.
Las dificultades se generaron cuando algunas obras sociales suspendieron o directamente no reconocieron las prestaciones virtuales, y debieron presentar recursos de amparo para poder recibir la contraprestación por los servicios. “Se siguieron haciendo las actividades, se tuvo que sostener a las familias, hay chicos que entraron en crisis, otros registraron problemas de salud, y la institución tuvo que garantizar ese servicio y también acompañar al familiar; porque los papás de ese chico que antes estaba en la institución recibiendo su terapéutica, se tuvo que quedar en su casa y el papá se vio también desbordado ante eso. Hay chicos que hace años vienen a Apana y nunca se había cortado la presencialidad, y ahora es todo virtual”.
Por otra parte, debido a las dificultades provocadas por la cuarentena, en Apana debieron cerrar este año la histórica panadería de la institución, que además de generar algún ingreso era un espacio esencial para los talleres de capacitación laboral de la institución: “Tuvimos que achicar personal y resignar actividades. A los panaderos les seguimos sosteniendo el sueldo, pero la panadería nos generaba un gasto tan grande de hornos, electricidad, costos de mantenimiento y demás, que la Comisión Directiva lo que hizo fue cerrar y darle de baja al negocio, para ver si después de que pase este año se puede retomar. Con la pandemia todo quedó postergado, y en esa parte se necesita la parte presencial”, indicó por último Ripari.