En abril del año pasado, a través de un video de Youtube, Antonela Pane hizo lo mejor que pudo para venderse a ella misma e ingresar para un poco de fama en la casa de Gran Hermano 2015: "Tengo 18 añitos, estudio Ciencias Económicas y estas", señalando a sus pechos, "¡son naturales!", dijo entre risas, marcando la pendiente en su corpiño rosa. "Quiero entrar a la casa de Gran Hermano porque tengo todo lo que quiere ver la gente... Si quieren rating, diversión y polémica, acá estoy yo", aseguró. Luego, le advirtió a Marcelo Tinelli que se terminaría poniendo "un carrito de choripán" de cara al posible éxito de su participación en GH2015.
El video no funcionó: Pane se quedó afuera. Entonces, se volcó a las redes sociales. En Instagram, donde acumuló más de 60 mil seguidores, su escote era una constante. Pero el mundo de Snapchat, con su programa viral de videos, se volvió un escenario más interesante: con el tiempo, la joven platense comenzó a compartir videos de actos sexuales explícitos, que incluían fellatios a hombres que no mostraban su cara,penetraciones y masturbaciones mutuas, material que luego se viralizaba en Twitter y en grupos de Whatsapp.
Hoy, una voz de peso que investiga a Pane asegura: "Caminaba en el límite. En algún momento se iba a caer". En las últimas horas, según adelantó el diario platense Hoy y confirmaron calificadas fuentes en la Justicia a Infobae, la casa de familiar los Pane sobre la calle 65 en el centro de la capital provincial fue allanada a pedido del fiscal Fernando Cartasegna, titular de la UFI N°4 de la jurisdicción, especializada en trata de personas y pornografía infantil, bajo la firma del Juzgado de Garantías N°4.
El cargo en su contra: compartir imágenes de un menor desnudo, algo que puede costarle a Pane una pena de cuatro años de cárcel. La delegación platense de la Policía Federal incautó dos iPhones, una notebook y dos discos rígidos que serán peritados.
Durante semanas, Grieco había "tomado de punto" a un joven platense de 14 años, según explicaron voces de la investigación a este medio, una suerte de bullying virtual. Le lanzaba mensajes como "tenés más tetas que yo" o "tenés un pitito". Eventualmente, Grieco obtuvo una foto del joven y la publicó. Al hacerlo, confían desde la investigación, la situación se convirtió en "prioridad 2": "daño al menor que pueda resultar permanente". "Prioridad 1", explica la fuente, es contacto explícito.