"Este 14 de febrero, no sólo lo dedicamos al corazón de los Enamorados, sino al de nuestros gurises", indicaron desde el Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná, en el marco de la conmemoración de el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas.
El San Roque recordó el cuidado del corazón de los gurises
Cada año se busca con esta iniciativa favorecer la detección precoz (en la etapa prenatal y neonatal) y el acceso a un tratamiento oportuno a través de la difusión de conocimiento sobre esta problemática.
Desde la institución hicieron saber que el control durante el embarazo es importantísimo, ya que las cardiopatías se desarrollan y se pueden detectar a partir de la 8ª semana del embarazo.
Según datos del Ministerio De Salud de la Nación la cardiopatía congénita es la anomalía más común y la primera causa de muerte en el primer año de vida.
Se estima que uno de cada cien recién nacidos presenta alguna cardiopatía congénita.
En la Argentina, nacen al año unos 7 mil niños y niñas con esta patología.
Alrededor del 50 por ciento de estos niños requieren cirugía en el primer año de vida y dos terceras partes son solucionables con diagnóstico oportuno y tratamiento
¿Qué es una cardiopatía congénita?
La cardiopatías congénitas son problemas con la estructura y el funcionamiento del corazón (alteraciones en las paredes; válvulas o combinaciones de esto o de los grandes vasos sanguíneos) que se puede encontrar en el feto y en el recién nacido.
Se forman en las primeras semanas de gestación, se las padece desde el nacimiento y nunca se desarrollan luego de este.
Estas enfermedades pueden requerir solución a muy temprana edad inclusive durante el embarazo mismo o en la edad adulta. Dicha solución pasa desde simplemente medicación, procedimientos llamados endovasculares donde no hace falta abrir el pecho o cirugía cardíaca.
¿Cómo se las advierte?
El diagnóstico exacto se hace a través del ecocardiograma (sumado al examen del médico y otros estudios como el electrocardiograma) y el tratamiento está a cargo del cardiólogo infantil.
En la mayoría de los casos la solución es favorable salvo casos complejos.
Ante la sospecha de estas enfermedades debe consultar a su pediatra y este guiará el estudio.
Otras cuestiones a tener en cuenta
Se habla de 2 tipos de afecciones cardíacas congénitas: Cianótica y No cianótica.
Una condición cianótica hace que los labios, encías, uñas y la piel se tornen de color azul, a causa de la insuficiencia de oxígeno en la sangre.
Muchos niños con un defecto cardiaco congénito presentan síntomas que llaman mucho la atención a los padres y cuidadores como:
Respiración más rápida de lo habitual en forma permanente.
Color azuloso o morado de labios, uñas, piel.
Hospitalizaciones frecuentes por infección respiratoria (neumonía).
Poca ganancia de peso y de talla.
Desmayos (sincope) a cualquier edad.
Antecedente de muerte súbita no explicada en familiares menores de 50 años.
Historia familiar de soplos cardiacos o enfermedad congénita en el corazón.
Fatiga, cansancio, sudoración profusa en la edad de la lactancia (menores de 2 años).
El médico encuentre un soplo en el corazón.
La presencia de uno de estos síntomas o antecedentes amerita una revisión médica del niño por pediatría, y si el caso lo amerita, por el cardiólogo pediatra.
En la cardiopatía no cianótica, la oxigenación de la sangre es la correcta, pero la forma de trabajar del corazón no es la correcta y se ve sometido a sobrecargas que pueden tener consecuencias importantes.
Muchos defectos cardiácos pueden manejarse exitosamente, el tratamiento depende de la parte afectada, algunos niños no necesitan tratamiento, mientras que otros requieren tratamiento médico, cateterismo cardiaco y/o cirugía cardiaca. Algunos defectos son tratados por pasos, otros se tratan posteriormente. Algunos defectos cardiacos congénitos no son curables, se puede vivir con ellos, teniendo un buen acompañamiento familiar, medico, nutricional y social.
Lo importante, es estar atentos a los signos y síntomas, para tener un diagnóstico temprano y darle al paciente el tratamiento necesario para mejorar su salud.
Estadísticas del Garrahan
En el marco del Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas, el Hospital Garrahan informó que realizan 500 cirugías correctoras por año y 600 cateterismos sin tiempos de espera.
“Los avances en el diagnóstico prenatal y en las cirugías permiten intervenciones más precoces”, aseguró Gladys Salgado, jefa de Cardiología del Hospital Garrahan, y continuó: “Con diagnóstico y tratamientos oportunos, el 95% de las cardiopatías congénitas tiene un pronóstico favorable; la ecografía de rutina durante el embarazo puede detectar malformaciones del corazón y de los grandes vasos del feto a partir de las 20 semanas de gestación”.
“La expectativa y la calidad de vida han aumentado considerablemente en las últimas décadas, asociadas con el mejor acceso a los controles prenatales, con la organización en red de los servicios de salud, con los avances de la tecnología y de las técnicas quirúrgicas, y con el enfoque multidisciplinario en la atención de estos pacientes”, concluyó Salgado.
En el Hospital Garrahan funciona el Centro Coordinador de Derivaciones del Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas, creado en 2008, que recibe más de 18.000 consultas anuales de todo el país. El 70% de las cardiopatías congénitas complejas que requieren intervención en los primeros 3 meses de vida se resuelven en esta institución pediátrica. Además, se realizan anualmente más de 500 cirugías correctoras y 600 cateterismos cardíacos, con capacidad para dar respuesta a la demanda sin tiempos de espera.
“Durante 2022 se realizaron 2 trasplantes cardíacos en pacientes con insuficiencia del ventrículo único”, dijo Pablo García Delucis, jefe de Cirugía Cardiovascular y Trasplante Cardíaco, y aseguró que: “En estos pacientes resulta altamente beneficioso que esta estrategia terapéutica de alta complejidad pueda llevarse a cabo en un hospital público pediátrico".
En el Consultorio de Condiciones Crónicas Complejas (CCC) se realiza el seguimiento de los pacientes con cardiopatías congénitas. “Acompañamos a las niñas, niños y a sus familias durante los primeros años de vida”, contó Guillermina Soraiz, jefa de clínica del CCC.
Y explicó que con la mayoría de las familias establecen contacto desde la internación: “Llegan al consultorio desde la terapia intensiva cardiovascular, en el posoperatorio de la cirugía cardíaca, y coordinamos una atención interdisciplinaria con cardiólogos, clínicos, genetistas, neurólogos, enfermeras, nutricionistas, kinesiólogos, trabajadores sociales, y otras disciplinas, de acuerdo con las necesidades individuales de cada paciente”.
“El seguimiento permite la detección precoz de complicaciones y secuelas. El objetivo es mejorar no solo la sobrevida, sino la calidad de vida, cuidando la salud integral para el desarrollo adecuado de capacidades funcionales que les permitan a las niñas y niños la inclusión en su comunidad”, finalizó Soraiz.
En la mayoría de las cardiopatías congénitas, las cirugías cardiovasculares durante la infancia son reparadoras, y el 85% de las niñas y niños alcanzan la edad adulta. Sin embargo, un número sustancial de pacientes tendrá lesiones persistentes o residuales que requerirán atención especializada, reintervenciones, y nuevos procedimientos a lo largo de su vida.
En el Garrahan, el Consultorio de Atención de Adolescentes con Cardiopatías Congénitas, atiende anualmente alrededor de 300 pacientes mayores de 15 años, que deberán atravesar el proceso de transición a la medicina del adulto. “Es un desafío complejo que requiere una planificación sanitaria multidisciplinaria, adaptada a cada paciente, a su maduración, y a su entorno familiar y social, para lograr la autonomía y la autogestión de su vida y de su salud”, explicó Mariela Mouratian, jefa de clínica de este consultorio.
Desde 1999, cada 14 de febrero se conmemora en el mundo el Día de las Cardiopatías Congénitas, considerado un día de concientización de la existencia de los defectos congénitos del corazón.