Racing se quedó este sábado con un clásico de Avellaneda apasionante. Con goles de Gabriel Hauche y Enzo Copetti, la Academia venció 2 a 1 a Racing como visitante, en un partido donde Lucas González había puesto el empate transitorio para el Rojo. Con el triunfo, el equipo que dirige Fernando Gago se subió a lo más alto de las posiciones de la Zona 1, al menos de manera transitoria.
Racing se quedó con el clásico con un gol sobre el final
El clásico tuvo un arranque furioso con un nivel de juego intenso y un cachetazo desde el vestuario. Fue Gabriel Hauche el que le sacó el jugo a una maniobra que se inició con un lateral en la puerta del área de la Academia pero tras un fallo en mitad de cancha llegó con velocidad a la otra costa. El entrerriano Tomás Chancalay comandó la acción, encaró y quedó mano a mano gracias a la fortuna de los rebotes. Punteó la pelota, pero el tiro dio en el poste. En el rebote el Demonio no falló y gritó el 1-0 a los 3 minutos.
El Rojo no tambaleó con el golpe y respondió inmediatamente de la mano de Leandro Benegas. El centrodelantero recibió de espaldas apenas dentro del área rival, aguantó, giró y sacó un tiro que pasó muy cerca del travesaño.
El juego tuvo más de 20 minutos de alto vuelo. Con acciones en los dos arcos. Primero fue Lucas Romero el que sacó un potente disparo desde afuera del área que obligó a Gastón Gómez a realizar una espectacular maniobra para evitar el gol.
También Carlos Alcaraz puso en aprietos a Sebastián Sosa con una interesante jugada que terminó con un disparo que pasó apenas arriba del travesaño. El arquero uruguayo también tuvo que estar rápido de reflejos para retener un disparo de Chancalay de larga distancia a la salida de un tiro libre cuando finalizaba la etapa inicial.
En el segundo tiempo, Independiente se mostró mejor armado. Desde el comienzo se posicionó en campo contrario y buscó el empate con buenos argumentos. Y ante tanto asedio del local, el ingresado Lucas González convirtió el 1 a 1 con un fuerte y esquinado disparo desde afuera del área.
El Rojo era el dueño del partido, arrinconó a Racing, aunque no estuvo fino en los últimos metros.
Después de los 35', la Academia comenzó a respirar y otra vez le vio la cara de cerca al arquero Sebastián Sosa. Por eso, sobre los 40', Enzo Copetti recibió solo dentro área ante la mirada de todos y definió suave para establecer el 2-1. Un baldazo de agua fría para todos en el Libertadores de América.
Independiente no pudo reaccionar. Mejor dicho prácticamente no tuvo tiempo para hacerlo, además de que Racing se cerró muy bien atrás para quedarse con la victoria.