El gobierno nacional prorrogó la emergencia hídrica por 180 días a partir de junio, en sectores del territorio de la cuenca del río Paraná por la bajante del río. La medida alcanza a Entre Ríos y a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Misiones y Buenos Aires sobre las márgenes de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú.
Prorrogan emergencia hídrica por la bajante del río en un contexto "un poco mejor que 2020 y 2021"
Se concretó a través del Decreto Nº 261/2022 publicado ayer en el Boletín Oficial. La emergencia hídrica se declaró originalmente el 24 de julio de 2021 por el lapso de 180 días, y se había prorrogado el 10 de marzo, por 90 días más.
La medida coincide con un período de permanencia de aguas bajas, aunque según el Instituto Nacional del Agua (INA), en la actualidad “las condiciones son en general mejores que las observadas en 2020 y 2021”, aunque aclara que la perspectiva climática aún no permite establecer un límite temporal del escenario de aguas bajas predominantes iniciado en marzo de 2020.
En la capital provincial, el río marcó ayer una altura de 1,63 metros, en tendencia descendente desde hace nueve días, y en retroceso desde el pico alcanzado el 21 de abril, de 2,52 metros, la mayor altura registrada en un año.
En ese sentido, hay que precisar que en toda la cuenca marzo y abril son habitualmente los meses con mayores precipitaciones, por lo que no resulta muy probable que se alcancen esos niveles nuevamente en el corto plazo.
De todos modos la perspectiva no es un horizonte negativo, con mediciones muy bajas o bajo cero de la altura del río en la región, como las alcanzadas en mayo de 2020, o incluso en febrero de este año.
Perspectiva
Según INA, la actual situación “mantiene distancia de la observada en la sequía/bajante de 1944 y de acuerdo con la perspectiva climática actual se considera baja la probabilidad de un acercamiento a tales condiciones extremas en los próximos meses”.
A más largo plazo, el último informe del INA plantea que en el litoral argentino se espera un trimestre con condiciones “levemente deficitarias o normales” de precipitación; lo mismo para las regiones de la cuenca del Paraná y Paraguay; y la del río Uruguay.
En tanto que la mayoría de los modelos meteorológicos indican “que persistirán condiciones de La Niña o La Niña débil al menos hasta agosto de 2022”.
“La perspectiva al 31 de julio no permite esperar un rápido retorno a la normalidad, con probabilidad de extenderse (la bajante) durante el invierno, si bien durante el último mes se observó una recuperación en los valores mínimos semanales de caudal y nivel asociado a la recarga de los almacenamientos en las áreas fuente (Alto Paraguay, Alto Paraná)”.
Detalles
En los fundamentos de la declaración de emergencia, el Gobierno señala: “El déficit de precipitaciones en las cuencas de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú es uno de los factores determinantes para la bajante histórica actual, considerada la más importante en nuestro país en los últimos 78 años”, y agrega: “Si bien se han atenuado los niveles de la bajante por efecto de lluvias puntuales y defluencias de las represas situadas en el área regulada de la cuenca del Paraná, se continúan provocando afectaciones sobre el abastecimiento del agua potable, la navegación y las operaciones de puerto, la generación de energía hidroeléctrica, el abastecimiento de combustibles y las actividades económicas vinculadas a la explotación de la cuenca conformada por los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú”.
Asimismo, también hay dificultades con “la generación de energía hidroeléctrica, el abastecimiento de combustibles y las actividades económicas vinculadas con la explotación de la cuenca conformada por los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú”.
El decreto también estableció la continuidad de las distintas medidas adoptadas hace un año, cuando se declaró la emergencia.
Asistencia
Así, los ministerios de Desarrollo Productivo y de Trabajo de la Nación continuarán con las acciones pertinentes para la preservación de la actividad productiva y puestos de trabajo; el de Obras Públicas, con la realización de obras de infraestructura; el de Seguridad, a través del Sistema Nacional de Alerta Temprana y Monitoreo de Emergencias (Siname), con el apoyo y toma de decisiones, y por intermedio del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir), la asistencia a las poblaciones ribereñas.
Por su parte, en la normativa del gobierno nacional se establece que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable mantendrá el control de incendios; el de Transporte seguirá observando las posibilidades de navegación y acceso a puertos; el Instituto Nacional del Agua brindará sus servicios técnicos en relación con la emergencia; la Secretaría de Energía asegurará el abastecimiento de energía eléctrica y el Ministerio del Interior se encargará de la coordinación con las provincias afectadas.
Además, el Banco Nación y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) mantendrán la asistencia en materia crediticia e impositiva respectivamente; y continúa la suspensión de plazos administrativos en las regiones afectadas.