Lenta y progresivamente, el sector vinculado a la realización de eventos sociales comienza a transitar la senda de la recuperación, tras casi 18 meses de profunda retracción y parálisis total producto de la pandemia del Covid-19.
Por fin de semana hay en promedio, unos 80 eventos sociales en Paraná
Foto: UNO/Juan Ignacio Pereira
Movimiento. En el sector alientan buenas expectativas para los próximos meses.
Desde marzo de 2020 a la fecha, hubo algunos períodos acotados en que bajo determinadas medidas y protocolos, se pudieron concretar fiestas sociales, como sucedió en el verano 2020-21. Ello incluyó nuevos horarios de habilitación, aforo, y fundamentalmente espacios al aire libre.
Sin embargo, la liberación masiva de las restricciones dispuestas por el gobierno nacional –y acompañadas por las provincias– permitió generar un movimiento significativo en el sector, que alienta buenas perspectivas para los próximos meses.
Fuentes del sector confiaron a UNO que el movimiento que se da hoy tiene que ver tanto con fiestas programadas para la fecha, pero en gran medida la recuperación de aquellas que en meses anteriores estuvieron impedidas por las restricciones para evitar los contagios de coronavirus.
Con la vuelta de la nocturnidad y las menores restricciones, por semana se realizan en promedio unos 80 eventos sociales, sean fiestas de 15 y casamientos fundamentalmente, en la capital provincial, según confió a UNO el director General de Habilitaciones, Guillermo Comas Cancio.
Admiten que debido a reprogramaciones las fiestas se han extendido a días como jueves y domingo.
Ante la consulta, el funcionario explicó que en general, estas reuniones se dan entre viernes y sábado, aunque admitió que a diferencia de lo que ocurría antes de la pandemia, se expiden autorizaciones también para los días jueves y domingo, aunque claro está, con otros permisos en materia de horarios.
En general esos días inusuales se deben justamente a la reprogramación que admiten desde el sector privado.
Respecto de las autorizaciones, Comas Cancio explicó que están alcanzadas por la normativa del Decreto Nacional 678, y en particular, rigen también bajo los parámetros de las distintas ordenanzas que regulan el funcionamiento de todos los eventos, incluyendo boliches bailables.
“Se están viendo muchas peticiones. Para este sábado (por hoy) son 40 con cumpleaños de 15, y 5 casamientos”, apuntó.
Destacó que al no haber más las restricciones horarias incorporadas por la pandemia, los eventos se realizan en diversos horarios. Y admitió que si bien todo se concentra para los días viernes y sábado, también hay los domingo y jueves, pero en esos casos la extensión horaria es acotada. Por Ordenanza N° 8.615, los eventos en fin de semana se pueden realizar hasta las 6 de la mañana.
El marco normativo es el que rige también para el funcionamiento de los boliches bailables, que volvieron a abrir sus puertas tras las aperturas de agosto.
En la capital provincial hoy hay habilitados cinco boliches.
El número revela tanto el impacto de la pandemia en el sector de entretenimiento nocturno, como en parte los cambios de hábitos.
45 Cumpleaños de 15 y casamientos estaban previstos y autorizados para anoche y esta madrugada.
Respecto de los permisos, el funcionario explicó que durante la actual gestión municipal se simplificaron los trámites, ya que se pueden hacer con un formulario digital, y se instruyó a salones de eventos para hacer las presentaciones correspondientes para cada evento, con los libres deuda de Juzgado de Faltas y de la Agencia Fiscal Municipal (AFIM). En las notificaciones se menciona la cantidad de personas, y los responsables de los distintos servicios, sea gastronómico, de música, con la fecha y horario de realización.
En cuanto a la tarea de control por parte de la repartición, indicó que los inspectores buscan cotejar el cumplimiento de la capacidad del espacio, y precisamente que se cumpla hoy con el aforo estipulado del 50% en espacios cerrados. Esa capacidad está dada, apuntó, para el caso de ambientes interiores. De todos modos, en el marco de la pandemia, el Estado ha incentivado al uso mayor de espacios abiertos y/o ventilados suficientemente, con el objetivo de atender las medidas preventivas contra el Covid-19. En caso de ampliación de capacidad, si se pretende extender un aforo, se debe denunciar e informar de qué modo se haría y en qué espacio.
“Para la fiscalización de los salones se han realizado capacitaciones de inspectores, para la lectura de QR que permite visualizar certificados de vacunación. A los lugares se concurre con un dispositivo denominado ‘cuenta ganado’, que permite determinar la cantidad de personas que hay”, explicó.
La medidas de control e inspección han ido variando en estos últimos meses, conforme los cambios en la situación sanitaria y la vigencia de restricciones.
En el actual contexto de flexibilización y eliminación de algunas limitaciones, la tarea de Habilitaciones de la Municipalidad continúa siendo la detección y búsqueda para corroborar la realización de eventos en espacios habilitados y que justamente se desarrollen con las medidas de seguridad e higiene mínima.
“Lo ilegal es que no estén habilitados y no se cumplan las medidas de protección y protocolos. En promedio se detectan unos dos eventos por fin de semana. Hay que entender que no terminó la clandestinidad”, dijo, para marcar la diferencia que actualmente se puede dar que haya un evento social en una quinta, o si en realidad se trata de algo comercializado para generar ingresos.
Es como sucedía en la pre-pandemia, respecto de fiestas clandestinas que no tenían autorización, se cobraba entrada y eran comunes en quintas ubicadas en la periferia de la ciudad, generalmente. “Como Dirección corroboramos y comprobamos este tipo de anomalías. Se labra el acta y por cinco días el denunciado puede hacer el descargo correspondiente y presenta pruebas a su favor.
En cuanto a la detección de fiestas en períodos de la pandemia en que estaban prohibidos, dijo que se hicieron más de medio centenar de actas, aunque son individuales. Esa cifra aproximada, que puede llegar hasta 80 personas desde la declaración de la pandemia, fueron notificadas por el Juzgado de Faltas municipal. Ello incluye el período desde junio pasado, en que se había puesto en vigencia un endurecimiento de las multas para combatir la clandestinidad. Mediante ordenanza se impuso un monto mínimo de 270.000 pesos, aunque el máximo –por agravantes– podía llegar a 2.231.000 de pesos.
“Ninguna de todas las labradas, según el último informe que tuve correspondiente al mes pasado, se acogió al plan de pago voluntario. Por lo tanto, para esos casos, el municipio deberá procurar el cobro de las multas a través del apremio fiscal”, contó Comas Cancio. Vale recordar que para el pago voluntario, rige un descuento del 50% del valor de la multa.
“Hay procesos en trámite, y tres apeladas”, acotó, acerca de sentencias del Juzgado de Faltas municipal que fueron recurridas a la Justicia en lo Contencioso Administrativo.