Varios móviles y personal uniformado de la PFA y el equipo de investigadores llegaron para emprender la requisa de una vivienda ubicada en avenida Mitre al 2.900 de San José sobre la ruta que une esa ciudad con Colón.
Se informó a UNO que en la finca intrusada viven un adolescente de 17 años y su madre.
Si bien desde la Justicia de Colón, como de parte de los policías de Buenos Aires se indicó que había secreto de sumario y un fuerte hermetismo, se conoció que el procedimiento tenía que ver con una información suministrada por el FBI e Interpol y otros organismos de seguridad nacional e internacional que cruzaron datos relevantes sobre la existencia de una red de jóvenes que estaban siendo preparados para una autoeliminación.
Si bien no es el mismo, se precisó que el mecanismo de instigación, era muy parecido al juego de la Ballena Azul en donde a los adolescentes se les proponía una serie de juegos y metas hasta llegar al punto final de quitarse la vida.
Al parecer, una denuncia recibida desde España, hacía saber que en Argentina una persona invitaba a un suicidio colectivo y trascendió que la fecha de este suceso estaría programada para el 17 de agosto y ya tenía una gran cantidad de presuntos participantes, por lo que se iniciaron las investigaciones que llevaron al grupo de elite de la Policía Federal a allanar la vivienda de San José.
Por lo pronto, desde la Justicia se dispuso la contención inmediata del menor en cuestión, su asistencia con profesionales, y al mismo tiempo investigar los contactos en las redes sociales y el análisis de las dos computadoras existentes en el domicilio.
El trabajo determinó la llegada de la Unidad Especial con un Laboratorio Móvil que emprenderá las primeras pericias informáticas, y luego sguirán en los laboratorios de Buenos Aires.
El temor a una convocatoria a un suicidio masivo de jóvenes había puesto en alerta a la Interpol, cuyo integrante de la plana mayor es el jefe de la Policía Federal Argentina, Néstor Roncaglia. Con el alerta se dispusieron varias medidas, y una de ellas fue requisar la finca de San José, donde se llegó a través del IP de la computadora.
También de modo paralelo, se busca localizar en esta jornada al líder en Argentina, que sería el contacto directo con España y que es señalado como el coordinador de la maniobra de "lavado de cabeza" con los jóvenes argentinos.