Un joven de 17 años que administraba un grupo de Instagram e incitaba a los seguidores a la autoflagelación y al suicidio colectivo, fue detectado por la Policía Federal, vía FBI e Interpol, y contenido junto a su familia, en la localidad entrerriana de San José, departamento Colón.
Un joven entrerriano incitaba al suicidio colectivo para el 17 de agosto
El menor, inmerso en una familia con graves problemas de violencia, era el segundo administrador de un grupo de la mencionada red social, que había sido creado en España y tiene ramificaciones en Europa y Argentina.
Efectivos y especialistas de la Policía Federal, con apoyo de personal de la departamental de Policía de Colón, allanaron el viernes 11, la casa del menor y secuestraron material probatorio que, por estos días, está siendo peritado por expertos en delitos informáticos.
Los seguidores del grupo, unas 1.500 personas, eran incitados a autoflagelarse y estaban siendo convocados por el joven entrerriano a quitarse la vida este 17 de octubre.
De la investigación surgió que el perfil de los seguidores del grupo eran "adolescentes y jóvenes con problemas familiares y víctimas de bullying escolar".
Por estos momentos, un grupo interdisciplinario de profesionales tratan a la familia del joven, compuesta por su madre y un hermano de 12 años, quienes están siendo contenidos en una institución de San José.
La investigación
El grupo de Instagram (del cual se hace reserva del nombre) fue iniciado en España y se conoció debido a la salida de una de las víctimas, quien aportó datos, chats y capturas de pantalla. Entre los seguidores, mayormente provenientes de Europa, se encontraban cinco argentinos, uno de los cuales es el chico de San José.
A través de FBI e Interpol, la Policía Federal inició la investigación de los seguidores argentinos y llegó hasta la localidad del departamento Colón donde fue allanada una vivienda. El material secuestrado fue enviado a Buenos Aires donde está siendo peritado, bajo instrucción de Procuración dedicada a delitos online que encabeza el fiscal Horacio Azzolín.
De la investigación surgió que los miembros de la red se conocían y comunicaban a través del chat de Instagram sin hacer publicaciones grupales a la vista y ya tenían una fecha para quitarse la vida en masa.
Una de las víctima captadas, de 15 años, oriunda del País Vasco, lo denunció y abrió la puerta a la investigación. El fiscal y su equipo recibieron la causa el lunes 7, cinco días antes del allanamiento en San José. Ahora la Justicia investiga los chats para intentar salvar la vida de los jóvenes cooptados.
En tanto, el joven entrerriano fue institucionalizado a través del Área de Niñez Adolescencia y Familia (ANAF) por orden de la jueza de Garantías local, doctora Natalia Céspedes.