Cuando Maximiliano Alejandro Delgao vio a los policías que lo iban a interceptar en un camino vecinal del ejido norte de Villaguay, se cortó el cuello con el mismo cuchillo con el cual, minutos antes, había asesinado a puñaladas por la espalda a su expareja, Viviana Barreto. El hombre de 31 años está imputado por el delito de Homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género, que, en caso de sobrevivir, lo llevará a prisión de por vida.
Sigue en estado reservado el femicida que se degolló tras asesinar a su expareja
Delgao, tras ser auxiliado en el lugar ubicado en inmediaciones de la escuela N° 40, fue trasladado al hospital Santa Rosa de Villaguay, y luego fue derivado en una ambulancia al hospital Masvernat de Concordia, donde permanece alojado en la Unidad de Terapia Intensiva. Ayer se informó desde la Policía a UNO que aún está en estado reservado, debido a la lesión que se autoinfligió con el cuchillo, que fue secuestrado en el lugar.
El crimen de Barreto fue el primer femicidio del año, y tuvo lugar en la misma ciudad donde el año pasado ocurrió el doble femicidio de Rosa Páez y su hija Florencia, cometido por Brian Ballesteros.
Delgao atacó a su expareja adelante de los tres hijos que tenían en común, todos menores de edad. Los niños son testigos claves del asesinato, pero posiblemente no sean citados a declarar, para no revictimizarlos, ya que las circunstancias del hecho y la responsabilidad de Delgao es contundente con los elementos que la fiscal Nadia Benedeti ya tiene en el legajo de investigación.
Los menores, luego del hecho, quedaron a disposición del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), y después fueron entregados a familiares maternos, al cuidado de con quienes quedarán en adelante.