Julián Rodríguez visitó una vez más los Tribunales de Paraná, pero esta vez para declarar como testigo en el juicio que intenta determinar las responsabilidades de Luis Roberto Molina y de Lautaro Luna en el homicidio de Marcelo Mastraccio, ocurrido el 25 de marzo de 2014 en Paraná. Más conocido como el Gitano del barrio Hipódromo, Rodríguez dijo que no estuvo ni tuvo nada que ver con el crimen que se investiga. Sin embargo, otro testigo y víctima del hecho, Jesús Sala, que estaba junto a la víctima, asegura que fue quien los entregó para ser atacados a balazos. En un fuerte careo, Rodríguez y Sala se mantuvieron en sus dichos, por lo que el episodio quedará a consideración del Tribunal.
Aquella tarde, alrededor de las 20, Mastraccio y Sala iban en una moto por calle Provincias Unidas hacia el este. Al llegar a la esquina con Artigas, pararon en el semáforo y otra moto se detuvo al lado. Cual si fueran sicarios, uno se bajó y los atacó a balazos, mientras que el conductor lo esperó a la vuelta para luego escapar. Así fue como ayer lo recordó Sala al declarar ante el Tribunal: “Íbamos en la moto y se puso otra a la derecha. El de atrás saltó y ahí ¡pa, pa!, los disparos. El otro siguió hasta la vuelta de la esquina, lo esperó y después se fueron”. El joven resultó ileso pero Mastraccio recibió dos balazos, por los que murió dos semanas después en el hospital San Martín.
En su declaración, Sala nombró a Rodríguez y lo ubicó en la escena: dijo que iba con ellos en otra moto adelante, que al llegar a la esquina ellos pararon en el semáforo pero él siguió y cruzó en rojo, al tiempo que levantó la mano, como haciendo una seña para dar vía libre a los asesinos. Segundos después se produjo el ataque a balazos. Cabe recordar que el Gitano está cumpliendo una condena por el homicidio de Emanuel González, ocurrido el 7 de junio de 2013 en Villa Mabel, con un modus operandi similar al crimen de Mastraccio. También, Rodríguez fue sentenciado por haber tiroteado a dos policías de la comisaría 13ª durante un procedimiento .
Sin embargo, cuando declaró Rodríguez, dijo que aquella noche estaba en su casa y que no tiene nada que ver con el hecho. Por esto, se dispuso que se realizara un careo entre los dos testigos.
El Gitano comenzó diciendo:
-No sé qué tengo que hablar con él, porque ni lo juno.
-Y si vos nos fuiste a buscar a nosotros- aclaró Sala.
-¿De qué me vas a junar vos, yo nunca estuve con vos, nunca te vi, qué andas diciendo mentiras delante del juez? Decí la verdad- le recriminó Rodríguez, más nervioso.
-Estoy diciendo la verdad- aseguró Sala con voz tranquila, sin sobresaltarse.
-A vos no te juno, perdé cuidado ¿me entendés? Esa noche yo estaba en mi casa, en mi barrio Hipódromo, somos muchos hermanos y somos parecidos ¿no te habrás confundido por las dudas?- le preguntó el Gitano.
Consultado por la fiscal Carolina Castagno, Rodríguez dijo que “a Mastraccio lo conocía de vista, pero no tenía trato”, y volvió a negar que aquella noche hayan estado buscando al responsable del robo de una moto. “Yo estaba en mi barrio tomando una cerveza con mi hermano, no sé quién es él, nunca lo vi”, insistió.
La fiscal le volvió a preguntar a Sala si lo había visto a Rodríguez esa noche, y el muchacho dijo “sí”.
Por último, Rordíguez dijo, ya ofuscado: “Nosotros somos siete hermanos y somos todos parecidos, ¿y si él estuvo drogado o qué se yo y dice que fui yo? Porque últimamente todo fue el Gitano”.
Uno de los dos imputados por el homicidio de Mastraccio, salió airoso de la audiencia de ayer, ya que el principal testigo lo desvinculó del hecho. Se trata de Papín Molina, quien se encuentra detenido en la Unidad Penal N° 1. Jesús Sala aseguró que el sujeto que saltó de la moto, sacó un arma y comenzó a dispararles “tenía el pelo por los hombros, tatuajes en la mano derecha y le faltaba un diente”. La confusión comenzó cuando Mastraccio estaba internado en el hospital, y dijo primero que había sido un tal Chule Sosa, pero luego mencionó a Molina.
Sin embargo, ayer Sala fue contundente: “No lo conozco, no sé quién es, pero si lo veo lo reconocería. Yo pensé que se llamaba Papín Molina, pero no es él”, aseguró señalando al imputado, y agregó: “El que efectuó los disparos no está en la sala”.
Por otro lado, Sala no dudó en marcar la presencia de Lautaro Luna en la escena del crimen: “El que conducía la moto es Luna”, aseveró.
Luna, por su parte, ejerció ayer su defensa e intentó desligarse del hecho: afirmó que aquella tarde había ido a pescar con un amigo a Bajada Grande. Luego, para ratificar esta versión, fueron a declarar dos amigos: Julio Saavedra, quien recordó que estaba en una esquina cuando vio pasar en una moto a Luna y otra persona, que se iban a pescar, y llevaban un bolso y una caña. Luego declaró Matías Sebastián Casal, que relató que el día del homicidio se habían ido a pescar con Lautaro a Los Arenales, que estuvieron allí hasta las 21, luego regresaron y a la medianoche se enteró que habían matado a un joven cerca de su casa.
Otro de los testimonios de la jornada de ayer fue el de un vecino y amigo de Molina, Gabriel Godoy, quien afirmó que la noche del asesinato de Mastraccio habían estado juntos comiendo un asado en su casa. El hombre, también conocido como Sucundum, recordó que Molina y su pareja se retiraron hacia su vivienda a la medianoche.
El debate continuará el lunes con los alegatos de la fiscal Carolina Castagno y el abogado defensor Javier Aiani, en los que intentarán convencer con sus argumentos al Tribunal integrado por José María Chemez, Elbio Garzón y Miguel Giorgio.
Señalaron al “Gitano” Rodríguez como el entregador en un crimen
Enredos. En el juicio por el homicidio de Marcelo Mastraccio, el condenado por un homicidio y una balacera contra policías, quedó bajo sospecha. Uno de los acusados fue desvinculado.
13 de febrero 2016 · 09:15hs