En el marco de la investigación del homicidio de Enrique Pablo Atencio, ocurrido en su precaria vivienda ubicada bajo el puente blanco de calle Ameghino de Paraná, la causa se encamina con la imputada como única autora del crimen del jubilado de 75 años: Andrea Guadalupe Lacombe Fischer, de 28. Tal como había adelantado UNO, el móvil del asesinato fue el robo de una garrafa. La prueba fundamental fue secuestrada y será cotejada con otros elementos. Pero todo indica que la situación de la mujer es cada vez más complicada.
Homicidio bajo el puente: recuperaron garrafa robada al jubilado
La causa que lleva adelante el fiscal Juan Malvasio y la División Homicidios de la Policía, tiene a Lacombe Fischer alojada en la Unidad Penal N° 6 de Paraná, luego de haber sido trasladada al Hospital Escuela Salud Mental por una grave patología de adicción a drogas, tal como ella contó al ser interrogada. Seguirá allí con prisión preventiva, medida que en menos de un mes será revisada y posiblemente prorrogada, teniendo en cuenta la cantidad de evidencias que se reunieron en la causa.
Una de ellas es el "botín" que se apoderó la mujer en la noche del martes 2 de agosto, la garrafa sustraída a la víctima. Se pudo llegar a ese elemento a través de testimonios y cámaras de seguridad de la zona. Se pudo establecer el recorrido desde el lugar donde residía Antencio, bajando por las escaleras al costado del arroyo Antoñico hacia calle Cuba, donde le pidió ayuda a un hombre para cargar la garrafa, y luego se habría subido a un remís que la llevó hasta el barrio San Martín, donde ella vive.
En el barrio, los investigadores entrevistaron a todos los vecinos. Algunos vieron llegar a la mujer con la garrafa y pudieron localizar al hombre que se la compró, quien es a esta altura un testigo crucial del caso. Este hombre entregó la garrafa, que será cotejada con otros elementos. Por ejemplo, con trozos de mangueras que fueron cortadas: unas partes se hallaron en la "vivienda" de Atencio y otros en el domicilio de Lacombe Fischer. Se cree que cortó esos caños para poder sustraerla (en lugar de desenroscarlo). Estas pericia de comparación se realizará para llevar más certeza, tanto sobre la autoría de la joven en el homicidio como en el móvil del mismo.
Asimismo, se va descartando la posibilidad de que la mujer haya tenido un cómplice en el homicidio. Inicialmente se buscó al hombre con el que la vieron llevando la garrafa, pero este sólo la habría ayudado por unos pesos a trasladarla. También se sospechó de su pareja. Pero finalmente se apunta a que ella misma fue quien entró a la finca del jubilado y le asestó 15 impactos en el cráneo que terminaron con su vida.