Roberto Caccioppoli, jefe de la Aduana de Paraná, fue quien aportó la información sobre la magnitud del contrabando. Luego de relatar lo que ocurrió la mañana del 14 de julio de 2016, contó que trabajaron para determinar el valor de la droga secuestrada. Habitualmente, explicó, se debe establecer un aforo de cada elemento que ingresa o egresa del país, es decir estimar el valor para el pago de impuestos. Como se trataba de un producto ilegal, se comunicaron con los investigadores de la Policía Federal que trabajaron en la tragedia de Time Warp, quienes les refirieron que cada pastilla de éxtasis se vendía en la fiesta electrónica a 300 pesos, adosada en la parte inferior de una botella de agua. De este modo, pudieron valuar el cargamento en una suma superior de los 20 millones de pesos. Esto evidencia además el golpe económico que se le efectuó a la organización narco.
A su vez, Caccioppoli refirió que, tras consultar distintas fuentes, todas coincidieron en que nunca en el país se había incautado semejante cantidad de una droga de diseño.
También declaró el funcionario de la Aduana de apellido Piedrabuena, quien explicó de qué manera detectaron la encomienda con droga. Relató que, en principio, les pareció demasiado pesada la caja para contener ropa, tal como había argumentado Grilli, ya que rondaba los 20 kilos. Se trataba de una caja con unas bolsas con ropa y un colchón inflable que tenía unas aberturas. Cuando lo abrió, se cayeron unas pastillas y así descubrieron las bolas con la droga.
La del Puerto de Paraná es una Aduana primaria, por lo cual sus funcionarios están habilitados a abrir las encomiendas ante una presunta irregularidad. Esta facultad les permitió el hallazgo.
Por otro lado, declaró el dueño del hotel Bahía, ubicado en avenida Ramírez, donde habitualmente se alojaba Grilli cuando viajaba desde Buenos Aires a Paraná. El hombre recordó que una vez el huésped se alojó junto a un centroamericano, pero que no era el otro procesado, Jiménez Sánchez. Se trataría, según la versión defensiva, del sujeto a quien Grilli acusó de haber abusado de su confianza para importar ropa.
También se escuchó al testigo civil que participó en tal calidad del procedimiento, quien recordó que el conteo de las pastillas duró muchas horas, y que incluso trabajó en esa tarea: eran tantas que primero las agrupaban de a 100 y luego de a 1.000. Otro testimonio fue el de la expareja de Ávalos, quien afirmó que la relación de la mujer con Grilli le parecía sospechosa y siempre le recomendaba que no se juntara con él.
Hoy es el turno de los policías federales que investigaron la ruta del éxtasis, desde el día del descubrimiento del primer paquete y la detención de Grilli, cómo llegaron a Ávalos y finalmente al dominicano.
Dejá tu comentario