En el último trimestre del año pasado se sucedieron hechos y procedimientos policiales que marcaron a Entre Ríos como una de las rutas del tráfico de éxtasis. El primero y más importante por la cantidad de droga detectada ocurrió en septiembre, cuando cuatro personas ingresaban desde Corrientes con casi 11.000 dosis de pastillas. Todos los detenidos fueron procesados por el transporte narco. Ahora su situación se complicó al confirmarse esta resolución y quedaron más cerca del juicio.
Detenidos con cargamento de éxtasis, al borde del juicio
El hecho se descubrió el viernes 23 de septiembre, en el puesto caminero de San Jaime de la Frontera (Departamento Federación), ubicado en el kilómetro 289 de la ruta nacional 127. Los efectivos policiales detuvieron la marcha del auto Fiat Argo conducido por Víctor Alberto Capria, quien les exhibió una cédula de identificación de automotor que se encontraba vencida desde 2018. Esta irregularidad fue el primer motivo para profundizar el control: los uniformados le pidieron al conductor la apertura voluntaria de las puertas y llevaron a la perra detectora de drogas Eve, que inmediatamente marcó la presencia de sustancias en el asiento trasero.
Justamente esas butacas estaban a simple vista descalzadas y levantadas, y se divisaban numerosos envoltorios de nailon transparentes. Al retirarlas, constataron que eran pastillas que el mismo Capria les confirmó a los policías que se trataba de éxtasis, composición que luego se confirmaría con la pericia que resultó positivo para MDMA. En el conteo se determinó que eran en total 10.963, con un peso aproximado de 6,1 kilogramos.
LEER MÁS: Seguridad Vial: histórico secuestro de 6 kilos de éxtasis
Además, el hombre en un primer momento les había dicho que venía de Posada (Misiones) y después sostuvo que viajaba desde de Brasil, más precisamente de la ciudad de Uruguayana, y que se dirigía a Córdoba.
Los efectivos de Prevención y Seguridad Vial recordaron que unos minutos antes había pasado un auto Audi A4, cuyo conductor les indicó que estaban realizando un viaje idéntico. Le preguntaron al conductor del Fiat Argo si conocía a los ocupantes de ese auto, dijo que sí y nombró a “Gustavo”.
Se dispuso un operativo para alcanzar el Audi, que fue interceptado en un semáforo de la ciudad de San Jaime, a unos 10 kilómetros del puesto caminero. Allí iban dos hombres y una mujer que fueron demorados y requisados. Se trataba de Carlos Sutter, Gustavo Albarracín y Evelin González, quienes junto a Capria quedaron detenidos por orden de la jueza federal de Concordia, Analía Ramponi.
La magistrada ordenó también el allanamiento de las vivienda de los sospechosos en la ciudad de Córdoba. En el domicilio de Albarracín encontraron más pastillas de MDMA, cocaína y marihuana, y en la casa de González se halló una balanza de precisión con vestigios de cocaína.
Fue suficiente como para que Ramponi dictara el procesamiento para los cuatro por transporte de estupefacientes agravado por la intervención de más de tres personas, y la prisión preventiva de los tres hombres. Además, le imputó la tenencia de drogas con fines de comercialización para Albarracín. Asimismo, los embargó por la suma de 2.000.000 de pesos.
Apelación y confirmación
Los abogados defensores cuestionaron esta resolución y acudieron ante la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná. Entre otras cuestiones, cuestionaron el procedimiento policial y rechazaron que quienes iban en el Audi hayan tenido conocimiento de lo que llevaba Capria en el Argo.
En particular, la defensora pública oficial Noelia Quiroga, que representa a Evelin González, sostuvo que la mujer “forma parte de la gran mayoría de mujeres imputadas por delitos de tráfico de estupefacientes, quienes se ubican en los últimos eslabones de la cadena, y su poder y disposición se encuentran sumamente disminuidos en comparación con sus ‘superiores’ varones, los que tendrían el dominio del hecho, el conocimiento total y el poder de dirigir los acontecimientos”.
El fiscal general Ricardo Álvarez pidió confirmar la resolución de la jueza y, entre otros argumentos, sostuvo destacó el informe migratorio que da cuenta que ambos rodados egresaron del país hacia Brasil y reingresaron a Argentina en idénticas fechas y por la misma frontera.
Los camaristas Mateo José Busaniche, Cintia Graciela Gómez y la Beatriz Estela Aragnuren, por un lado, validaron el procedimiento policial al considerar que los policías tenían suficientes indicios para dar los primeros pasos sin la orden judicial, ante las circunstancias sospechosas que registraron.
“Si bien deberá profundizarse la investigación en relación a delimitar la responsabilidad y vínculo entre los consortes, lo que ayudará a especificar mejor cuál ha sido el aporte de cada uno, mientras tanto cabe mantener el resolutorio apelado, pues satisface el juicio de probabilidad propio de esta instancia procesal”, sostuvieron en el fallo.
De este modo, queda la situación tal como estaba, más complicada para los acusados, que irán a juicio y un panorama por el cual no se descarta un acuerdo de juicio abreviado, una vez que el expediente llegue al Tribunal Oral Federal de Paraná.