Cuando los policías de Toxicología ingresaron a su domicilio, la mujer supo que iba a regresar al lugar donde pasó mucho tiempo de su vida: la Unidad Penal 6 de mujeres de Paraná por tres condenas por narco. Para ocultar la prueba, se llevó a la boca varios envoltorios de nailon con un total de 22 gramos de cocaína. No los tragó, pero una parte se desprendió y se descompuso. Debieron internarla pero luego se recuperó y le dieron el alta, aunque no volvió a su casa sino que quedó detenida en la Alcaidía. En las próximas horas, Claudia Bernal será imputada por narcomenudeo.
Claudia Bernal: tres condenas y otra vez detenida por narco
La mujer de 54 años se encamina hacia una posible cuarta condena por venta de drogas. Ostenta el rótulo de ser la primera (y una de las muy pocas personas) condenada en la historia de la provincia por el delito de Lavado de activos, en este caso proveniente de la venta de drogas. Tuvo en total cuatro causas por el mismo delito, fue absuelta en una y condenada en tres de ellas.
Esta vez, investigadores de la Dirección Toxicología recibieron el dato que era totalmente creíble: Bernal y algunos de sus parientes siguen vendiendo droga en sus domicilios de Villa Mabel. La fiscal Paola Farinó abrió el legajo de investigación, se reunieron distintas evidencias y el Juzgado de Garantías autorizó los procedimientos para desbaratar, otra vez, las actividades delictivas del clan familia.
Según se informó a UNO, los efectivos comenzaron los tres allanamientos a las 19 del jueves y concluyeron llegada la medianoche. Fueron sobre calle Combatientes de Malvinas al 1.500, donde históricamente residió la familia Bernal. No hubo mayores inconvenientes, más allá del episodio en el cual la principal sospechosa quiso ocultar la droga en su boca porque no llegó a arrojarla por el inodoro, como suele suceder.
También se encuentran sospechados en la causa una de las hijas y el exmarido de Claudia, quienes no quedaron detenidos pero no se descarta que los imputen por algún tipo de participación en la actividad delictiva.
Se secuestraron diferentes cantidades de cocaína y marihuana fraccionadas para su comercialización, dinero en efectivo, un teléfono, una moto y elementos para el fraccionamiento de sustancias.
La situación de Bernal y sus allegados, es un claro ejemplo de la realidad del narcotráfico en la región. Puede haber bandas más o menos organizadas, con mayor o menor nivel de volumen de drogas distribuido y dinero ganado. Pero no hay carteles, sino predominantemente clanes familiares que se asientan en determinados territorios y desarrollan el comercio de drogas al menudeo, conectados a sus proveedores. Lo que sociólogo Javier Auyero, en Entre narcos y policías, denomina “microrredes predadoras”.
Claudia Bernal había adquirido notoriedad en 2015, cuando se desarrolló el juicio por el homicidio de su sobrino Miguel Alberto Solioz. Por el hecho, juzgaron a otro sobrino suyo, Jesús Marcos Mendoza, más conocido como Perpeto, quien fue absuelto. En su declaración, este hombre acusó a su tía de ser la autora intelectual del crimen. La mujer, por su parte, admitió que el conflicto que se daba en ese tiempo entre dos facciones de la gran familia era por una disputa relacionada a la venta de drogas.
En las próximas horas, la fiscal Farinó indagará a Bernal y luego se analizará la medida cautelar que deberá cumplir, posiblemente una prisión preventiva que podría ser en la cárcel o en la modalidad de arresto domiciliario.