Les venden el terreno, esperan que construyan la casa, los amenazan, aprietan, apedrean y tirotean hasta que se vayan; les desvalijan la vivienda y la ocupan. Varias familias han sufrido el violento accionar de un clan familiar delictivo en el barrio Nueva Ciudad, de Paraná: empezaron con el sueño de la casa propia, y terminaron en una pesadilla: se fueron con lo puesto, entre los tiros.
Clan del barrio Nueva Ciudad ataca a familias, desvalija las casas y las ocupa
Por José Amado
Algunos de los integrantes de la familia tienen condenas por homicidios, balaceras y violentos asaltos, como el ocurrido en la YPF del Acceso Norte. Sin embargo, pese a la acumulación de causas, actúan impunemente.
El último episodio lo sufrió una familia la semana pasada, hecho que fue denunciado en la comisaría 14ª y demandó la intervención de grupos especiales.
Según informó a UNO la Policía, la historia comenzó el año pasado, cuando una pareja con una hija pequeña pudo comprar un terreno en ese barrio ubicado en la zona norte de la ciudad, por calles Carlos Darwin y Gobernador Crespo. Con boleto de compra venta incluido, accedieron al lote que tenía una construcción destruida y abandonada, y tramitaron un crédito, que les permitió hacer una casa: pisos, techos y paredes, aberturas de aluminio, todas las instalaciones nuevas. Se mudaron y la ilusión se hizo realidad. Pero poco después, empezaron los problemas con quienes les habían vendido el terreno.
El terreno fue vendido en junio, y en septiembre se mudaron. En ese momento, los delincuentes comenzaron a desplegar su modus operandi: buscaban conflictos en forma permanente. La semana pasada, las exigencias de dinero o armas y las amenazas por teléfono eran constantes, hasta que el jueves los apretaban con armas de fuego y se les metieron en la casa. Durante la madrugada del viernes pasaron un infierno, entre ladrillazos y tiros, mientras preparaban la mudanza para esa mañana. Pero los violentos no solo buscaban echarlos, sino robarles todo.
Un móvil policial los acompañó para cargar los muebles en una camioneta, pero ni eso les impidió atacarlos hasta con tiros al aire con una pistola calibre 9 milímetros. Mientras los policías pedían apoyo de grupos especiales para intervenir en la situación, en la esquina de calles Darwin y 1.461, unos delincuentes irrumpieron en la casa y otros se robaban lo que habían cargado en el vehículo de la mudanza. La familia quedó en la calle, sin muebles, colchones, documentos, ropa. Nada. Encima, ahora deben seguir pagando las cuotas de un crédito durante varios años, por algo que no tienen.
Una situación similar la sufrió otra familia a fines del año pasado. Luego de un tiempo de sufrir amenazas y aprietes, el 24 de diciembre salieron y, al regresar, se encontraron con el clan familiar adentro, todos armados hasta los dientes. La pareja con un niño de 2 años quedó en la calle. Y así, habría al menos dos o tres casos más, de víctimas que sufrieron el mismo accionar.
Los hechos están en conocimiento de la Fiscalía, y la situación de emergencia de la familia desalojada la semana pasada contrasta con los tiempos de los funcionarios de Tribunales.
Fuentes policiales consignaron a UNO que los acusados de apretadores, ladrones y ocupas son conocidos en el ámbito delictivo, y que cuentan con varias causas penales en trámite, e incluso condenas por delitos graves. Los sindican como responsables de muchos de los robos ocurridos en la zona, e incluso han sucedido asesinatos dentro del grupo familiar: uno de ellos cuando era menor mató a un primo, y otro está con prisión perpetua por asesinar al abuelo.
Sin explicación: matan, roban, balean y siguen libres
Elías Ezequiel Vera asesinó a balazos su primo, en 2015, cuando iba en moto por calles Rondeau y Ambrosetti. El año pasado, lo imputaron por el violento asalto en la YPF del Acceso Norte, ocurrido el 10 de junio, donde le pegaron un tiro en un pie a una empleada; pero en seguida quedó libre.
Tres meses después, cuando el preso Claudio Borgeat salió de la cárcel, fue atacado a balazos, con la misma pistola utilizada en aquel robo, y sospechan que fue el mismo Vera el autor. Las razones son, no solo la pericia balística sobre la vaina servida hallada en el lugar del hecho, sino la imagen de una cámara de vigilancia de la esquina de la cárcel en cuyo video se lo puede identificar, junto a una mujer a bordo de la moto. Por esta causa, se libró un pedido de captura.
Además, Vera acumula causas por otros robos cometidos en la ciudad, como a un remisero que lo encañonaron y tirotearon.
Nadie se explica cómo el joven de 21 años sigue libre. Y algunos se preguntan si la pistola 9 milímetros que usó para el robo en la YPF es la misma que la semana pasada mostraba para amenazar a sus vecinos.
Vera es familiar directo de Fernando Moreyra, el joven que asesinó de un tiro a su abuelo, Francisco Coronel, en noviembre de 2017 en el mismo barrio Nueva Ciudad. Una hermana del imputado y condenado a prisión perpetua, también estuvo señalada como cómplice, siendo menor. El hecho se mencionó como una discusión por la quema de unas ramas, pero en el trasfondo habrían estado las denuncias de la víctima a sus parientes, así como el asesinato del joven en 2015, que también era nieto de Coronel.