El robo perpetrado en un local de cobro de servicios en la localidad de María Grande fue tan silencioso como las noches de cuarentena. Con un sigilo llamativo, uno o más ladrones ingresaron a un comercio a través de un galpón lateral, tras vencer una puerta desvencijada, y abrieron una caja fuerte con mínimo esfuerzo: rompieron una tapa de la misma que estaba soldada porque habría sido abierta en un robo anterior. Se llevaron la bolsa con la recaudación de 230.000 pesos, cifra que está asegurada por la entidad financiera recaudadora.
Abrieron caja fuerte y se llevaron dinero del cobro de servicios
El hecho se registró en horas de la madrugada de ayer, y el dueño del local lo denunció en horas de la mañana. Dijo en la comisaría de la localidad de Paraná Campaña que al abrir el negocio que funciona en el mismo domicilio donde él vive, observó que habían violentado la caja fuerte y se llevaron la bolsa con el dinero, producto del cobro de boletas en la sucursal del Entre Ríos Servicios. El hombre estaba durmiendo y ni él ni los vecinos escucharon nada.
En el lugar del hecho trabajó personal de la dependencia policial local, de la Dirección Criminalística y la División Robos y Hurtos (Investigaciones). Constataron que el ladrón que ingresó rompió un candado y luego de atravesar una puerta accedió al lugar donde se encuentra la caja fuerte. Llamó la atención que el delincuente no fue provisto de amoladora ni otras herramientas especiales, sino que utilizó las mismas herramientas que encontró en el domicilio, las cuales dejó desparramadas en la escena del crimen.
No hizo un hueco en la estructura de la caja ni rompió la cerradura que tiene un pequeño teclado para su apertura, sino que descalzó la tapa de la misma, haciendo palanca con un destornillador. Esa parte de la caja fuerte se encontraba soldada aparentemente por un hecho ilícito anterior. Esto hace sospechar a los investigadores que el ladrón podría haber tenido conocimiento de la facilidad para perpetrar el robo.
Ningún vecino escuchó ni vio nada extraño, y en los controles policiales por cuarentena en la ciudad, en los accesos y en las rutas no se detectó ningún movimiento sospechoso. Tampoco hay cámaras de vigilancia en las inmediaciones que pudieran haber registrado a los autores del hecho. Sí se levantaron algunas huellas dactilares que van a ser analizadas para ver si se puede identificar a alguien.
Se indicó que la suma robada al local ronda lo que la entidad financiera cubre como seguro ante un robo, que será tramitado por el damnificado
El hecho de guardar en el local una suma de 230.000 pesos se debe a que en María Grande, como en la mayoría de las localidades pequeñas, no hay sucursales bancarias donde los cobradores puedan efectuar los depósitos en la misma jornada.
Por el momento, se aguarda por los avances en la pesquisa, que tiene algunos aspectos llamativos para los investigadores.