Instaurada en el 2000 por el papa Juan Pablo II, este domingo 24 de abril se celebrará la fiesta de la Divina Misericordia, en la que se venera especialmente la imagen de Jesús Misericordioso, de acuerdo a la descripción de la religiosa polaca Santa María Faustina Kowalska.
Paraná: este domingo misa de la Divina Misericordia en el futuro santuario
Gentileza Arzobispado de Paraná
Templo. En calle Perú 675 de Paraná se encuentra el futuro santuario de Jesús Misericordioso.
En Paraná, la fiesta patronal será en el futuro santuario dedicado a Jesús Misericordioso, calle Perú 675. Las misas serán en los siguientes horarios: a las 8, a las 9.30, a las 11, a las 16 y a las 19. Media hora antes de cada una de las misas se rezará la coronilla.
La misa de las 11 será presidida por el arzobispo, monseñor Juan Alberto Puiggari y se celebrará para pedir el eterno descanso de todos los difuntos, especialmente de los fallecidos durante la pandemia y últimamente los fallecidos durante el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Historia de la fiesta litúrgica
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo de 2000 un decreto en el que se estableció, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será "segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia".
Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril: “En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros”.
Nacida en Glogowiec (Polonia) en 1905 y fallecida en Cracovia en 1938, santa Faustina entregó su joven existencia en las Hermanas de la bienaventurada Virgen María de la Misericordia, conformándose generosamente a la vocación recibida de Dios y a una intensa vida espiritual, rica de dones místicos y de fiel correspondencia a los mismos. El relato de cuanto el Señor ha obrado en ella para beneficio de todos, lo ha descrito ella misma en el "Diario de mi alma".
Se convirtió, por tanto, en la inspiradora de un movimiento destinado a proclamar e implorar la Divina Misericordia por todo el mundo. Canonizada en el 2000 por San Juan Pablo II, el nombre de santa Faustina pronto fue conocido en el mundo entero, promoviendo en todos los miembros del pueblo de Dios, Pastores y fieles laicos, la invocación de la Divina Misericordia y su testimonio auténtico en la vida de los creyentes.