El hockey sobre patines de Paraná quedará marcado en la historia. El entrerriano Paulo Giraudo fue el árbitro de la final del primer Mundial de Clubes de Primera, que tuvo lugar en San Juan. La definición la jugaron Barcelona de España y Sporting Lisboa de Portugal. Para Giraudo es un orgullo y fue responsable de representar a la provincia y a Paraná, y destaca su trayectoria desde 2019, enfrentando desafíos para mejorar la percepción del arbitraje en Entre Ríos.
Un juez de Entre Ríos en la cima del mundo
Entre Ríos vivió un hecho histórico gracias al árbitro paranaense Paulo Giraudo, quien fue el encargado de impartir justicia en la final del Mundial de Clubes.
Giraudo desde Entre Ríos forjó una gran carrera dentro del arbitraje.
En el estadio Aldo Cantoni fue escenario de la final del Mundial de Clubes de Patín, donde Barcelona de España y Sporting Lisboa de Portugal se midieron ante un estadio repleto. En una final vibrante, el legendario equipo portugués se consagró campeón al vencer por 3 a 2 en tiempo suplementario. Y ahí estaba el paranaense Paulo Giraudo dejando bien arriba al arbitraje entrerriano y argentino. De esta manera, el entrerriano nuevamente estuvo en una final dejando bien representando al arbitraje entrerriano y argentino.
A sus 53 años, Giraudo volvió a ser protagonista internacional, reafirmando su lugar entre los mejores árbitros del mundo en este deporte. No es la primera vez que representa al arbitraje argentino en lo más alto: ya había sido designado para dirigir la final del primer Mundial de Clubes Femenino, disputado también en la provincia de San Juan en mayo, con presencia de equipos de Argentina y España.
El entrerriano de 53 años habló con UNO sobre su labor en la definición del certamen.
“La verdad que es un orgullo muy importante y una responsabilidad muy grande también. Un orgullo, porque, bueno, es el primer Mundial de Clubes de hockey sobre patines, a nivel masculino. Hace cuatro meses tuvimos el primer Mundial de Clubes de a nivel Femenino y también árbitro de la final. Es una un orgullo muy grande poder representar a todo el arbitraje de América, de Argentina, de Entre Ríos en particular, porque yo antes que nada soy entrerriano, y a su vez, una responsabilidad muy grande, porque hay que estar a la altura, hay que estar a la altura de las circunstancias”.
Luego comentó: “El partido de ayer (por el domingo) fue jugado por dos equipos profesionales, como el Barcelona y el Sporting, que con jugadores y cuerpos técnicos que viven de esto, viven del deporte, que es algo muy lejano para nosotros aquí, por eso es una responsabilidad muy grande”.
En cuanto a su labor en el arbitraje de la provincia comentó: “Soy árbitro de la liga local en la provincia. A lo mejor, no en la cantidad que me gustaría, porque, bueno, por cuestiones laborales, no puedo estar todos los fines de semana disponible, pero sí soy árbitro en Paraná”.
Se sabe que Paraná no es una potencia en el hockey sobre patines, pero su trabajo y constancia lo dejó entre los mejores no solo del país sino del mundo. Sobre eso Giraudo aseveró: “La verdad que es algo que hace unos años atrás era medio impensado que un árbitro de Paraná sea internacional. Comencé mi primer torneo internacional fue en 2019, y ahí comencé una carrera bastante buena que me ha llevado a dos mundiales, la Copa Intercontinental, este mundial de clubes. La verdad que siempre ha sido difícil para el arbitraje de Paraná, porque la gente de Argentina, sobre todo la gente de San Juan y Buenos también, y Mendoza, siempre pensaron que el nivel del arbitraje en Entre Ríos no era bueno. Creo que ahora estamos cambiando esa percepción que están teniendo consideración”.
“En todos los partidos de este campeonato mundial pedí que cuando hicieran la presentación de los árbitros, no dijeran que era de Argentina, yo quería que dijeran que era de Paraná, Entre Ríos. Para darle para darle una impronta mayor al hecho de llegar de desde una provincia que no tiene la tradición del hockey, que puede llegar a tener Mendoza o San Juan, en este caso”, manifestó el paranaense.
“En el mundial había dos equipos sanjuaninos, uno mendocino, por una cuestión de cantidad de árbitros, no se lograba la neutralidad pura, es decir, cuando jugó un equipo argentino, tuvo que arbitrar algún árbitro argentino, pero en el caso mío, por ser, justamente, de Paraná, y no ser ni de Mendoza ni de San Juan, que eran los equipos representativos de Argentina, fui árbitro de equipos sanjuaninos”, comentó el entrerriano.
El legado de Paulo Giraudo trasciende lo deportivo: es la muestra de que, con esfuerzo y dedicación, se pueden romper prejuicios y abrir caminos nuevos. Su historia ya quedó escrita en las páginas doradas del hockey sobre patines argentino e internacional. Giraudo mezcla su pasión por el deporte y su trabajo de contador.
Paulo Giraudo y una trayectoria que deja huella en Entre Ríos
El camino de Paulo Giraudo no fue sencillo. Sin pertenecer a una provincia con estructuras profesionales o ligas fuertes, construyó una carrera basada en la perseverancia. Su crecimiento y reconocimiento internacional son hoy un orgullo no solo para Entre Ríos, sino para todo el arbitraje argentino. Su historia demuestra que el talento, cuando se combina con pasión y compromiso, puede abrir puertas incluso en escenarios donde todo parece más difícil.