Inter Miami le ganó 5-1 a New York Red Bulls por la semana 21 de la MLS en el Sports Illustrated Stadium. Lionel Messi fue la gran figura del encuentro con un doblete y una actuación magistral. Los otros goles del equipo de Florida los marcaron Telasco Segovia (por duplicado) y Jordi Alba, mientras que Alexander Hack abría el marcador.
Lionel Messi tuvo una noche brillante en la goleada de Inter Miami
Inter Miami aplastó 5-1 a New York Red Bulls en la MLS. Lionel Messi anotó dos goles, fue la figura y lideró la victoria en el Sports Illustrated Stadium.
Inter Miami ganó con Lionel Messi imparable.
El encuentro comenzó con intensidad y fue el local quien golpeó primero: Alexander Hack puso el 1-0 para New York Red Bulls a los 14 minutos. Sin embargo, Inter Miami reaccionó con rapidez. A los 23’, Jordi Alba empató el partido con un zurdazo dentro del área, y solo tres minutos después, Telasco Segovia dio vuelta la historia con una gran definición.
Antes del descanso, Segovia volvió a decir presente y firmó su doblete a los 47’, ampliando la diferencia a 3-1. Inter Miami se fue al entretiempo con el control total del juego y un Lionel Messi cada vez más protagonista.
Lionel Messi, la figura del encuentro
El segundo tiempo fue un recital del equipo de Messi. A los 59’, el argentino definió tras una buena jugada colectiva para anotar el 4-1. Diez minutos más tarde, volvió a aparecer en el área para sellar el 5-1 definitivo y encender a los fanáticos presentes.
Con el resultado asegurado, Gerardo Martino aprovechó para rotar el equipo. Salieron figuras como Sergio Busquets, Jordi Alba y el propio Telasco Segovia, mientras que el local también movió el banco sin poder cambiar el rumbo del juego.
Lionel Messi fue ovacionado por los hinchas y se llevó todos los flashes, no solo por los dos goles sino por su manejo del ritmo, la precisión en los pases y su presencia en cada jugada peligrosa.
Inter Miami volvió al triunfo con autoridad y se mantiene en lo más alto de su conferencia. Del otro lado, New York Red Bulls sufrió una dura derrota en casa, sin respuestas ante un rival muy superior.