Y un día Facundo Conte decidió armar sus valijas para volver a su país, a su origen, a sus raíces. Luego de 15 años El Heredero retornó a Argentina para jugar en el club de sus amores. Volvió para ser parte de Ciudad Vóley y reencontrarse con sus inicios. Pero no vino solo, ya que consigo se trajo un sinfín de aprendizajes, una madurez deportiva, enseñanzas y, como si fuera poco, una medalla de bronce colgada en su cuello y tatuada en su brazo.
Facundo Conte, mano a mano con UNO
Por Alan Barbosa
Foto: Archivo/UNO
Facundo Conte se retiró del vóley profesional.
Juan Manuel Hernández/ UNOER
El jugador de vóley, Facundo Conte, decidió regresar al país tras 15 años para jugar en el club de sus amores. Habló del presente, Selección Argentina y más.
Juan Manuel Hernández/ UNOER
Facundo Conte contó con orgullo la obtención de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Aquella lucha por el tercer puesto ante Brasil en Tokio 2021 quedará para la historia. Esa camada de jugado- res se exigió tanto que al final lo logró. Lo lograron. Son el orgullo del pueblo argentino. “Volví a Polonia y no tenía con quien celebrar semejante triunfo. No conocía a nadie. No tenía otros argentinos conmigo, ¿Cómo no voy a querer volver?”, se preguntó Facundo Conte, de 33 años.
Y en su vuelta, la ciudad de Paraná tiene el privilegio de verlo disfrutar de la Liga de Vóleibol Argentina. En el estadio Luis Butta de Echagüe se lleva adelante el tour número 4 de la LVA y el punta receptor arribó a la capital entrerriana junto a su equipo, Ciudad Vóley. Es por eso que UNO tuvo el privilegio de tener un mano a mano con uno de los máximos referentes del deporte en los últimos 10 años. Hijo de Hugo Conte, otro histórico. Sin embargo, esa mochila no le pesó. Se desligó del apellido e hizo historia propia. En la charla extensa habló de su debut, pasó por la Selección Argentina, se detuvo unos instantes en su gira de 15 años por el exterior y se reencontró con su país.
Debut
Facu es hijo de Hugo Conte, ganador de una medalla de bronce en Seúl 88. También contra Brasil, el clásico rival. La sangre tira y El Heredero, como lo apodan en las canchas, comenzó a jugar al vóley desde muy temprana edad. También confesó que era muy deportista y jugaba a todo lo que podía.
“Hice atletismo, handbol, fútbol, softbol y natación. Me gustaba el deporte. Se me daba bien. Genéticamente vengo de deportistas así que siempre tuve esa pequeña conexión. A medida que iba pasando el tiempo y se iban superponiendo mis actividades de a poco iba dejando afuera otras cosas para jugar al vóley o el handbol, que también se me daba bien”.
Pero no todo fue color de rosas. Ya que por un tiempo dejó el deporte. Así lo contó: “Hubo un momento que lo dejé de lado porque no tenía ganas de lidiar con la mochila de ser hijo de...”. A su vez, agregó: “Lo dejé un par de años pero lo sentía adentro. Necesitaba volver. Tengo esa locura por que la pelota no caiga. Eso marca una diferencia notoria con la mayoría de los deportes. A mí particularmente me ha emocionado esa adrenalina de no poder parar la pelota. Es como jugar con un globo en un cuarto. No se tiene que caer, es lo único que importa. En otros deportes la podes parar, pensar, pasarla. Acá no, es solo un golpe. Es más, creo que el deporte en equipo por excelencia porque si o si se la tengo que pasar a mi compañero”.
Vuelta
Fueron 15 años lejos de casa. Amplio recorrido por canchas de Italia, Polonia, China, Brasil, Rusia. “Volví porque necesitaba conectarme emocionalmente con lo que estaba haciendo. Al vóley nunca lo vi como un trabajo, por eso es que el año pasado estando en Polonia fue la primera vez que me pesó trabajar de voleibolista y estar en un lugar en el cual ya no quería estar”, comenzó El Heredero.
“El triunfo de los Juegos Olímpicos me dio ese permiso personal para hoy elegir estar en Argentina. Es realmente donde quiero estar y nunca pude por seguir mis aspiraciones. Las decisiones anteriores fueron netamente profesionales pero la del regreso es más bien personal. Es la decisión más egoísta que he tomado en mi vida pero es la que me hizo muy feliz. Estoy muy conforme con haber tomado esta decisión”, agregó, conmovido.
Estar 15 años fuera de casa no es fácil. Irse tan joven con una mochila cargada de sueños es para pocos. Facundo Conte es uno de ellos y así contó su aprendizaje fuera del país que lo vio nacer. “Me enseñó un montón de todo (risas)”. “Siento que soy un camaleón porque he estado en muchísimos países diferentes con culturas muy diversas entre sí. Y ni hablar con la nuestra. Aprendí idiomas. Aprendí a abrir mi cabeza y entender que lo que hacemos es porque lo aprendimos y no porque es lo que está bien. Por eso es que en otras culturas se hacen cosas diferentes y para ellos está bien”, agregó.
“Llevar la bandera Argentina orgullosamente por los países del mundo fue hermoso porque el jugador argentino tiene algo especial. Tiene ese chimichurrí que lo hace diferente”, destacó el opuesto de Ciudad Vóley.
“Hoy, en mi vuelta, mi motivación es entrar a la cancha y ver a chicos que admiran el vóley, que me admiran a mi. Poder ser un motor de motivación para aquellos que están aprendiendo para mi es un orgullo. Me conecta mucho más con lo que estoy haciendo adentro de la cancha”, agregó.
Selección Argentina
Es integrante de la Selección mayor desde 2008. Siendo muy jóven debutó en su primer Mundial disputado en Italia 2010 y terminando como quinto máximo anotador del torneo. “Entré en el 2008 al grupo de la Copa América. Era juvenil todavía y tuve la oportunidad de viajar con los mayores. Fue un honor tremendo. Estaba muy emocionado. Fui ganando lugar rápidamente y eso me ayudó muchísimo a lo largo de toda mi carrera. Jugar con esta camiseta implica estar al máximo nivel. Quizás no lo tenía pero Argentina me dio ese espacio para poder expresarme, aprender y también recibir golpes”.
Con Argentina consiguió la medalla de Oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y, la más importante para él, la medalla de Bronce obtenida en Tokio 2021.
“Fue una alegría absurda. Se me pone la piel de gallina cada vez que lo cuento. No conocía, hasta ese momento, la alegría que en- traba en mi cuerpo. Fue un largo proceso para lograr el objetivo en los Juegos Olímpicos. Coronó un periodo de 15 años de Selección. Parecía inalcanzable y terminamos logrando un objetivo grandísimo. Sentí que pude realizarme como jugador. Yo y todo el grupo humano que no bajó los brazos en ningún momento”.
Y prosiguió, haciendo semejanzas con el grupo conformado por Lionel Scaloni que obtuvo el Mundial en Qatar 2022. “Messi, el mejor de la historia, lo intentó durante muchos años a pesar de las derrotas, a pesar de las críticas. Lo siguió intentando y lo logró. No me gusta el fútbol, sin embargo me emocioné mucho con el mundial. Lloré a más no poder”.
“Salvando las diferencias, a nosotros nos pasó lo mismo. Poder lograr algo con la Selección era un sueño, sin duda alguna. Con el grupo humano que formamos hemos hecho algo increíble. Nos debemos los unos a los otros. Creo que ese grupo fue muy similar al de La Scaloneta en la convicción, el deseo de ganar, la fortaleza grupal. Algunos de nosotros pensábamos, sentíamos y sabíamos que podía llegar a ser el último torneo con la Selección. Entonces dejamos todo. Es la última bala que tengo y la voy a aprovechar. Ese fue el mensaje”.
“Fue el momento más alto en mi carrera. Un éxtasis. Recuerdo ese partido con Brasil y se me pone la piel de gallina. Lo más difícil de todo fue aceptar que ya había sucedido, que ya pasó, que lo habíamos logrado. Hoy es un recuerdo, queda en mi memoria. Me cambió la vida. Fue lo más in-creíble que me pasó en mi carrera. Lo voy a llevar para siempre en mi corazón, en mi mente y en mi piel”, contó, conmovido, el referente del voleibol argentino.
Liga Nacional
“El vóleibol argentino está mejorando. Hay 12 clubes nuevamente después de 10 años, lo cual es importantísimo. Parte de lo conseguido en Tokio impulsó al vóley, lo cuál está buenísimo. Se puede hacer más, siempre se puede hacer más, pero hay que entender el contexto en el cual estamos”, mencionó Conte.
“El mensaje para aquellos amantes del deporte es dejar todo en cada pelota. Hasta la última gota de sudor”, cerró Facundo