A lo largo de los ensayos de pretemporada y en los tres primeros juegos oficiales del 2024 el entrenador de Patronato sostuvo una base en el 11 inicial. Esto le permitió a Augusto Picco transformarse en una pieza clave en el mediocampo. Claro que el cordobés respondió con creces dentro del campo de juego para sostenerse como el portador del dorsal Rojinegro número 7.
Augusto Picco conquistó su lugar en el 11 Rojinegro
Por Matías Larraule
Prensa Patronato
Con un puñado de encuentros el volante central, de 20 años, exhibió solidez y personalidad en el juego. Le brindó equilibrio al equipo. Aportó criterio para manejar el esférico. Picco es la rueda de auxilio para la última línea cuando el Santo adelanta líneas. A su vez se sumó al circuito ofensivo cuando intentó sorprender al ingresar al área adversaria.
“Cuando cumplí el sueño de debutar en Primera no imaginé que tan rápido iba a ser una parte importante del equipo. Es muy bueno y lo estoy tratando de aprovechar al máximo porque no es nada fácil que un chico del club se meta en el 11 titular seguido”, resaltó Picco, en diálogo con Ovación.
Augusto comenzó a escribir su historia en la entidad de barrio Villa Sarmiento a fines de 2018 cuando se trasladó desde la localidad cordobesa de Arroyito hacia Paraná para someterse a una prueba de jugadores. Tras superar la evaluación se radicó definitivamente en la capital entrerriana a inicios de 2019 para incorporarse al plantel de Séptima División.
En 2021 fue citado para formar parte del banco de suplentes en la categoría reserva. Su estreno en este nivel se produjo al año siguiente. En total disputó 33 juegos en la antesala de Primera División.
El descenso de Patronato a la Primera Nacional llevó a Picco a sumar mayor protagonismo en el equipo de Cuarta División. La llegada de Rodolfo de Paoli le permitió sumar rodaje con el plantel profesional. Sobre el cierre de la temporada 2023 el cordobés cumplió el sueño anhelado: el estreno en Primera División.
El 23 de septiembre Picco integró la alineación inicial en la derrota por 3 a 1 ante Temperley en el estadio Alfredo Beranger. A partir de ese juego el pibe formado en la cantera Rojinegra no abandonó más su lugar en el 11. En total registra siete juegos consecutivos.
“Estoy conforme como estoy jugando. Se que puedo dar más igual. Los partidos me irán dando las cosas que faltan. Con el correr de los partidos me iré sintiendo mejor todavía”, aseveró el mediocampista que observó un progreso en su juego. “Me veo más asentado. No me cuesta tanto los partidos. El jugar me permite leer mejor las jugadas. Ahora se cuando tengo que correr y cuando no, cuando tengo que salir y cuando tengo que quedarme en mi zona. Esto solamente te lo dan los partidos y la experiencia de jugar. En esas cosas me veo mejor, pero también soy consciente que tengo mucho por mejorar todavía”, se sinceró, con total claridad y madurez a pesar de su juventud.
En apenas cinco meses Picco, como lo llaman sus compañeros de plantel, logró naturalizar su presencia dentro del 11 inicial. “Al estar metido pensado en los partidos y en los entrenamientos me olvido de disfrutar realmente lo que estoy consiguiendo, pero la familia y los amigos te lo hacen saber. Ellos me recuerdan lo que he logrado. Ahí caigo y me doy cuenta de lo que estoy experimentando”, señaló el jugador que tuvo un breve paso por las formativas de Belgrano de Córdoba.
Su timbre de voz expresa su carácter sereno. Esta característica de su personalidad lo llevó a vivir con naturalidad los primeros pasos que realizó en el máximo nivel. “Gracias a Dios no me paso de estar nervioso ni ansioso el día del debut. Los compañeros que tenía en ese momento me apoyaron, me hablaron, me hicieron sentir cómodo. Entré a la cancha sabiendo lo que tenía que hacer confiando en mi. Eso no fue un problema”, rememoró.
Augusto observó una evolución de Patronato en el campeonato. “Se fue viendo en el rendimiento grupal, individual y en los resultados”, subrayó. “De Agropecuario a All Boys hubo una mejora y de ese juego a Tristán Suárez hubo otra mejora. Coronarlo con un triunfo de visitante fue muy importante para sumar, para estar arriba y para el ánimo del grupo. De hecho hacía mucho que no lográbamos ganar de visitante”, valoró.
El éxito ante el Lechero, en el partido bonaerense de Ezeiza, tiene un valor agregado para el Rojinegro. “”Es el primer triunfo del año, es el que más cuesta y más se hace esperar. En lo anímico para el grupo, y para cada uno de nosotros son más que tres puntos. Ahora debemos saber aprovecharlo”, aspiró.
Picco resaltó la claridad del mensaje que baja el cuerpo técnico que encabeza Walter Perazzo. “Es un cuerpo técnico transparente que te da un mensaje claro y te hace entender que es lo que quieren. Para el jugador es fácil más allá del sistema táctico y las formas de jugar porque cuando se expresan bien captas rápido lo que quiere el entrenador de nosotros. Lo vamos entendiendo y lo demostramos en la cancha”, recalcó Picco, quien comenzó a palpitar el duelo del próximo domingo ante Colón, en Santa Fe.
“Será un lindo encuentro que dará que hablar. En lo personal será una linda experiencia porque nunca jugué en ese estadio. Colón es un equipo que llena su cancha todos los partidos. Será un lindo desafío para lo individual y grupal. Será un parido que daremos pelea y trataremos de sacarlo adelante”, se entusiasmó el pibe que conquistó su lugar en la alineación del Rojinegro, y va por más