El papa Francisco llamó por teléfono a un vecino de San Lorenzo cuyo padre de la Capilla San Antonio de Padua de esa ciudad se negó a comulgar a su pareja por estar divorciada.
El Papa le dijo a una divorciada que comulgue
El llamado del máximo pontífice a Julio Sabetta sacudió a la vecina ciudad días atrás luego de que el padre Sergio, de esa parroquia, le negó la comunión a su actual pareja por ser esta divorciada de una anterior relación.
“Hoy me pasó una de las cosas más lindas después del nacimiento de mis hijas. Tuve la llamada en mi casa de nada más ni menos que del PAPA Fransisco, fue una emoción muy grande hasta el momento no caímos”, señaló exultante Sabetta en la red social Facebook.
El hombre comentó que la llamada “fue originada por mi señora que le envió una carta y él se tomó su tiempo para llamarla y charlar con ella. Les puedo asegurar que cuando te habla tiene una paz total. Gracias Dios por esta bendición!”.
En declaraciones a medios sanlorencinos, contó que todo comenzó cuando en setiembre de 2013 su esposa le envió una carta a Francisco. “La mamá de un amigo la incentivó para escribirle porque mi mujer se divorció antes de casarse conmigo por Civil, y no podía comulgar. Quería saber cómo hacer, porque sentía que le faltaba a la Iglesia si tomaba la comunión”, recordó.
“Ayer sonó el teléfono. Se presentó como el padre Bergoglio, dijo que estaba conmovido por la situación y le pasé con mi mujer. Habló unos 10 minutos. Le dijo que es un tema que está tocando en el Vaticano, porque el divorciado que comulga no está haciendo nada malo”, relató, no sin antes aclarar que les pidió perdón “por no responder antes”.
Francisco ya trató el tema de los divorciados con los cardenales. Ahora solo resta que la reforma avance, pero antes habrá que esperar que se resuelvan otras cuestiones más graves en el seno de la iglesia católica, informan las agencias internacionales.
¿Pueden comulgar?
Los miembros de la Congregación de la Doctrina para la Fe, en una carta a todos los obispos del mundo de fecha octubre 14, de 1994 dice: “La creencia errónea que tiene una persona divorciada y vuelta a casar, de poder recibir la Eucaristía normalmente, presupone que la conciencia personal es tomada en cuenta en el análisis final, de que, basado en sus propias convicciones existió o no existió un matrimonio anterior y el valor de una nueva unión. Esta posición es inaceptable. El matrimonio, de hecho, porque es la imagen de la relación entre Cristo y su Iglesia así como un factor importante en la vida de la sociedad civil, es básicamente una realidad pública.
Con este documento la Santa Sede afirma la continua teología y disciplina de la Iglesia Católica, de que aquellos que se han divorciado y vuelto a casar sin un Decreto de Nulidad, para el primer matrimonio (indistintamente si fue realizado dentro o fuera de la Iglesia), se encuentran en una relación de adulterio, que no les permite arrepentirse honestamente para recibir la absolución de sus pecados y recibir la santa comunión. Hasta que se resuelva la irregularidad matrimonial por el Tribunal de los Procesos Matrimoniales, u otros procedimientos que se aplican a los matrimonios de los no bautizados, no pueden acercarse a los sacramentos de la Penitencia ni a la Eucaristía.
Como menciona el papa Juan Pablo II en el documento de la Reconciliación y de la Eucaristía, la Iglesia desea que estas parejas participen de la vida de la Iglesia hasta donde les sea posible (y esta participación en la Misa, adoración Eucarística, devociones y otros serán de gran ayuda espiritual para ellos) mientras trabajan para lograr la completa participación sacramental.
Solo podrían acercarse a comulgar si, evitado el escándalo y recibida la absolución sacramental, se comprometen a vivir en plena continencia, ha dicho la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.
En el discurso del papa Juan Pablo II en la clausura del Sínodo celebrado en Roma en octubre de 1980, dijo que había que mantener la práctica de la Iglesia de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar. A no ser que cuando no puedan separarse, prometan vivir en total continencia, siempre que no sea motivo de escándalo. Esto es lo que pretende cambiar Francisco.
* Julio Sabetta en su perfil de Facebook recibió 45 comentarios de amigos que no podían creer lo que contaba.
* La carta la envió la mujer porque siempre van a misa y el sacerdote les niega la comunión por estar separada.
Otros llamados
“Hola, soy Francisco”. Después de haber pasado casi un mes desde que fue elegido Papa, Jorge Bergoglio tiene la práctica de realizar personalmente sus llamados telefónicos, sin causar ninguna molestia a sus asistentes para que lo comuniquen.
El Vaticano se ha ido con lentitud acostumbrando a la personalidad del exarzobispo de Buenos Aires, quien dejó como sorpresa una llamada a la centralita telefónica de la curia de los Jesuitas para lograr hablar con el padre general.
La persona que tomó al teléfono se llevó varios minutos para lograr si se trataba de una llamada en broma o si de verdad era el verdadero Papa hablando por el teléfono.
A este llamado le siguieron otros, como por ejemplo el que Bergoglio hizo al kiosko en Buenos Aires donde habitualmente compraba los periódicos, ocasión en la que habló con el diariero, o a otros conocidos, religiosos, amigos.
Francisco habló con los fieles desde el primer día. Todos recuerdan la madrugada que llamó a la catedral metropolitana para pedirle a los fieles que lo acompañen y que recen por él. Desde ese día las comunicaciones son comunes.