"La elección del Papa Francisco el 13 de marzo de 2013 es un día que quedó marcado en la historia y profundamente vinculado a la Iglesia Católica, Pueblo de Dios peregrino", indicó a UNO la Hermana Mercedaria del Niño Jesús, Sara Dalzotto, desde la misión argentina que lleva adelante en la Amazonía peruana.
"Un Papa de nuestro tiempo", dijo la hermana Sara
Por Dina Puntín
Francisco. "Prefiere una Iglesia accidentada por salir y extender su carpa hacia todos, atender especialmente a los pobres y personas vulnerables a quedarse en la comodidad, la seguridad, el encierro, paralizada y temerosa de los cambios", dijo la religiosa.
Mantaro. Es la región peruana donde la Hermana Mercedaria, Sara Dalzotto, se encuentra realizando el proyecto misionero "Iglesia argentina. Amazonía es tu Misión".
Posteriormente recordó cómo vivió ese día, 10 años atrás. "Me encontraba en Córdoba. Compartiendo fraternalmente y orando mucho por la elección del nuevo Pontífice. Se percibía una gran expectativa ¿Quién sería el nuevo Papa? Preguntas y conjeturas abundaban. Uniéndonos a toda la Iglesia en oración confiada y atentas a las informaciones compartíamos en la comunidad. En el momento que apareció la fumata blanca en la pantalla nos embargó un momento de suspenso; hubiese querido traspasar la pantalla para saber quién había sido elegido. Estábamos ante un gran acontecimiento muy importante para toda la Iglesia y también para el mundo. Una hora de espera, fue intensa y larga esa hora para aplacar nuestra curiosidad. Por fin apareció el Cardenal encargado de dar esperado anuncio: 'Habemus papam' (¡Tenemos Papa!) Que alegría cuando identificamos que el nuevo Papa era el Cardenal Jorge Mario Bergoglio. La algarabía llenó el lugar y la alegría se irradiaba. Inmediatamente comunicó: se llamará 'Francisco'. Nos impactó mucho y fue un primer mensaje que marcó una impronta para su misión. Sentí una emoción muy grande. Quienes estábamos reunidas lo conocíamos, habíamos estado en contacto en Ejercicios Espirituales o en Jornadas congregacionales en San Miguel, Buenos Aires. Algunas hacían presente recuerdos de sus visitas a nuestra Comunidad del Barrio de Caballito. Otras relataban cómo viajaba en tren hacia las periferias de la ciudad. Dichos, relatos, mensajes y la alegría por saber que fue elegido uno de nuestra tierra, que conocía nuestra realidad argentina y que llevaba a los pobres en su corazón de Padre y Pastor. Sentíamos que estábamos muy cerca y a la vez se le estaba encomendando una misión muy grande, inmensa, universal, ser el Pastor Supremo de la Iglesia, el Vicario de Cristo en la tierra".
Gestos
"Su actitud de saludar al pueblo reunido en la Plaza San Pedro y de pedirle que lo bendijera fue profunda humildad. Palabras y gestos del Papa Francisco cruzaron las fronteras geográficas, religiosas y políticas. Una nueva imagen de la Iglesia se irradiaba y una invitación a proclamar el Evangelio de Jesús en el mundo de hoy. La elección del nombre 'Francisco' fue y es otro mensaje muy elocuente que procura vivir permanentemente con palabras, gestos, actitudes y acciones. La atención a los pobres, su preocupación por los más necesitados es una constante y un llamado a todos los católicos y a las naciones del mundo", sostuvo la hermana que Integra el equipo misionero del Proyecto 'Iglesia argentina. Amazonía es tu Misión', en la región de Valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro.
Asimismo, destacó momentos de Francisco en este tiempo de misión pastoral. "Eligió vivir en la Casa Santa Marta y compartir la mesa con quienes allí viven. Cuenta que el día anterior dejó el hotel donde se hospedaba y pagó su propia cuenta. Lo hemos visto besar a todo bebé que le acercaron. En una de las celebraciones del Jueves Santo, en el lavatorio asistió a una prisión juvenil en lugar de la iglesia mayor, y allí lavó los pies no sólo de los hombres, sino también de mujeres y de musulmanes. En estos diez años de pontificado son muchos los hechos significativos para la Iglesia católica, para otros credos y para el mundo. Un hecho muy especial el Viernes Santo 2020, con la Plaza San Pedro vacía y bajo lluvia el rezo en solitario del Papa en la Plaza San Pedro. Rezó por toda la humanidad considerando que la oración es el arma vencedora de todo mal. Durante la oración se refirió al Coronavirus como una tormenta 'inesperada y furiosa'. Francisco aseguró que 'nadie se salva solo'.
Dentro de los hechos que destacó la religosa mercedaria se encuentran los escritos de Fancisco. "Estos diez años de pontificado han sido muy fecundos acompañados de un amplio Magisterio, atendiendo a diversas situaciones que atraviesa la humanidad. Publicó ocho Encíclicas. Las más conocidas son: 'Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común (24 de mayo de 2015). 'Fratelli tutti', sobre la fraternidad y la amistad social (3 de octubre de 2020). 'Evangelii Gaudium', sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013). 'Amoris laetitia', sobre el amor en la familia (19 de marzo de 2016). De las Exhortaciones apostólicas es muy significativa para América latina 'Querida Amazonía' (2 de febrero de 2020). Publicó una veintena de Cartas Apostólicas entre las que destaco: 'Carta Apostólica Misericordia et misera', con motivo de la clausura del Año Santo Extraordinario de la Misericordia (20 de noviembre de 2016). 'Gaudete et exsultate', sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018). Carta apostólica 'Patris corde', con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia universal (8 de diciembre de 2020)".
Para finalizar, destacó: "Actualmente impulsa el Sinodo de la Sinodalidad como un nuevo modo de ser Iglesia y de vivir la fe cristiana en nuestro tiempo al modo de Jesús. La sinodalidad como una dimensión constitutiva de la Iglesia. Se han realizado Asambleas en las Diócesis donde 'la escucha' ocupó un lugar esencial. Actualmente se están realizando asambleas regionales con representantes de los países que la integran. La sinodalidad tiene que ver con la peregrinación histórica del Pueblo de Dios. 'El ser histórico es peregrino y al ser peregrino es evangelizador' nos dice monseñor Miguel Cabrejos. Propone ser una Iglesia en salida. Una Iglesia valiente. Prefiere una Iglesia accidentada por salir y extender su carpa hacia todos, atender especialmente a los pobres y personas vulnerables a quedarse en la comodidad, la seguridad, el encierro, paralizada y temerosa de los cambios. Salir de la respuesta simple y poco comprometida del 'siempre se hizo así'. Una espiritualidad de la tienda, una espiritualidad del abrazo y de la itinerancia en la misión".