Las universidades de Entre Ríos se manifestaron este martes en Paraná en el marco de la Marcha Federal Universitaria para intentar un freno al ajuste y desfinanciamiento del gobierno nacional de Javier Milei, que según advirtieron les impediría funcionar más allá de mitad de año.
Rugieron las universidades
Las universidades de Entre Ríos llenaron plaza Mansilla para exigir a Milei que frene el desfinanciamiento. "Tienen miedo de que el pueblo se eduque", alertaron
Organizados y de forma independiente, estudiantes, docentes, trabajadores administrativos y de servicios, graduados, investigadores, profesionales, vecinos autoconvocados, sindicatos y organizaciones sociales marcharon por la tarde desde la plaza 1° de Mayo hasta el Centro Cívico.
En plaza Mansilla, frente a la Casa de Gobierno, leyeron un documento. "Contra el proyecto privatista y excluyente del gobierno de Milei: defendamos el derecho a la educación, la ciencia y la universidad pública", era el encabezado del texto.
La irrupción de las universidades
Fue la movilización más concurrida en muchos años de comunidades universitarias y educativas en general en la ciudad de Paraná. Manifestaciones de similar magnitud sólo logró en las últimas décadas el movimiento de mujeres y géneros, en fechas como el 8 de Marzo o en las marchas por la ley de Aborto Legal.
Los últimos antecedentes de marchas universitarias tan masivas fueron aquellas por la Normalización de la UADER durante el segundo gobierno de Sergio Urribarri.
Este jueves las comunidades de las universidades Nacional de Entre Ríos (UNER), Autónoma de Entre Ríos (UADER) y Tecnológica Nacional (UTN) colmaron las calles del centro de Paraná durante su trayecto y luego desbordaron la plaza Mansilla, que se llenó por completo.
Fueron más de 10.000 quienes se movilizaron en defensa de la educación pública y la ciencia. La columna que partió desde calle Corrientes hacia plaza Mansilla fue acompañada por automóviles y motos, con bocinazos y cámticos que deban relevancia de la unión entre docentes y estudiantes, “como se ha demostrado históricamente”, dijo una docente universitaria a UNO.
Graciela, una profesora jubilada mencionó: “Cuando arrancó la marcha me largué a llorar. Me emocionó ver a tantos movilizarse por algo que es de todos”.
Si bien lo que convocó fue el pedido de readecuación presupuestaria para las universidades –que cayó un 61% en 2023– la mejora salarial para los trabajadores y la actualización de los montos de las becas para estudiantes, los asistentes resaltaron que se trató de un momento histórico, una movilización que “va más allá, es el derecho de educarse”.
En este marco, Juliana, estudiante del Profesorado de Lengua y Literatura de la Uader expresó: “Quiero ser docente y lo digo con mucho orgullo, si la universidad no fuera pública, gratuita y laica no sé bien dónde estaría en este precioso momento. Quizás tendría que conformarme con no perseguir un sueño y estar trabajando en algo para simplemente subsistir y ayudar a mi familia.Incluso debatí esa pregunta con mis amigas, una de ellas si no estuviera estudiando en el ámbito público ni ella, ni su familia, ni su trabajo podrían costearle los gastos para hacer la carrera. Todos merecemos esta oportunidad. Sueños, ganas y metas hay en todos lados, y no discrimina edad, dónde vivas, clase social o posición económica”.
La joven agregó: “Mi mamá siempre me decía: el saber te da un poder que no te quita nadie. Ella pudo estudiar más de grande, casi con 40 años. De no haber sido pública su educación y que no haya una ley que decía que ella tenía derecho a estudiar hoy en día no sería la excelente enfermera que es. Y no quiero que sea menos importante el hecho de que siendo mujeres podamos acceder a este derecho. Porque pienso en mi abuela, que no pudo seguir ni siquiera hasta la secundaria porque eran otros tiempos, ella también tenía derecho, pero ahora al menos lo tengo yo y mis primas que son las primeras mujeres en la familia en acceder a la universidad y poder convertirse en profesionales. Nuestros padres trabajan y hacen lo que pueden para que estudiemos una carrera. Lo que estamos pasando ahora no lo quiero para los que nos sigan. Hoy nos unimos por una cuestión que ya sobrepasa lo político, esto tiene que ver con lo humanitario y la falta de empatía”.
Son múltiples las experiencias de estudiantes que este año debieron reducir la cantidad de cursada, por los costos del transporte y los materiales de lectura. O bien porque ante la crisis, priorizan encontrar trabajo para solventar los estudios, ante montos de becas “que alcanzan para dos cuadernillos”, ejemplificó Matías, estudiante de UNER.
En cuanto a la magnitud de la movilización, una estudiante de la regional Paraná de la Universidad Tecnológica Nacional expresó: “Es un paso histórico. Marca un antes y un después. Venimos acá a pedir más presupuesto para la ciencia y la tecnología, que este gobierno está desmantelando”.
"No se puede garantizar el funcionamiento"
El cuadro de situación que trazó el documento leído en el acto es alarmante. El texto fue consensuado a nivel nacional entre el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y las federaciones de docentes, estudiantes y demás trabajadores de las universidades. Advirtieron: "Hoy contamos con un presupuesto con índices del 2022, con una inflación interanual del 287%".
"En términos reales hoy las universidades cuentan con un tercio del presupuesto que tenían en comparación al año pasado", calcula el texto leído en plaza Mansilla Y anticipa que si la situación se extiende "no se puede garantizar el funcionamiento de nuestras facultades".
Respecto del discurso oficial del gobierno libertario, los universitarios acusaron que "mientras dicen que no hay plata, miles de millones de dólares se fugan en el pago de intereses de deuda externa. En enero se pagaron 10.000 millones de dólares, lo que equivale a más de 6 veces el presupuesto universitario nacional actual".
Además, mencionaron otras trabas que "frenan el funcionamiento regular" del sistema educativo y científico: "falta de acuerdos paritarios, suspensión total de obras de infraestructura, no renovación de sistemas nacionales becas, eliminación del Fondo de Incentivo Docente, devaluación de más del 70% y no actualización del presupuesto y salarios universitarios".
Hacia el cierre, el enojo de las comunidades universitarias movilizadas quedó plasmado con una clara confrontación al Gobierno: "No les gusta que la ciencia incomoda e investiga los problemas estructurales y desigualdades sociales del país. Tienen miedo de que el pueblo se eduque en instituciones públicas, porque saben que allí es desde donde se construye un pensamiento crítico y desobediente que se propone transformar las desigualdades sociales".
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El 23A en Paraná
Las columnas que encabezaron la marcha fueron los centros de estudiantes (facultades de Ciencias de la Educación y Trabajo Social de la UNER, Humanidades de la UADER, y de la regional local de UTN, entre otros) y agrupaciones como la Corriente Estudiantil Popular Antiimperailista (CEPA), el peronista Frente Universitario Popular y la Franja Morada vinculada históricamente al radicalismo.
Los estudiantes estuvieron secundados por docentes universitarios de UTN, UNER, UADER con sus respectivos sindicatos, al igual que los trabajadores administrativos y de servicios de las unidades académicas. A su vez, se manifestaron investigadores y personal del Conicet, el INTA y otros organismos fuertemente desfinanciados y ajustados por el gobierno nacional.
También se sumaron gremios relacionados a la educación como AGMER y AMET, los estatales de ATE, y acompañaron algunas organizaciones sociales como la Corriente Clasista y Combativa, Libres del Sur y Nuestramérica.
Según registró UNO recorriendo la multitud, la participación mayoritaria fue de estudiantes. También se ven muchos adultos mayores acompañando o acompañados por sus nietos e hijos. Casi no se vieron banderas de partidos políticos.
Además de Paraná, las ciudades de Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú también concentraban este martes a las comunidades de sus facultades e institutos locales por la Marcha Federal Universitaria.