El cuidado del cuerpo pasó a ser parte de la agenda cotidiana de millones de argentinos. Y en este contexto, el boom de los gimnasios no para: en los últimos años se multiplicaron en ciudades como Buenos Aires, Córdoba y Rosario, y Paraná también se sumó a esta tendencia, con cada vez más locales dedicados al fitness, muchos de los cuales incluyen además disciplinas como crossfit, pilates, yoga o entrenamiento funcional.
La cantidad de gimnasios en Paraná creció casi un 67% en sólo tres años
En 2022 funcionaban 150 gimnasios y ahora hay alrededor de 250. La oferta se expandió gracias a que más gente opta por hacer ejercicio físico
Por Vanesa Erbes
El boom de los gimnasios es un fenómeno a nivel nacional y Paraná se suma a esta tendencia
En 2022 la Cámara Paranaense de Gimnasios estimaba que en 2022 –ya con más flexibilizaciones tras la pandemia– eran alrededor de 150 los locales del rubro que funcionaban en la capital provincial. Hoy son alrededor de 250 los que forman parte de la oferta, es decir, un 66,67% más que hace tres años, con diferentes disciplinas que se promueven para dejar atrás el sedentarismo y adoptar un estilo de vida más saludable, según contó a UNO Diego Scocco, director de un grupo de gimnasios con extensa trayectoria en la ciudad.
El boom de los gimnasios
Las razones de este boom de los gimnasios son múltiples. En primer lugar, la pandemia precisamente generó una creciente preocupación por la salud y el bienestar en la población en general, y más personas comenzaron a priorizar la actividad física no sólo para mejorar la estética, sino como una forma de prevenir de enfermedades, reducir el estrés, fortalecer el sistema inmunológico y combatir el sedentarismo.
En segundo lugar, la cultura de las redes sociales y el auge de los influencers del fitness generaron un efecto. Compartir rutinas, progresos o incluso la visita al gimnasio se convirtió en parte de un estilo de vida, que sobre todo siguen los más jóvenes.
La economía también juega un papel importante: frente a la inflación y la incertidumbre, invertir en el propio cuerpo aparece como una gran opción, y cuantiosas personas prefieren reducir consumos en otros rubros pero mantener la cuota del gimnasio, lo que se percibe como una inversión en salud y autoestima.
En este orden, el mercado acompaña, y el acceso con planes accesibles y horarios extendidos ayuda a que más gente adopte un estilo de vida más saludable a partir de la actividad física.
Otro factor es el cambio en la concepción del gimnasio como lugar social. Ya no se trata únicamente de levantar pesas o correr en una cinta: los gimnasios modernos ofrecen clases grupales, espacios de coworking y hasta cafeterías saludables, lo que los transforma en puntos de encuentro.
Promover el ejercicio
Scocco, director del Grupo Oxígeno, fue uno de los impulsores de la Cámara que nuclea a los gimnasios en Paraná y es un gran conocedor de los cambios que hubo en la oferta y la demanda en los últimos años a nivel país. Sobre el primer caso, además de destacar el crecimiento que hubo, precisó: “En Paraná estamos hablando siempre de gimnasios de chicos. La mayoría son autoempleo y después hay otros medianos a grandes. Y en general en Argentina, y Paraná no es la excepción, al menos el 58% de los gimnasios son una opción de autoempleo, es decir, un profe que pone su espacio ahí y trabaja en eso”.
Y si bien sostuvo que es alentador que haya más lugares en los que la gente pueda hacer ejercicio físico y ponderó que en la capital entrerriana haya más centros de capacitación de los que surgen nuevos instructores, analizó que todavía es bajo el porcentaje de personas que entrenan. Sobre este punto, comparó: “En los últimos años ha crecido la actividad de gente que va a un gimnasio, pero sólo alrededor de un 1%: antes el 7,8% o el 8% de los argentinos practicaba regularmente ejercicio físico, y ahora es el 9% más o menos lo que ha crecido. Si bien esto suma, en países más desarrollados de Europa y en Estados Unidos tienen alrededor del 18%”.
“Si consideramos que en Paraná a lo mejor hay un 10% de la población que va al gimnasio, hablamos de unos 35.000 usuarios”, dijo, y reflexionó: “Considerando estos números, se bajó un poquito el nivel de sedentarismo en la Argentina, pero aún sigue siendo elevado, lamentablemente. Así que queda mucho trabajo por hacer. La expectativa es que siga en alza la cantidad de gente que se involucre con el ejercicio físico”.
Acto seguido, aclaró: “Siempre hablamos de ejercicio físico y no de actividad física. El ejercicio físico es algo que está puesto dentro de un plan, tiene pausas, tiene momentos, tiene tiempos, tiene carga y demás. Salir a caminar media hora por día ayuda a no ser sedentario, pero la verdad que el ejercicio físico es adonde se apunta, porque es lo que trae mayores beneficios”.
“Ojalá que siga creciendo este índice de actividad física. En Mercado Fitness, un evento que tuvimos la semana pasada y la anterior, justamente se hablaba de eso, de hacer el esfuerzo como industria de crecer un 1% más cada año. Hoy en la Argentina son 450.000 personas que hacen ejercicio físico, y eso equivale a 450 gimnasios de 1.000 personas cada uno. Es un número que cambia mucho la ecuación, y la industria está trabajando y yendo para ese lado, tratando de moverse en esa dirección”, comentó.
Mayor permanencia en los gimnasios
En la dinámica cotidiana de los gimnasios hay nuevos usuarios y a la vez personas que hace años que entrenan de manera constante. Acerca de esta cuestión, Scocco evaluó: “Hay gente nueva, y hay muchas más personas adultas que antes no iban y ahora han tomado el hábito de asistir al gimnasio y hacer ejercicio físico. Y lo que destacamos es que el usuario que ya conoce la actividad permanece mucho más tiempo, lo toma como un hábito saludable de 12 meses al año, cuando antes por ahí iban meses más estacionales. Y esto de permanecer mucho más tiempo dentro de los gimnasios es parte de la conciencia que hay actualmente con respecto a la importancia del ejercicio físico”.
En esta tendencia es clave muchas veces la elección de la disciplina, y explicó: “Las actividades que se pueden hacer son muchísimas y muy variadas. Lo que más se está viendo en todos lados es la preferencia por la actividad física vinculada al trabajo de la fuerza. Dentro de los salones donde se hace trabajo de fuerza también hay aparatos aeróbicos y demás. Las clases grupales últimamente han bajado un poquito, aunque no las de entrenamiento funcional, que siguen siendo las clases que más se toman hoy en cuanto a lo grupal. Y algo que ha vuelto a crecer en los últimos tiempos es el pilates, que ya tuvo un pico alto en la demanda hace ocho o 10 años atrás. Son por ahí las actividades que más se mueven y en pilates hay incluso un rango de todas las edades, cuando antes estaba destinado sólo a mujeres y principalmente más grandes. Hoy en día lo hacen todos: chicos, grandes, deportistas, porque es una actividad que es muy buena y combina el trabajo de la fuerza y la flexibilidad”.
Por último, instó a quienes aún no se decidieron a empezar una rutina de ejercicios físicos a que concurran al gimnasio: “El consejo principal es que vayan. La información sobre los beneficios de la actividad física está disponible en todos lados. Ir con un amigo ayuda a ser más constante y se están haciendo un favor a ellos mismos al elegir un estilo de vida más saludable”, concluyó.