Objetivos claros y tesón son dos condiciones que no faltan en quienes integran la Cooperativa Agropecuaria Federada Gobernador Mansilla, que funciona a partir de 2012 en la localidad homónima: aún en tiempos de crisis vienen apostando al crecimiento del frigorífico de carne ovina que compraron dos años después, para reacondicionarlo y ponerlo a funcionar a pleno en 2020 para abastecer a las carnicerías de la provincia.
Entre Ríos comenzará a comercializar carne ovina en otras provincias
Aun en tiempos de crisis, el frigorífico de Mansilla apunta al crecimiento en la producción de carne ovina. En junio tendrá su primera faena de tránsito federal.
Por Vanesa Erbes
Frigorífico de Mansilla
La producción de carne ovina se consolida en Entre Ríos
“Estamos convencidos de que con este frigorífico vamos a comenzar a transitar una nueva etapa en Entre Ríos, tanto los productores como los consumidores”, había dicho entonces Ricardo Garzia, actual presidente de dicha Cooperativa, y uno de los principales mentores de este proyecto repleto de desafíos. Uno de ellos fue consolidarse en un sector en el que reina la informalidad: se estima que el 90% de la cría y faena se realizan sin inscribir los animales, con faena a campo, sin garantizar la inocuidad del producto, que luego se vende a numerosas carnicerías. Otro reto constante es promover el hábito de consumo de carne ovina, más allá de una demanda estacional que crece cuando hay algún festejo puntual, como son las fiestas de Navidad y Año Nuevo o algún otro evento, y poder vender determinados tipos de cortes en vez del animal entero o la media res como sucede generalmente, y de este modo tener la chance de cambiar el esquema de producción, comercializando animales más pesados.
Estas situaciones, lejos desalentar a los productores que forman parte de la Cooperativa, los impulsaron a expandirse para poder comercializar ya no sólo la carne ovina, sino otros subproductos, trascendiendo el mercado entrerriano al lograr interesar a potenciales clientes en otras provincias, conquistando de esta manera un lugar en las góndolas de otras zonas del país y consiguiendo que más personas elijan esta opción para incorporarla a sus alimentos cotidianos.
Proyección
En este marco, Garzia contó a UNO que hace seis meses pausaron la actividad para refaccionar el establecimiento, y precisó: “La Cooperativa de Mansilla cerró el frigorífico en noviembre y hace una semana se terminó el reequipamiento y la readecuación edilicia para entrar al tráfico federal. Esto quiere decir que la carne que se faena en Mansilla va a salir de la provincia a otros centros urbanos. A raíz de esta certificación nueva, que contempla más inocuidad, muchos más parámetros de higiene y de manipulación del animal y de la carne, y que incluye buenas prácticas de faena y demás, nosotros pretendemos poder tener una demanda mayor al campo y una oferta mejor hacia adelante”.
Asimismo, subrayó: “Vamos a poner todo de nosotros para que Entre Ríos cambie este problema histórico, que yo diría que ya es cultural, que es la enorme informalidad que hay en el sector y que la venimos marcando desde que empezamos el proyecto allá por el año 2012”.
Al respecto, detalló: “El año pasado datos oficiales marcaban que la provincia ya estaba en el 90% de informalidad en cuanto a la faena y comercialización de ovinos. Es un porcentaje altísimo, entonces es improbable que si Entre Ríos no resuelve esta cuestión se pueda hablar de una cadena de producto, y de una cadena de sector o subsector ganadero. Por eso, en este estatus actual nosotros tenemos que llevar la carne afuera de la provincia y tratar de sostener nuestra herramienta, que es el frigorífico; mantener los empleos, la idea y la propia cooperativa. Así es como nos hemos imaginado que podemos seguir adelante”.
Nuevos mercados
Según explicó, ciudades como Rosario, Buenos Aires o Santa Fe, se ubican fuera del circuito informal, y es adonde apuntan para ofrecer su producción: “Vamos a buscar negocios de carne formal a otras provincias porque en Entre Ríos no lo podemos conseguir. Además, el colmo de la situación es que el carnicero al que le ofertamos la carne ovina en cualquier localidad entrerriana nos dice que del campo la saca más barata”, lamentó.
Acto seguido, señaló: “Permanentemente participamos en la mesa provincial de carnes como referentes ovinos, pero siempre pensando en que Entre Ríos tiene que empezar, aunque sea lentamente, a fomentar que se puede consumir una carne a buen precio, con inocuidad, y con continuidad también. Porque ese es uno de los objetivos estratégicos que tenemos en el frigorífico de Mansilla”.
Etapa promisoria
La primera faena de tráfico federal en el frigorífico de Mansilla está estipulada para la primera semana de junio, reiniciando las actividades. “Ya estamos ultimando todos los detalles. Hay que instalar un sistema de gestión que es el que Senasa propone y que además, detrás de ese sistema, está toda la registración y también toda la trazabilidad de la carne, lo cual no es un dato menor, y es lo que estamos ahora. Después hemos cambiado todo el sistema de limpieza, de manejo de los utensilios, de esterilización, de filtros sanitarios para el personal, de incremento de la capacidad de frío, de aumento de la capacidad de oreo, que también es muy importante. Hemos modificado la planta de noviembre a hoy para entrar en este estatus de tráfico federal”, sostuvo Garzia.
Si bien es un desarrollo prometedor, también reviste un mayor esfuerzo, y al respecto el presidente de la cooperativa analizó: “Precisamente con esto, si antes teníamos 20 cosas para cerrar con la certificación provincial, hoy tenemos 40, el doble. Pero bienvenido sea, porque eso profesionaliza mucho a la gente que trabaja en este sector, hay mucha capacitación, hemos pagado muchas horas de formación para la gente, tanto sea de la gestión y del control como la de los operarios; es decir, estamos revolucionando un poco nuestro proceso industrial”.
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Esta primera faena responderá a una demanda concreta que ya tienen en Rosario y en el norte de Buenos Aires. Pero además de la carne, se abre otro horizonte de posibilidades, y sobre este punto Garzia contó con entusiasmo: “Hay algo más que antes no teníamos: también en otras provincias hay demandas por los subproductos, léase el cuero y las vísceras”.
En torno a este tema, explicó: “Hay tipos de vísceras que son comestibles y que tienen una demanda que la hemos encontrado también afuera de Entre Ríos, y por otro lado existe demanda de vísceras que son incomestibles, que es la parte interna del animal, más allá de que en otros países se come todo. Si bien es algo que nosotros no consumimos, eso se cocina, se hace harina de carne y va a los alimentos balanceados para mascotas. Así que todas esas cosas empiezan a aparecer como oportunidades de refuerzo del negocio y de la rentabilidad del animal”.