A contramano de la mayoría de los productos, algunos cortes vacunos registraron una baja en sus precios en los últimos días, inclusive en una época en que suele registrarse una alta demanda por las Fiestas de Navidad y Año Nuevo. Carnicerías y referentes de la industria frigorífica en la región confirmaron a UNO esta tendencia, y explicaron que tras la fuerte suba en medio de la devaluación, cayó el consumo y esto obligó a bajar nuevamente los valores de varios de los productos.
Cortes vacunos: bajaron alrededor de un 20% los precios
Por Vanesa Erbes
En este marco, Andrés, vendedor de una carnicería de avenida De las Américas, en Paraná, contó a UNO: “Algunos cortes bajaron, no todos. Por ejemplo, lo que es la picada común estaba a 4.650 pesos y ahora está a 3.990 pesos; y el asado que estaba a 7,900 pesos, ahora pasó a costar 6.950”.
En muchos casos, los clientes se volcaron al consumo de pollo o cerdo, que si bien tuvieron asimismo incrementos, no fueron de más del 20% o el 30%, y siguen siendo más económicos que la carne vacuna.
Ante este panorama que obligó a revertir la tendencia alcista de los cortes vacunos, Leonardo Lequio, referente de unos de los frigoríficos más importantes de la región, comentó a UNO: “La carne bajó porque había subido demasiado, y la gente no convalidó los precios en la góndola. Y la demanda es la que manda, siempre así”.
Román, quien trabaja en el sector de hacienda de una empresa de la zona, coincidió: “Antes de las elecciones, y posteriormente, hubo mucha incertidumbre. Esto hizo que los precios se fueran por las nubes. Hubo demanda de hacienda porque nadie quería quedarse con los pesos, o preferían quedar con alguna deuda en peso y no en dólares, porque se sabía que íbamos a tener una devaluación. Pero la realidad es que todos hemos perdido mucho poder adquisitivo, por eso ahora seguramente se encuentran con mucha carne por colocar y no queda otra que bajar los precios para poder hacerlo”.
En tanto, Emanuel Satler, productor y propietario de una reconocida carnicería en Paraná, explicó el comportamiento de los precios, en un contexto económico particular, en el que confluyen una multiplicidad de variables: “La carne estaba estabilizada. Pero con el cambio de gobierno y la devaluación de más del 100% a partir del aumento del dólar oficial a 800 pesos, todos los precios de los granos, que se manejaban con un tipo de cambio aproximado de 600 pesos porque se podía exportar el 50% oficial y el 50% contado con liquidación, aumentan más o menos 50%. Por eso la carne tuvo ese aumento”.
Acto seguido, sostuvo: “Pero así como también el gobierno sobrerreaccionó overshooting en lo que se llama en términos económicos el precio del dólar, los productores en esa semana retuvieron los animales todo lo que pudieron. No había oferta de novillos de hacienda y a 15 días de las Fiestas la demanda de los frigoríficos aumentó también exponencialmente, viendo que se venía el aumento. Entonces, con un fuerte aumento de la demanda y una oferta que no aparecía, que directamente era nula, se elevó muy alto el precio. También eso hizo reaccionar el precio la semana pasada, y se incrementó hasta un 60%”.
En este marco, refirió: “A la semana siguiente, al ver el pico de precios, los productores empezaron a largar hacienda. Y como la semana anterior se desplomó la demanda porque la gente no compró, los frigoríficos empezaron a tener mercadería. La demanda se estabilizó y al crecer la oferta empezó a retroceder el precio. La semana pasada más o menos retrocedió el 20%. Con esto quedó el aumento quedó en un 30% o 40%, pero eso llevó en los mostradores también el precio hacia arriba. Hoy está bajando, ya bajamos algo la semana pasada y esta semana hoy justamente volvimos a bajar la carne”.
“Todo es a fuerza de que la demanda se desplomó mal. Fue un caso excepcional que se dé una caída de esta manera una semana antes de Nochebuena. Las ventas navideñas de carne fueron muy malas. Ahora esperemos que se estabilice en un precio lógico, tanto para el productor como para el consumidor”, advirtió.
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Precios
En algunos casos los comerciantes prefirieron perder rentabilidad ante una suba tan pronunciada en el precio de los cortes vacunos.
Sobre este punto, Mauro, de una carnicería de calle Villaguay, señaló: “La carne ahora bajó algo, pero muy poco en relación a lo que había aumentado. Igual la suba que hubo depende de cada carnicero. En mi caso, cuando tendría que haber aumentado la carne a 8.000 pesos, preferí dejarla a un precio siempre más bajo; y en vez de ganarle tanto, le gano menos porque prefiero que la gente venga a comprar y que haya movimiento”.
En la misma línea, Satler contó que “el asado llegó a tener un pico de entre 7.500 pesos y 8.000 pesos en las carnicerías”, y precisó: “Nosotros cuando llegó a 7.000 lo frenamos, porque la última suba no la aplicamos, ya que sabíamos que iba a retroceder porque sino era incomprable. Y ya el fin de semana lo trabajamos a 5.990, o sea 6.000 pesos. Y es probable que si no lo bajamos ahora, la semana que viene va a bajar.
Asimismo, mencionó que el kilo de patamuslo está 1.800 pesos, una diferencia muy marcada con los valores de los cortes vacunos y esto generó una mayor demanda de pollo.
Sin embargo, el productor y carnicero se mostró optimista con respecto a las ventas para fin de año: “Para Año Nuevo tenemos mejores expectativas con respecto a la demanda de carne vacuna, porque los precios están bajando y la gente se está animando a comprar. El consumidor castiga la suba de precios no comprando por una semana o 15 días, que fue lo que ocurrió, pero después ya vuelve a equilibrarse la venta”, dijo a modo de conclusión.