El índice de los costos de la construcción varía cada mes al ritmo de la inflación general, y queda cada vez más reducida la participación a los sectores de mayores ingresos de la sociedad. Hoy, sin financiamiento ni facilidades y condiciones ventajosas para la toma de créditos, el ladrillo es algo privativo por los altos costos y la capacidad o poder adquisitivo cada vez más licuado de los sectores con ingresos fijos.
Construcción: el metro cuadrado cuesta más de 160.000 pesos
En general, hoy la construcción está impulsada por la obra pública y por emprendimientos privados de unas pocas manos. Para quienes quieren construir, la escalada continua de precios hace realmente inviable cualquier inversión frente a esa falta de certidumbre.
Mientras la inflación general en febrero llegó al 6,6% –y la de Alimentos escaló hasta casi dos dígitos–, el costo de la construcción creció un 6,01% en el segundo mes del año.
De acuerdo con los valores que recoge y releva el Colegio de Arquitectos de Entre Ríos, el costo del metro cuadrado en Paraná es de 163.674,30 pesos.
Así, para encarar una construcción de 60 metros cuadrados, hay que contar con unos 10 millones de pesos a valores de la fecha –en rigor, 9.820.000 pesos–, y ya que deben ser indexados cada mes.
La vivienda tipo, que tiene una superficie de 116,50 metros cuadrados cuesta hacerla casi 20 millones de pesos.
En tanto que su valor de venta en el mercado es de 28.840.434 pesos.
El relevamiento incluye montos de materiales, mano de obra y equipo, representando lo que se denomina el “gasto directo de la obra o de un trabajo”.
En tanto, el precio se obtiene a partir del costo o gasto directo, al que se agregan conceptos representativos del gasto indirecto (gastos generales, financieros, impositivos) y el beneficio.
En la composición de los costos figuran trabajos preliminares (6,28%); movimiento de tierra (1,64%); estructuras (11,48%); mampostería (21,21%); capas aisladoras (0,67%); cubiertas (6,40%), revoques (5,30%); contrapisos (2,40%); cielorrasos (2,63%); revestimientos (1,02%); pisos (6,32); zócalos (0,90%); carpinterías (10,19%); vidrios (0,42%); pinturas (4,29%); instalaciones eléctricas (8,84%); instalaciones sanitarias (8,42%); y de gas (2,73%).
Tendencia
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) tiene datos del sector a enero.
En el primer mes del año las mayores subas, con relación a igual período de 2022, se registraron en hormigón elaborado, un 26,3%; en el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción), un 15,8%; y yeso, un 11,4%.
Más atrás quedaron las alzas del 10,9% en placas de yeso; el 10,4% en mosaicos graníticos y calcáreos; el 9,2% en cemento portland; el 7,9% en asfalto; el 5% en pinturas para construcción; y el 2,7% en hierro redondo y aceros para la construcción.
En contraposición, se observaron bajas del 26% en pisos y revestimientos cerámicos; del 20,8% en artículos sanitarios de cerámica; del 13,5% en ladrillos huecos; y del 8,7% en cales.
En cuanto a la situación general de mercado laboral y de expansión del rubro, la actividad entre diciembre de 2021 y diciembre de 2022 cayó un 8,5%.
Precisamente, la superficie a construir, autorizada por los permisos de edificación otorgados para la ejecución de obras privadas en una nómina representativa de 176 municipios, registró en diciembre de 2022 una baja del 31,2% con respecto al mismo mes del año anterior.
Perspectivas
La superficie autorizada acumulada durante 2022 registró una baja del 9,2% con respecto al mismo período del año anterior.
En cuanto a las perspectivas del sector para el período febrero-abril de 2023, la encuesta cualitativa de la construcción, realizada a grandes empresas, muestra expectativas dispares con respecto al nivel de actividad esperado para el período, según se dediquen a realizar principalmente obras privadas o públicas.
En efecto, el 63,4% de las empresas que realizan principalmente obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará durante los próximos tres meses, mientras que el 19,7% estima que disminuirá y el 16,9%, que aumentará.
Y, entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, el 47,8% opina que el nivel de la actividad no cambiará durante el período febrero 2023-abril 2023, mientras el 33,3% cree que aumentará y el 18,9% que disminuirá.