Tal vez con el afán de obtener más argumentos y no basarme en el impulso inicial, que muchas veces puede resultar periodísticamente contraproducente, dejé correr los días y me tomé un tiempo para escribir esta columna. El viernes 9 y después de perder en el debut ante Temperley, Patronato se aprestaba a su estreno como local recibiendo a Gimnasia y Esgrima la Plata. A lo largo de toda la semana desde los sitios partidarios del Rojinegro, que proliferan últimamente en las redes sociales, se invitaba al acompañamiento masivo del equipo de Forestello. Se incentivaba a "armar la fiesta en el Grella".
Por favor no lo dejen solo
Por Edgardo Comar
20 de septiembre 2016 · 09:22hs
Al fin llegó la jornada tan esperada que en el amanecer mostró en la fachada del Presbítero Grella pintadas que poco contribuían al armado de un clima festivo. Paredes manchadas con aerosol y escrituras en la que se denunciaba por traición a miembros de la comisión directiva, entre ellos el presidente Miguel Hollman.
Más allá del empeño por conocer quiénes fueron los autores del mensaje amenazante y cuál era el fin que perseguían, la misión terminó siendo un imposible. En los corrillos de la Comarca Santa hubo insinuaciones de presuntos autores, pero jamás certezas. Dentro del segmento de lo incomprobable tampoco pude saber qué fin perseguía la anónima escritura. Lo que sí creo tener claro es que al actual presidente de Patrón no se lo puede acusar de traición. Hoy, dentro de un fútbol argentino envuelto en crisis, el orden económico del Rojinegro, que sigue despertando admiración nacional, se debe mucho al aporte personal, de su bolsillo, que efectúa Tito. Así como resultó difícil encontrar a los autores de la pintada, tampoco puedo encontrar otros aportantes genuinos a la causa Santa. Hollman, desde su vuelta a la conducción, desembolsó cifras importantísimas para que la casa siga en orden. La mentada unidad con la que se devolvió a Hollman al cargo de presidente, tiene como único sustento el no haberse conformado oportunamente otra lista para competir en elecciones. Después, en el día a día, hay laderos de comisión directiva que juegan su propio partido,anteponiendo intereses propios a los del club.
Los que ayer reclamaban el acompañamiento de todos, tal vez con el afán de engrandecer su gestión, no muestran el compromiso de hace un tiempo no muy lejano.
Patronato, en lo futbolístico, hoy transita un momento complicado por la ausencia de resultados positivos. Para que no pase a ser crítico en lo inmediato, es momento de unir esfuerzos. Hollman tiene espalda y sustento económico para sobrellevar la situación, pero necesita del acompañamiento de todos. Por favor no lo dejen solo.