Solo espero que no se le cumplan sus deseos a los oportunistas de turno, a los especuladores, a los que viven de la desesperación ajena y a los que esperan que tengamos un diciembre oscuro como el que vivimos en 2001. Esta gente abunda por todos lados, solo basta darse una vuelta por los medios audiovisuales y por las
redes sociales. Pasó antes y vuelve a pasar. Los extremistas están a la orden del día y no dudan en desear que al gobernante de turno le vaya mal para sacar provecho y ponerse de manera hipócrita del lado de los humildes. Insisto, no es algo nuevo. Si hay algo que aprendí en los últimos años es que todos los políticos tienen la "cola" sucia y pocos parecen preocuparse por los verdaderos problemas de la gente. Desde aquel fatídico 2001, no hubo un diciembre en donde no se hable de saqueos. Y cada vez que escucho esa palabra se me viene a la memoria la cara de preocupación de los vecinos de mi barrio (San Agustín) por lo que estaban viviendo en ese momento. Hubo sangre. Hubo muertos. Y hoy hay gente que lo toma tan a la ligera que asusta. Hay personas que esperan que esos hechos se repitan para sacar provecho. Para decirte en la cara "viste, yo te lo dije". Les encanta sembrar el terror. Viven de eso por el solo hecho de decir que hacen "
política". Y no es así. Viven de la "política", que es algo muy diferente.
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