Miércoles 03 de Octubre de 2018
Los Canticuénticos detallaron que "queremos mostrarles a los chicos cuánta riqueza hay en nuestros ritmos folklóricos, porque nos dan identidad, porque hablan como nosotros hablamos, nos divierten y nos emocionan al modo nuestro. Y son un tesoro que queremos poner al alcance de los más chicos, para que lo conozcan y lo lleven toda la vida con ellos".
Canticuénticos fue declarado "De interés cultural" por el Senado de la Nación por su "valioso aporte al cancionero infantil nacional y latinoamericano", como reconocimiento a la composición y divulgación de un vasto repertorio de canciones propias, y también como embajadores culturales de la ciudad de Santa Fe.
En 10 años de trayectoria, Canticuénticos, recorrió gran parte de la Argentina y América Latina, realizando más de 700 conciertos con una propuesta original -alejada de los estereotipos- que combina diversión con emociones profundas.
Sus videos acumulan más de 105 millones de vistas en su canal de YouTube y sus canciones se cantan, bailan y escuchan en escuelas, jardines y hogares de Argentina y Latinoamérica.
El grupo está formado por Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón), Daniela Ranallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Gonzalo Carmelé (bajo y coros), Daniel Bianchi (guitarra, charango y coros), Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros) y Sebastián Cúneo (producción, iluminación, fotografía y video). También lo integran Cintia Bertolino (voz invitada y asistencia de puesta en escena), Darío Zini (asistencia de escenario, aerófonos, charango y percusión) y Javier Escandell (sonido).
Canticuénticos tiene editados cuatro discos: "Canticuénticos embrujados" (2009), "Nada en su lugar" (2013), "Algo que decirte" (2015) y el recientemente lanzado "¿Por qué, por qué?" (2018).
Otro proyecto del grupo es "Canticuénticos en papel", una colección de libros que cuentan cantando y cantan contando. Las ilustraciones de Estrellita Caracol comparten con la música y letras de Canticuénticos el amor por el trabajo artesanal y una atención a los detalles que alimenta diferentes miradas y escuchas. "El mamboretá", "El monstruo de la laguna" y "Noni-noni" son los tres primeros libros de la colección.
Canticuénticos confirma en el cuarto disco, ¿Por qué, por qué?", el sólido, exitoso y consecuente camino trazado dentro de la canción para chicos con un nuevo repertorio donde vuelve a recurrir a elementos de la canción latinoamericana para vestir historias donde hasta se permite canciones acerca de la igualdad de género y sobre los abusos. La toma de postura da cuenta de la madurez de Canticuénticos, de su sostenido compromiso por un cancionero capaz de interpelar al presente y del lazo de complicidad con un público de niños que integra amorosa y naturalmente a sus madres y padres.
La agrupación hace equilibrio entre la continuidad de su sonido capaz de abrazar con inspirada precisión una parte de la paleta sonora regional y la apuesta por historias que añaden la toma de posición. Por ejemplo, en el huayno que da título al nuevo material se preguntan:
"¿Por qué algunos chicos trabajan?/ ¿Por qué si el trabajo es cosa de grandes?/¿Por qué siempre hay alguien que manda?/¿Por qué el tiempo anda sólo hacia adelante?/". En "Juntes hay que jugar" proponen en su texto: "¿Quién dijo que los juguetes son de nene o nena?/Si vamos a vivir juntes, juntes hay que jugar/". La utilización del lenguaje como elemento inclusivo también aparece en la tierna y breve canción de cuna "¿Qué ve le bebé?". Mientras que en la reposada e inquietante "Hay secretos", la agrupación pone a rodar sus instrumentos y voces para decir "No se tienen que guardar/los secretos que hacen mal/.../Si no alcanzan las palabras/para lo que hay que contar/inventemos otro idioma/siempre te voy escuchar/".
En el programa de la cuarta placa hay un mayor protagonismo de los aires litoraleños que remiten a sus integrantes como se aprecia en "La rana Rosita", "Y la siesta terminó" y "Vuelo bajito" (este último como una oda al barrilete donde se escucha la sentida frase "Hay vuelos de poco hilo/ pero de tanta verdad/").
El creciente apego de Canticuénticos por los sonidos del otro lado del Río de la Plata queda plasmado tanto en el candombe "Acá tá" como en una singular visita a su hit "La cumbia del monstruo" que regresa como "La murga del monstruo".