No alcanzó a durar una hora el promocionado encuentro del gobernador justicialista cordobés Juan Schiaretti con el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández. Y apenas terminó, desde la Gobernación cordobesa se difundió un comunicado señalando que el mandatario provincial recibió en su despacho a Fernández “del mismo modo que días atrás recibió al candidato a vicepresidente de Juntos Por El Cambio, Miguel Ángel Pichetto”.
Fernández tuvo su foto con Schiaretti, pero este se encargó de relativizar el encuentro
Tras esa aclaración, que fue lo medular del comunicado, un segundo párrafo aclaró lo sobreentendido: “Fue un encuentro cordial, en el que dialogaron sobre temas de interés nacional y la necesidad de que, más allá de quién resulte electo presidente, la Nación mantenga con las provincias una relación correcta y madura, basada en el respeto a la institucionalidad”.
En el entorno de Fernández se trabajó afanosamente para conseguir esta reunión, y poder mostrar la foto. Sucede que el gobernador cordobés, tras ganar ampliamente la elección en la que fue reelecto, anticipó que no tomaría postura en la elección presidencial, y en consecuencia sus candidatos a legisladores nacionales van a las elecciones primarias del 11 de agosto con una boleta corta, esto es, sin candidato a presidente.
Tratándose de un gobernador justicialista, y más aún, del gobernador de la provincia donde Mauricio Macri arrasó en las presidenciales de 2015; el hecho debilita la imagen y la posibilidades electorales de Fernández.
Si bien existe un número importante de intendentes del peronismo cordobés que apoyan a Fernández, el principal elector –Schiaretti– se mantiene al margen. En ese contexto, tener al menos la foto con el gobernador ya significa algo para el candidato peronista.
Apenas llegó a Córdoba, el candidato del Frente de Todos tuvo un cruce con algunos periodistas que lo esperaban en el aeropuerto internacional Ambrosio Taravella. El dirigente no quiso contestar preguntas ante los medios que lo esperaban y además, se enojó cuando le pidieron algunas respuestas. “Así no se ejerce tu profesión”, le dijo a un cronista de Telefé Córdoba Héctor Emanuele. En cambio, sí se acercó a algunos seguidores que lo esperaban en el hall y se sacó selfies con ellos.
Viejos conocidos
Tras el encuentro, el candidato presidencial hizo algunas declaraciones. “Lo conozco al gobernador Schiaretti de hace mucho tiempo. Tengo por él un respeto y un afecto sincero. Muchos no lo saben, pero cuando volvió la democracia trabajé muchos años con José Manuel de la Sota”.
También indicó: “Para mí, volver a Córdoba y reencontrarme con el Gringo es lindo, es grato. Hablamos de la necesidad de que el país tenga una relación institucional como merece Córdoba. Y de la necesidad de construir juntos”, agregó.
Igualmente dijo que comparte con el reelecto gobernador “una visión bastante parecida de lo que le pasa al país. Y tenemos una visión bastante parecida de lo que debemos hacer. Y para hacer eso Córdoba es central”, enfatizó.
Acerca de la relación tirante que tuvo el kirchnerismo en el gobierno nacional con el gobierno provincia, Fernández indicó: “Yo siempre tuve un enorme respeto por los cordobeses. He militado y trabajado con José Manuel (De la Sota) durante muchos años. No entiendo cómo quedo yo enfrentado con los cordobeses. Lo que quiero es que lo que pasó, demos vuelta la página”, afirmó.
Y agregó: “El otro día alguien me preguntaba por el pedido de perdón a los cordobeses (...) Yo no sé qué le hice a los cordobeses, pero si algo hice que les dolió, obviamente que no tengo ningún tipo de problemas. No soy un necio, no soy un necio”, respondió.
El candidato afirmó que en el Gobierno de Cristina Fernández hubo “una desinteligencia” con Córdoba. “Y yo no quiero tener más desinteligencias con Córdoba. Córdoba es una provincia muy importante como para que alguien que quiera gobernar la Argentina la descuide”, describió.
“ ¿Qué le dice integrar un equipo en donde hay gente personas sospechadas, presos, corruptos, hasta su misma compañera de fórmula va casi todos los días a Comodoro Py?”, le preguntó a Fernández un periodista cordobés.
“No me parece una pregunta feliz hecha en esos términos, con toda franqueza. Mire, el que se ha corrompido y tiene que rendir cuentas, que lo haga. Las causas de Cristina las conozco. Tienen absolutamente un sentido persecutorio”, respondió Fernández.