Esteban Bullrich, exsenador y ex ministro de Educación, expresó su intención de presentarse como candidato a presidente en 2027. “Creo que, aunque pierda, puedo unir a los argentinos; esa es mi misión”, dijo el exsenador nacional, el lunes en el programa Odisea Argentina (LN+). Además, dio su opinión sobre la actualidad política a nivel nacional: “La Argentina no necesita héroes de bronce”.
Esteban Bullrich: "Me quiero presentar como candidato a presidente en 2027"
El exsenador Esteban Bullrich asombró con su declaración. Dijo que la última palabra para definir su candidatura a presidente la tendrá su familia
El exsenador Esteban Bullrich, quien padece ELA, asombró con su declaración en le programa de Carlos Pagni. Dijo que la última palabra para definir su candidatura a presidente la tendrá su familia
El exsenador Esteban Bullrich, quien padece ELA, asombró con su declaración en el programa de Carlos Pagni. Dijo que la última palabra para definir su candidatura a presidente la tendrá su familia
El exministro de Educación, quien desde hace años fue diagnosticado con ELA, recordó que, al dejar su banca en la Cámara alta, renunció “a los honores pero no a la lucha” y sostuvo que esa tarea sigue orientada a “dejar un mejor país” para sus hijos. Con esto en mente, afirmó: “Me quiero presentar como candidato a presidente en 2027″.
Sin embargo, más allá de su voluntad de ser candidato, Bullrich aclaró que su familia definirá si es posible cumplir con su cometido. “Obvio que María Eugenia [Sequeiros] y mis hijos tienen la última palabra, pero yo me quiero presentar”, aseguró.
“Hace tiempo que solo puedo mover mis ojos y los ojos son la puerta del alma. Por eso, la campaña sería mi alma hablándole al alma de los argentinos", indicó. Y agregó que “cuando uno siente tanto que encontró su misión, no le puede escapar”.
“No sé cuánto tiempo me queda pero sí sé qué tengo que hacer con él: amar, servir, reconciliar y sembrar esperanza. Ese es mi liderazgo, ese es mi camino, esa es mi fe”, reza una frase que compartió el exsenador, que explicó que forma parte de otro libro de su autoría que aún no está publicado.
En cuanto a su análisis de la actualidad, señaló que no le gusta lo que ve en el mundo ni en el país y retomó una frase de un libro de su autoría que se titulará Liderazgo espiritual: “La Argentina no necesita héroes de bronce, líderes infalibles ni iluminados que prometan salvaciones instantáneas. La Argentina necesita almas grandes, hombres y mujeres que acepten la humildad como cimiento, el diálogo como método, la verdad como disciplina, la cercanía como estilo, la compasión como fuerza política y la reconciliación como horizonte”.
“Hace tiempo que solo puedo mover mis ojos y los ojos son la puerta del alma. Por eso, la campaña sería mi alma hablándole al alma de los argentinos", explicó Bullrich.
“Nuestro país tiene heridas antiguas que no se cierran con discursos ni con decretos, se cierran con almas que se entregan, con corazones que perdonan, con espíritus que dialogan, con líderes que sirven”, indica el texto que repuso Bullrich. Y continúa: “Esa es la misión que siento para mí, la que siento para mis hijos, la que siento para cada argentino que cree que todavía es posible construir un país más justo, más fraterno y más humano”.
Por otra parte, el exsenador presentó el libro "Una Nueva Buenos Aires, para renovar el pacto de unión nacional", que escribió junto a Jorge Colina y Enrique Morad. Según explicaron, el libro surgió a partir de la experiencia vivida en la campaña de 2017, en la que Bullrich buscaba alcanzar una banca en el Senado. “Cuando recorrí la provincia como candidato a senador, descubrí, con una claridad casi dolorosa, que Buenos Aires no era lo que muchos imaginaban desde lejos”, señaló.
En ese proceso, dijo haber encontrado “un territorio partido en dos”. “Un conurbano donde la pobreza se volvió paisaje y un interior que siente que nadie lo escucha”, ahondó.
Bullrich describió que en esas recorridas por la provincia de Buenos Aires vio “escuelas que sostenían con esfuerzo infinito lo que debería ser un derecho básico, familias que sobrevivían entre la incertidumbre y la esperanza de un futuro mejor y docentes que enseñaban “sin calefacción, sin luz y a veces sin piso firme”.
También mencionó barrios donde “el Estado solo aparece bajo la forma de planes o de promesas” y hospitales que “hacían milagros con recursos mínimos”.
El exsenador afirmó que la inseguridad fue otro de los elementos más recurrentes que observó, no como estadística sino como situación. “La frontera entre la vida y la muerte podía estar en una esquina”, sostuvo al recordar relatos recogidos en el conurbano, donde escuchó historias sobre “jóvenes atrapados en un sistema que no ofrece horizontes” y “pandillas que ocupan el lugar que el Estado abandonó”. En ese mismo viaje, añadió que también se encontró con “adicciones que arrasan familias enteras”.
En el interior de la provincia, señaló que la realidad era distinta pero igualmente compleja. Allí, dijo haber visto “pueblos que habían perdido trenes, fábricas, oportunidades”, donde la soledad derivaba en una forma más silenciosa de inseguridad.
Bullrich también señaló y describió la desigualdad entre municipios. “Bastaba cruzar una ruta para pasar de un barrio con asfalto, cloacas y luces a otro sin agua potable, sin transporte y sin un horizonte más allá del día siguiente”, sintetizó. Esa desigualdad, afirmó, “no era solo económica, era existencial”, porque implicaba que muchos chicos crecían “sabiendo que su futuro estaba limitado por su geografía”.




















