El regreso a las clases presenciales, cuando el desenlace de la pandemia de coronavirus finalmente lo permita, presenta más dudas que certezas. Son varios los interrogantes que se suman a la pregunta más obvia, sobre la fecha de vuelta a las escuelas. Por ejemplo: ¿qué pasará con los contenidos no estudiados? ¿Se podrá aplicar el distanciamiento social en las aulas? ¿Se suspenderán los recreos? ¿Entrarán todos los alumnos a la misma hora? ¿Se izará la bandera? ¿Qué pasará con los talleres extraescolares? ¿Y el viaje de egresados para los que terminan el ciclo?
El regreso a clases: prevén reorganizar los ciclos 2020 y 21
Sobre lo que casi hoy no tiene dudas el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, es que el retorno se hará de manera gradual: en algunas provincias antes que en otras y con algunos estudiantes antes que otros.
La vuelta será escalonada según las distintas regiones del país, y por niveles. Los primeros candidatos en la lista, según confió Trotta al diario La Nación, serán los alumnos que estén en su último año del ciclo primario, sexto y séptimo grado según la jurisdicción; y quinto y sexto año del secundario de acuerdo con las modalidades de bachiller y técnica. Sobre estos dos grupos está puesto el foco, porque Trotta reconoce que articular los ciclos lectivos 2020 y 2021 no es una opción viable en estos casos.
"Quizá para los que terminan la primaria se pueda pensar en articularlos de alguna forma con el primer año del secundario. Pero los alumnos que egresan este año y se preparan para la universidad no podrían", explicó Trotta.
En tanto, en el informe a los integrantes de la comisión de Educación del Senado, el funcionario adelantó que está conversando con las jurisdicciones provinciales la posibilidad de que “en los meses de febrero, marzo o abril se puedan intensificar los contenidos”.
"Bajo ningún punto de vista el ciclo lectivo 2020 se pierde, porque estamos bajo una situación inédita", señaló el ministro y agregó: ‘Por supuesto que esto va a demandar al momento de volver a las aulas un proceso de reorganización del ciclo 2020, 2021 y de ser necesario 2022”.
Por otro lado, ratificó que no se piensa en la eliminación de las vacaciones de invierno, ya que consideró que “es contradictorio” pensar en eso cuando los docentes “están trabajando tanto” con la enseñanza a distancia ante la pandemia de coronavirus. “Una vez que logremos superar esto vamos a necesitar un respiro y cada una de las decisiones las vamos a tomar cuando corresponda”, sostuvo el ministro.
Condiciones de las escuelas
Acerca de la necesidad de distanciamiento entre los alumnos, el ministro admitió que ninguna escuela está en condiciones de tener menos chicos en el aula. "Nuestra realidad es muy dispar. Hay escuelas que no tienen baño. Pero aun las que tienen más recursos no están en condiciones de aumentar al 30% su infraestructura", señaló.
En las escuelas porteñas, por el momento, en lo único que se piensa es en reforzar los vínculos entre docentes y alumnos, en intentar por todos los medios posibles que la brecha educativa no se profundice. El mayor esfuerzo está puesto en reforzar los contenidos de la plataforma virtual Mi Escuela, y en avanzar en la nómina de todos los alumnos porteños para identificar a los que necesitan más ayuda.
En esos objetivos trabaja el jefe de gabinete del ministerio de Educación porteño, Luis Bullrich , que coincide con Trotta en aplicar el sistema de gradualidad en el regreso a clases. "Miramos al hemisferio Norte para evaluar otras experiencias. En Noruega los chicos comenzaron a ir tres veces por semana, divididos por grados. Por el momento nosotros no analizamos esa posibilidad. También en algunas escuelas de China instalaron en las aulas unos gabinetes tipo box para aislar a cada alumno. Algo imposible de aplicar en nuestra realidad -reconoce Bullrich-. Hay otras propuestas que sugieren suspender los recreos. No creemos que eso sea viable".
Sin viaje de egresados
En una primera etapa, coinciden Trotta y Bullrich, seguramente se cancelen todos los talleres y las actividades extraescolares. También, anticipan, se suspenderán los viajes de egresados y las fiestas de fin de año. "Hay un costo académico y un costo emocional en ese sentido para los estudiantes que están en los últimos años de cada ciclo. Habrá que buscar alternativas posibles", sugiere Bullrich.
La evaluación de los alumnos en esta experiencia académica virtual es otro de los puntos que se discuten por estos días. Cada escuela trabaja con lineamientos propios. Hay docentes que hacen devoluciones conceptuales, y otros casos sobre todo en colegios privados, donde los alumnos reciben una nota numérica.
El primer cierre del bimestre escolar está cerca, con fecha el 8 de mayo próximo, pero en la necesidad de no profundizar la brecha educativa, Trotta es tajante: "No creo que esta deba ser una instancia para evaluar. Es una situación que los alumnos no gobiernan, y la realidad en cada familia es distinta. Hay padres que pueden acompañar a su hijo y otros que no. Hay hijos únicos y otros que tienen que compartir la única computadora que hay en la casa con cuatro, cinco o seis hermanos. Evaluar en este momento no genera un impacto positivo en los alumnos ni en las familias. Tampoco suma en lo pedagógico. Creo que hay que valorizar el esfuerzo de lo que cada uno puede hacer. En una Argentina tan desigual, sabremos cuánto más grande es la brecha educativa recién cuando los alumnos vuelvan a las aulas", concluyó Trotta.