Los senadores del Frente para la Victoria (FpV) Aníbal Fernández (Buenos Aires) y Elena Corregido (Chaco) presentaron un proyecto de ley que modifica el Código Electoral para declarar, como electores nacionales, a los argentinos desde los 16 años.
Votar a los 16
La iniciativa permitiría que los jóvenes de entre 16 y 18 años puedan sufragar, aunque el texto deja en claro que el régimen será como el de los mayores de 70 años, es decir, no obligatorio.
¿Por qué generará debate el proyecto? En los fundamentos, los legisladores detallan que “según datos de distintos organismos nacionales e internacionales, el universo de votantes a incorporarse en la Argentina, comprendido entre los 16 y 18 años de edad, alcanzaría aproximadamente a la fecha a una cantidad no menor a los 2.000.000 de jóvenes”.
Corregido sostiene que “los jóvenes muestran un mayor interés en cambiar las cosas más inmediatas que los afectan. Tenemos que avanzar un paso más y hacer efectivo el poder de elección y de expresión mediante el voto de estos jóvenes, que a edades más tempranas han manifestado su compromiso político”.
Por su parte, Fernández preguntó en un programa televisivo: “Si después de los 70 años la persona vota sólo si tiene voluntad, ¿por qué no podemos permitir que entre los 16 y los 18 años ese derecho lo ejerzan si tienen voluntad de hacerlo?”.
Según Corregido y el exjefe de Gabinete de la Nación, “dejar fuera del circuito de participación política, en las actuales condiciones, a tal cantidad de jóvenes que trabajan, militan, estudian, opinan y se expresan de tan diversas maneras a través de las redes sociales y la informática, entre otros medios, cuando son actores y artífices fundamentales de nuestro presente y de nuestro futuro, constituye una discriminación insostenible”, ya que “su inclusión generará una bocanada de aire fresco, impregnada de vitalidad y esperanza, que nutrirá y fortalecerá el sistema democrático en la Argentina”.
En ese sentido, los senadores destacan que “a partir del comienzo de la presidencia de Néstor Kirchner -en 2003-, en el país se produjeron cambios estructurales tendientes a la conformación de un modelo social y productivo de corte distribucionista, que intenta recuperar el crecimiento y desarrollo de la industria nacional con una fuerte promoción del empleo, donde la inclusión social de los sectores más bajos y el respeto por los derechos humanos son factores fundamentales”, y que “no fue casual, entonces, que se haya acrecentado la participación política de los jóvenes en agrupaciones y movimientos políticos”.
La intención de Fernández y Corregido es, según sostienen en los argumentos del texto, “comenzar a cambiar la mirada sobre los adolescentes, darles la posibilidad de ejercer su derecho a participar”, y agregan: “Planteamos el voto como una elección, como el producto de la convicción y no de la imposición. Justamente, porque no queremos hacerlos cargar con más obligaciones a una edad tan temprana, sino simplemente abrir una puerta para aquellos que ya sienten el deseo, la necesidad y el llamado de los ideales que los conducen a la participación ciudadana”.
Además, los integrantes del bloque que lidera el rionegrino Miguel Pichetto resaltan que “el sufragio universal reclama que la formación del electorado se haga con el mayor número de personas razonablemente capacitadas para el cumplimento de la función social que representa; por ello, se hace necesaria la incorporación de los jóvenes al ejercicio pleno de sus derechos políticos a partir de los 16 años”.
Los autores de esta norma manifiestan que “la recuperación de la confianza en la política como herramienta transformadora de la realidad, operada a partir de la asunción del Gobierno nacional por parte de Néstor Carlos Kirchner y profundizada en la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, han hecho posible que comencemos a transitar este camino”.
Fuente: Parlamentario.com.