Científicos argentinos de la Fundación Sales y Conicet desarrollaron una vacuna contra el más grave cáncer de piel, y podrá utilizarse en los próximos meses en pacientes con melanoma.
Vacuna argentina contra el melanoma genera esperanza
Las vacunas preventivas evitan una enfermedad. La terapéutica lograda por Mordoh se aplica en el inicio de la enfermedad para que el melanoma no se agrave. Es única en el mundo por el aumento que logra del número y variedad de linfocitos de nuestro sistema inmunológico para atacar las células tumorales.
La Fundación Sales desarrolla programas de investigación del cáncer con investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) que logran avances internacionales. Uno de ellos, José Mordoh, discípulo del premio Nobel argentino Luis F. Leloir y, en su juventud, del Nobel francés François Jacob (Instituto Pasteur de París), dirige desde hace más de 35 años un equipo científico que logró una vacuna terapéutica contra el melanoma, el más grave cáncer de piel. No es preventiva, pues se aplica a pacientes con la enfermedad. Aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), podrá utilizarse en pocos meses, producida por el laboratorio Pablo Cassará de Argentina.
La vacuna estimula nuestro sistema inmunológico. Demostró alta eficacia en los ensayos clínicos realizados con pacientes de nuestro país, en el que se registran entre 1200 y 1500 casos de melanoma por año, y unas 600 muertes. Mordoh apunta ahora a incrementar aún más su eficacia, a potenciar el efecto de otras terapias contra el melanoma y a poder aplicarla a otros cánceres.
La vacuna lograda es inmunoterapéutica. Mientras los tradicionales tratamientos con quimioterapia y radioterapia se diseñaron para atacar las células cancerosas, destruyendo a otras por falta de precisión, la inmunoterapia oncológica moviliza las propias defensas de forma precisa y no invasiva. Abordaje revolucionario, ya que al combinarse con las mencionadas terapias tradicionales, mejora la calidad de vida y amplía la sobrevida.
La Fundación Sales, asociada al Conicet, que aporta los investigadores, logró más de 150.000 donantes mensualizados que crecen año a año y son protagonistas junto a los científicos de este avance. Con sus donaciones se financian becas y publicaciones de la investigación, el instrumental científico y drogas, los viajes a meetings y congresos, los ensayos clínicos y las patentes aprobadas en 21 importantes países. Así, Sales y el Conicet son cotitulares de la propiedad intelectual de la vacuna. Las mencionadas erogaciones reducen el costo del tratamiento, pues ambas instituciones, al no tener finalidad lucrativa, eliminan el porcentaje de la ganancia económica y evitan el alto costo de importar un medicamento. La Asociación de Agentes de Propaganda Médica comparó, hace pocos años, los precios de remedios contra el cáncer en la Argentina, con los del Reino Unido y España: los medicamentos aquí costaban entre 140% y 280% más que en esos países europeos.