Luego de la celebración a Cristo Rey que se vivió el pasado domingo 20 de noviembre, la fe católica se alista para dar inicio a la temporada de Adviento, que se caracteriza por la preparación espiritual de los creyentes para la llegada de Jesucristo en Navidad y que marca el inicio del Año Litúrgico.
Adviento: el domingo se bendicen las coronas
Por eso el próximo domingo 27 de noviembre se desarrollará la bendición de las Coronas de Adviento durante la celebración de la misa. Al término de la ceremonia, se acostumbra colocar el arreglo en el lugar más digno de la casa (por lo general el comedor) para ofrecerle oración cada semana hasta el 24 de diciembre, día de Nochebuena.
"La Corona de Adviento nos recuerda que debemos prepararnos espiritualmente para recibir al Niño Dios en nuestra casa, consta de varios elementos, cada uno con su significado. A continuación te los explicamos", se señaló desde la parroquia Nuestra Señora de Luján de Paraná.
Y procedió a publicar una imagen en su facebook para dar cuenta del significado de cada elemento que compone la corona que son cinco velas (tres moradas o blancas, una rosa y un cirio), base redonda y follaje verde (puede ser material artificial o pino).
La corona es redonda porque no tiene principio ni fin y recuerda la eternidad de Dios; las velas indican que la luz disipa las tinieblas de la oscuridad y el verde representa la esperanza.
Cada vela de color corresponde a una semana del Aviento. Las tres velas moradas o blancas recuerdan que es tiempo de espera y la vela rosa se enciende el tercer domingo de Adviento y habla de la alegría porque Jesús va a nacer. En tanto que el cirio o vela blanca en el centro se prende en la cena de Navidad.
Reflexión
Desde la Agencia de Noticias Católicas (AICA) destacaron tres aspectos del Adviento.
"La palabra 'Adviento' viene del latín 'adventus', que significa 'venida'. En el año litúrgico, es el tiempo durante el que nos preparamos para celebrar la Navidad. Debido a esto es, por excelencia, el tiempo de la esperanza, y en él la Iglesia y cada bautizado están llamados a convertirse en esperanza para toda la Creación".
Posteriormente se indicó: "En ese sentido, se puede decir que la esperanza en relación con el Adviento tiene tres dimensiones o aspectos. Por un lado, en este tiempo especial se nos invita a reflexionar sobre la primera venida de Jesús, la histórica, en la humildad de nuestra carne, cuando el Hijo de Dios, luego de haberse encarnado en las entrañas purísimas de su Inmaculada Madre, nació en Belén. A este hecho aluden, sobre todo, la mayoría de las lecturas de las últimas dos semanas de este tiempo. Y conmemoramos asimismo ese acontecimiento, imitando también la esperanza en Dios y en la venida del Salvador que tenían los hebreos y muchos otros pueblos de la antigüedad".
"Por otra parte, se nos propone también meditar especialmente en la Parusía, la segunda venida de Cristo al final de los tiempos, que es el tema predominante en las dos primeras semanas del Adviento. De esta manera, experimentamos la esperanza en el regreso glorioso de Jesús como Rey del Universo (cuya fiesta se celebra siempre, precisamente, el domingo anterior al comienzo del Adviento) y en compartir con Él la vida eterna".
"Finalmente, también esperamos que Jesús venga al corazón de cada uno de nosotros, ya que Dios está presente siempre y en todo lugar, no deja de golpear a nuestra puerta y jamás nos deja solos. El Adviento nos invita, además, a esperar con especial amor a Jesús, que viene una y otra vez a nuestras vidas, y a recibirlo con alegría y con la esperanza de que permanezca en nuestro corazón", señaló la agencia y agregó: "De esta manera, el Adviento es una ocasión para despertar de nuevo en nosotros el sentido verdadero de la espera, volviendo al corazón de nuestra fe, que es el misterio de Cristo. En definitiva, en este tiempo se celebra a Dios viviendo con gozo la esperanza, que como virtud (tanto humana como teologal) es –podría decirse– una suerte de anticipo de la alegría plena. Y es un rasgo característico de los cristianos, ya que ”en la esperanza hemos sido salvados” y sabemos que Dios es fiel y que en Jesús ha cumplido sus promesas".