En el mes de lucha contra el cáncer de mama, denominado "Octubre rosa", una de las tantas propuestas que se organizaron para concientizar sobre la enfermedad y la importancia de los controles anuales fue una marcha nórdica en el playón del Hospital Centenario de Gualeguaychú. Para conocer sobre esta actividad, Diario UNO contactó a la fundadora y responsable de Nordikando, Victoria Bugnone, que brindó referencias sobre el deporte y sus beneficios para pacientes oncológicos.
Cáncer de mama: la marcha nórdica, un impulso en la recuperación
Por Dina Puntín
Marcha nórdica. "Mejora la postura, en casos de mastectomía, cuando las cicatrices 'tiran' y las pacientes sienten reducida su movilidad", indicó Victoria Bugnone de Nordikando Gualeguaychú.
Imagen ilustrativa
Ventajas. "Se puede practicar en cualquier terreno, tanto en las veredas, en las plazas, los parques, la arena, la tierra, el pasto", señaló la especialista.
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Beneficios. Con la marcha nórdica se trabaja la fuerza, la resistencia, el equilibrio y la coordinación.
“La marcha nórdica es una actividad multicomponente, ya que con ella se trabaja la fuerza, la resistencia, el equilibrio, la coordinación, y además, se realiza al aire libre, en contacto con la naturaleza y con grupos de personas que comparten la afinidad por una vida saludable”, indicó Victoria al referirse a esta disciplina que suma adeptos en Gualeguaychú.
También señaló que: “La marcha nórdica consiste en agregarle, a tu forma natural de caminar, un par de bastones diseñados para el impulso, implicando a la parte superior del cuerpo. Esta es la diferencia y la ventaja crucial de la marcha nórdica, es como si tuviéramos un motor adicional, y podemos llegar a caminar más distancia sin llegar a un punto de fatiga”.
Para entender el mecanismo, manifestó: “La forma de caminar es común a lo que ya conocemos, excepto por dos cosas: una es que vamos empujando a través de una resistencia, porque cuando el bastón va hacia atrás, empujamos a través de la resistencia de la correa del bastón, esto es lo que implica a la parte superior del cuerpo. El segundo aspecto es que en marcha nórdica vamos abriendo y cerrando las manos todo el tiempo al caminar”.
Al describir la técnica que enseña en su escuela, Victoria hizo referencia al acrónimo ALFA. “La técnica ALFA hace hincapié en Andar erguido; Largo el brazo hacia adelante y atrás y Larga la espalda hacia arriba; Formar un ángulo con el bastón; Adaptar el paso o la zancada y Abrir la mano”.
—¿Por qué se recomienda la práctica de la marcha nórdica en pacientes con o en recuperación de cáncer de mama?
—Por las ventajas fisiológicas. Una de las cosas más representativas es la implicación de la parte superior del cuerpo. Hay estudios de la biomecánica (estimaciones de la universidad de Verona), donde se ha visto que en el patrón motor, la activación y coordinación muscular son iguales, pero la intensidad aumenta, en especial en el momento de empuje con los bastones. Mejora el rango de movimiento de las articulaciones, nota importante en pacientes con cáncer de mama, ya que muchas mujeres que han sido sometidas a tratamientos oncológicos, pierden la movilidad de la zona del hombro afectada. También se ha visto mejora en el rango de movimiento en otros parámetros, como en la longitud de la brazada, y de zancada y su consecuente apertura de la articulación de la cadera, mejorando la movilidad y el equilibrio. Mejora la postura, en casos de mastectomía, cuando las cicatrices “tiran” y las pacientes sienten reducida su movilidad, se arquean hacia adelante, provocando dolores en la columna y en la espalda. Con la marcha nórdica, el alargamiento de la espalda es constante durante toda la marcha evitando la curva cifótica. Se aumenta el gasto calórico, entre un 15 y un 40 por ciento al caminar, dependerá de la intensidad. Mejora la frecuencia cardiaca y la circulación sanguínea.
Linfedema
Un párrafo aparte destinó la especialista en marcha nórdica para hacer referencia al linfedema y los beneficios que la disciplina registra.
“Para entender el linfedema debemos saber que es el sistema linfático. Este forma parte del sistema circulatorio que comprende tanto la circulación de la sangre como de la linfa. La sangre va del corazón hacia los tejidos a través de las arterias y retorna al corazón a través de las venas; el sistema linfático tiene sus propios vasos linfáticos, donde discurre la linfa. La linfa es un líquido acuoso que se filtra por los capilares sanguíneos y cumple principalmente funciones inmunitarias y metabólicas. Se estima que el 90% de este líquido retorna al corazón a través de las venas, y un 10% por los conductos linfáticos. Una alteración en este sistema impide el normal retorno de la linfa. El linfedema es una condición que se presenta con una acumulación de la linfa en los tejidos blandos como consecuencia de un sistema linfático dañado. Es una de las complicaciones más comunes en el tratamiento oncológico contra el cáncer de mama (puede surgir por la cirugía o también después de la radiación). El ejercicio físico, y más concretamente la marcha nórdica, es muy beneficioso para el retorno linfático porque a través de su técnica, aumenta la circulación sanguínea”.
Y describió dos mecanismos importante que se estimulan: “Bombeo respiratorio: la respiración produce cambios de presión que favorecen la circulación linfática profunda y bombeo muscular: los músculos al contraerse presionan los conductos linfáticos movilizando la linfa”.
También indicó: “Una vez que se presenta el linfedema, este no remite, pero sí puede ser controlado. La apertura y el cierre de la mano mejoran el retorno venoso y linfático y por tanto previenen la aparición de linfedema y colaboran con su tratamiento con el drenaje linfático. Los movimientos de amplitud de braceo y pendulares de los brazos mejoran las retracciones fibrosas que ocurren después de las cirugías a las que algunas pacientes se ven sometidas. La radioterapia de la zona axilar y la cirugía de las mastectomías generan cicatrices fibrosas y limita la movilidad de esos brazos. Hay estudios de mejora en el dolor articular que sobreviene por el uso de inhibidores de la aromatasa, que son los tratamientos hormonales que forman parte del tratamiento habitual preventivo de recidivas en tumores dependientes de hormonas (que son todos, excepto los triple negativos, llamados así porque los receptores hormonales son negativos). El ejercicio físico ha demostrado que mejora los síntomas de fatiga retroalimentada por la inactividad física que sobreviene cuando se tiene el tumor o se somete al tratamiento con quimioterapia o radioterapia”.
Además, sostuvo que “todo esto practicado de una manera efectiva y segura adaptada a nuestras posibilidades y de la mano de un profesional”.
El paciente oncológico y la marcha nórdica
Las guías de la Sociedad Americana contra el Cáncer indican en sus investigaciones "que para la mayoría de las personas el ejercicio es una actividad segura y que es útil ejercerlo antes, durante y después del tratamiento contra el cáncer. Puede ser de ayuda para mejorar su calidad y para estimular su nivel de energía para poder hacer las cosas que le guste hacer. La actividad física puede que también le ayude a sobrellevar los efectos secundarios y posiblemente a reducir su riesgo de que el cáncer llegara a regresar en un futuro".
Victoria Bugnone, fundadora de Nordikando en Gualeguaychú también señaló las ventajas psicosociales de la disciplina.
“La mayor relevancia, hablando de pacientes oncológicos, es el bajo esfuerzo, la sensación de cansancio se reduce al llevar bastones porque tenemos un motor adicional, implica el reparto del esfuerzo. Es una motivación para hacer ejercicio. Es una actividad de poca complejidad y fácil de aprender. Todo esto nos lleva a la adherencia: que las personas sean regulares en la práctica, que no sea algo esporádico. La adherencia es el caballo de batalla. Al ser una actividad que se desarrolla en grupo, el apoyo grupal tiene un significado muy especial en oncología, porque se crea un lazo especial y este sostén es de gran contención. Como percibimos la calidad de vida es un factor de supervivencia en el cáncer, esto quiere decir que un paciente oncológico que califique como buena su calidad de vida, va a vivir más que uno que la califique como mala”.
En cuanto a sus ventajas de implementación sostuvo: “Por un lado se trata de una actividad muy versátil. La podemos practicar a través de todo el ciclo vital, desde que somos pequeños hasta que somos muy mayores, siempre y cuando podamos caminar, podemos practicar marcha nórdica. Podemos hacerlo desde distintos entornos facilitadores: familiar, educativo, social, laboral sanitario (prevención, rehabilitación) y con distintos objetivos: recreativo, para mejorar la condición física, como rendimiento deportivo, entre otros. Se puede practicar en cualquier terreno, tanto en las veredas, en las plazas, los parques, la arena, la tierra, el pasto. En subidas y bajadas. No se necesitan instalaciones”.
También resaltó la importancia del ejercicio físico en pacientes con cáncer.
“Uno de los síntomas más comunes en pacientes oncológicos es la fatiga relativa al cáncer y está asociada a un importante declive de la capacidad funcional y calidad de vida. Lo que muchos pacientes desconocen, es que no remite con el descanso, es más, estos síntomas se ven aliviados cuando se mantienen niveles adecuados de ejercicio. Evitar el sedentarismo es clave en estos casos, dentro de las posibilidades de cada uno. Es lógico pensar que el cansancio extremo puede suponer una barrera a la hora de ejercitarse físicamente, pero caemos en un espiral descendente que provoca más cansancio, ya que la inactividad física merma la condición física y esto ocasiona más fatiga. La inactividad acentúa la merma de la condición física y esto a su vez ocasionará más fatiga. ¿Por qué la marcha nórdica puede ayudar con esto? Porque la marcha nórdica es fácil de implementar y aprender, se cansa menos, es en grupo, se recibe apoyo emocional”.
Para finalizar destacó: “¡Es económica! Solo necesitan un par de bastones. Todas estas implementaciones construyen un halo alrededor de la marcha nórdica ya que potencialmente tiene todos los puntos para poder ser desarrollada en oncología”.