La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer que este lunes, 31 de julio, “en vísperas de su próximo Viaje Apostólico a Portugal con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco se dirigió, como es habitual, a la Basílica de Santa María La Mayor, donde se detuvo en oración ante el icono de la Virgen Salus populi romani, encomendándole el viaje y a los miles de jóvenes que encontrará en los próximos días”.
Papa Francisco: rezó ante la Virgen y encomendó su viaje a Lisboa
También en esta ocasión, en vísperas de su partida hacia Portugal la mañana del 2 de agosto, el Papa Francisco no quiso interrumpir esta larga tradición y se dirigió esta tarde a Santa María La Mayor. Con la de hoy, son 108 las visitas del Pontífice argentino. Solo, sentado, en silencio, el Papa Francisco "se detuvo en oración" ante la efigie mariana que, según la tradición, fue pintada por San Lucas, "confiándole a ella el viaje y los miles de jóvenes que encontrará en los próximos días".
El Papa había visitado por última vez la Salus Populi Romani el 16 de junio, para agradecerle el éxito de la operación en el Hospital Gemelli. Asimismo, en aquella ocasión, Jorge Mario Bergoglio -recibido tanto a la entrada como a la salida por los afectuosos saludos de los fieles, reunidos en el atrio- se había detenido unos instantes en oración, sentado en su silla de ruedas, ante el icono de la Virgen.
Antes, el Papa había visitado Santa María La Mayor a finales de abril, antes de partir para su 41º viaje apostólico a Hungría; regresó allí poco después de su aterrizaje de Budapest en Roma.
El Pontífice argentino acude a ella no solo en las grandes fiestas marianas, sino que también se detiene en oración antes de partir en viajes internacionales, y regresa allí inmediatamente después de aterrizar para dar gracias a la Virgen.
Invocación
La Salus Popoli Romani, cuyo nombre en latín significa salvación del pueblo romano, se considera una Virgen milagrosa. Fue colocada en Santa María Maggiore en el año 593, cuando el Papa Gregorio Ila sacó en procesión para acabar con la peste. Y, efectivamente, la epidemia cesó pronto. Por eso se invoca a la Virgen para alejar peligros y desgracias y acabar con las plagas.
En el siglo XVI se registró el mayor milagro atribuido a esta imagen. Roma estaba invadida por la peste. El Papa san Pío V llevó el icono en procesión a San Pedro. Antes de llegar a la basílica se produjo un gran milagro luminoso en el cielo: todo el pueblo lo vio claramente. El Papa comprendió que la peste acabaría pronto, lo que de hecho sucedió al cabo de poco tiempo.
El Papa Francisco lo invocó en tiempos del Covid, en 2020, cuando en plena pandemia salió del Vaticano para llegar especialmente a la basílica de Santa María la Mayor e implorar la Salus Popoli Romani.