Este viernes 12 de enero, en el Palacio Apostólico Vaticano, el Papa Francisco recibió en audiencia a los participantes en el Simposio "Université des Communicants en Église" promovido por la Conferencia Episcopal de Francia. El Santo Padre les entregó el texto del discurso preparado para la ocasión que no pudo leer a causa de la bronquitis que lo aqueja, aunque les dirigió unas palabras y saludó personalmente a cada uno.
Francisco: "Tengo bronquitis", dijo el Papa
"Queridos hermanos y hermanas: Les doy la bienvenida a ustedes, que en Francia son los responsables de la comunicación de las diócesis, de las congregaciones religiosas, de las asociaciones y movimientos católicos y de las nuevas comunidades y parroquias", manifestó.
"Les doy las gracias por haber venido. Me gustaría leer todo el discurso, pero tengo un problema, tengo bronquitis, y no puedo hablar bien. Si no se ofenden, les entregaré la copia del discurso. Discúlpeme. Se lo entregaré a todos ustedes, pero tengo muchas dificultades para hablar. Gracias por su comprensión. Y gracias por venir. Muchas gracias por su trabajo, porque no es fácil comunicar, pero lo primero que hace una persona es comunicar. Desde Adán cuando vio a Eva, se comunicó. Comunicarse es lo más humano que hay. Vayan adelante en esto", expresó el Papa argentino.
Posteriormente señaló: "Ahora les daré la bendición y luego los saludaré uno a uno, porque para saludar no tengo que hablar. Lo hago de corazón".
En el discurso que les entregó, entre otros conceptos el Papa afirmó que “la comunicación es su misión. Una gran misión, en un mundo tan hiperconectado y bombardeado de noticias”.
“El reto de una buena comunicación es ahora más complejo que nunca, y el riesgo es abordarlo con una mentalidad mundana: con una obsesión por el control, el poder, el éxito; con la idea de que los problemas son ante todo materiales, tecnológicos, organizativos, económicos”
Tras recordar una frase de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas y comunicadores católicos: "Le bruit fait peu de bien, le bien fait peu de bruit", “el ruido hace poco bien, el bien hace poco ruido”, dirigiéndose a estos queridos amigos, les dice que pensando en su trabajo, les quiere dejar tres palabras como camino: testimonio, valor y mirada amplia.
Nuevamente la bronquitis
El 6 de diciembre, el Papa Francisco hizo su primera aparición pública al aire libre desde que sufrió una bronquitis dos semanas atrás, lo que le obligó a cancelar un viaje previsto a la conferencia climática COP-28 en Dubai.
El Papa se ha estado recuperando constantemente, ya que el año 2023 fue muy complicado para su salud, estuvo hospitalizado y pasó por una cirugía. En marzo fue por una bronquitis aguda, luego en junio, otra intervención por hernia intestinal, después diverticulitis y luego otra vez padeció bronquitis.
"Necesito que recen por mi salud. La vejez no viene sola, la vejez no se maquilla, se presenta como es. Y, por otro lado, hay que saber aceptar los dones de la vejez. Se debe aceptar que uno puede hacer mucho bien desde otra perspectiva", expresó en una entrevista a un medio mexicano, donde abrió su corazón y mencionó con sinceridad cómo va sintiendo la vejez su cuerpo.
"Es verdad que los viajes ahora están repensados todos. Pueden ser más lejos, pero están repensados. El límite que a uno le hacen también da cuenta de que todo acá termina y empieza otra cosa".
Jorge Mario Bergoglio tiene 87 años y transita su 11º año de pontificado de la Iglesia Católica.
Recibirá a Milei
La noticia sobre la débil salud del Papa se conoce después de la invitación que el presidente argentino Javier Milei recibió desde la Santa Sede para participar de los actos de canonización de Mama Antula, previstos para el próximo 11 de febrero.
La beata argentina María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, se convertirá en santa con una ceremonia en la Plaza San Pedro luego de la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión. Así, Mama Antula se convertirá en la primera santa argentina con una ceremonia que se hará, adelantaron fuentes vaticanas, en la Plaza San Pedro a inicios de 2024.
La invitación llega un día después de que el Presidente le enviara una carta al Sumo Pontífice para invitarlo a la Argentina. En la misiva, el Presidente destacó que "su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad" de los argentinos.