Una pistola calibre 11.25 es una de las tres que fueron disparadas en la madrugada del 25 de mayo, cuando se produjo el triple homicidio en una vivienda de Bajada Grande, en Paraná.Ninguna fue hallada en la escena del crimen, pero sí se encontraron las vainas servidas de los cartuchos que dispararon.
Una pistola disparada en el triple homicidio había sido usada en otro ataque a tiros
El cotejo que se hizo de las mismas con el registro de Criminalística arrojó que la 11.25 había sido utilizada en una balacera ocurrida el 1° de febrero en el barrio Paraná XVI, donde hirieron a dos chicos que jugaban al fútbol en la canchita, según informaron a UNO fuentes judiciales allegadas a la causa. La conclusión inevitable para los investigadores de la Policía es que se trata de un arma que circula entre personas de un mismo grupo que, tras un hecho criminal, la ocultan para luego utilizarla en un futuro cruce armado.
Resulta que, tal como informó UNO hace 10 días, el imputado por herir de gravedad a los dos adolescentes de 13 y 17 años a inicios de febrero, Diego Warlet, durante la noche del triple homicidio se encontraba en la casa del acusado, Oscar Siboldi (pese a tener prisión domiciliaria), quien es oriundo del Paraná XVI. En ninguno de los dos episodios delictivos el arma pudo ser secuestrada. Cuando ocurrió el triple homicidio, la Policía llegó al lugar y encontró una escena dantesca, con las víctimas fallecidas o agonizando, testigos y evidencias de lo ocurrido, pero las armas ya habían sido sacadas del domicilio con premura.
En el hecho ocurrido casi tres meses antes el joven fue detenido unas horas después, pero la pistola que había usado en el enfrentamiento armado ya había sido ocultada. En principio, la coincidencia que confirma que la misma pistola 11.25 fue usada en ambos hechos, no alcanzaría para imputar a Warlet su participación en el triple homicidio, debido a que se trata de un arma que se mantiene en el mismo círculo de personas y pudo haber sido empuñada por otros. Más aún cuando se estableció que esa noche había unas 20 personas en la casa.
De todos modos, al joven acusado de intento de homicidio por el hecho de febrero le prorrogaron la prisión preventiva, pero no domiciliaria sino en la unidad penal. Según especialistas consultados por UNO, la pistola calibre 11.25 se trata de un arma de guerra, otrora utilizada por fuerzas armadas y de seguridad en varios países, de baja velocidad pero alto poder de parada.
Se ha dejado de usar por parte del Estado debido al daño devastador que produce, así como por la incomodidad por ser un arma robusta y pesada. Es una pistola que ha quedado en desuso en los últimos años, y las que circulan en el mercado negro son, principalmente, las que fueron sustraídas de las fuerzas de seguridad, sobre todo federales, donde existe un control más precario.
De los hechos delictivos con uso de armas en Paraná y en la provincia, son menos en los que se utilizan armas calibre 11.25 en comparación a otras, como por ejemplo la 9 milímetros. Esta no es la primera causa que confirma que las armas circulan dentro de los mismos grupos. En un hecho delictivo reciente la pericia balística sobre la vaina del proyectil disparado contra una víctima fue clave para que los investigadores pudieran acercarse a los sospechosos. Resulta que hubo coincidencias con indicios balísticos hallados en balaceras ocurridas este año por las que estaba sindicado al menos un hombre, quien fue detenido hace unos días.